Artajerjes III, Rey de Persia (358-338 a.C.).


(Artakhsatra o Arthasastha o Artaxerxes) Rey persa aqueménida, hijo y sucesor de Artajerjes II, del cual tomó su nombre, pues él se llamaba Ochos. Inició su reinado matando a los príncipes reales más significativos, entre ellos a sus hermanos Darío y Ariarte, hijos de la reina Estatira, y a su hermanastro Arsames, el favorito de Artajerjes II. El nuevo Gran rey, enérgico y cruel, dedicó todo su esfuerzo a devolver el pasado esplendor a Persia, para lo cual no dudó en luchar contra los sátrapas rebeldes, caso de Artabazo, que hubo de huir a la Corte de Filipo II de Macedonia.

Artajerjes III tuvo siempre deseos de reconquistar Egipto; todavía príncipe participó en una intentona de recuperación de tal país, tras la conquista de Siria y Palestina, y logró someter al faraón Teos. Después de resolver las revoluciones del Asia Menor, en el invierno del 351-350 a.C., atacó personalmente a Egipto, que se había sublevado, pero fue rechazado. Las ciudades griegas, y sobre todo Macedonia, sacaron partido de esta derrota persa. Las sublevaciones comenzaron en diversos puntos. Sidón se alzó en armas y se alió a Egipto; Chipre hizo otro tanto. El faraón Nectánebos II sólo facilitó un contingente militar a Sidón cuando esta ciudad fenicia fue atacada por Artajerjes III, quien la sometió en el 346-345 a.C., tras la traición de su propio rey Tennes. Los 40.000 muertos causados incitaron a las demás ciudades fenicias a someterse al Gran rey persa. Después de ello, Artajerjes III marchó a Egipto al frente de un numeroso ejército que contaba con los generales Bagoas, el eunuco, y Mentor de Rodas. Nectánebos II fue incapaz de resistir y desde Pelusium se retiró a Menfis. A su vez, desde aquí huyó a la Baja Nubia llevándose sus tesoros. Artajerjes III confió Egipto a su sátrapa Ferendares y, antes de retirarse a Persia, saqueó el país y cometió todo tipo de abusos, según señalan Plutarco y Eliano. Los intereses de Egipto fueron defendidos por un tal Khababash, faraón efímero, del cual no se sabe prácticamente nada (Estela de Nastesen del Museo de Berlín). Artajerjes III iniciaba la «segunda dominación persa» en Egipto, instaurando la XXXI dinastía.

En líneas generales, el reinado de Artajerjes III estuvo envuelto en intrigas palaciegas y constantes luchas, además de un sentimiento de recelo hacia Macedonia, potencia con la cual incluso firmó un pacto de paz y de no agresión. Murió envenenado por su médico personal siguiendo las órdenes del eunuco Bagoas, quien puso en el trono al hijo menor de Artajerjes III, Arses, hijo de Atosa, pero al cual asesinó también.