Lopokova, Lydia Vasilievna (1892-1981). La bailarina y actriz rusa que conquistó los escenarios europeos

La vida de Lydia Vasilievna Lopokova está marcada por la brillantez artística y la elegancia escénica. Nacida en San Petersburgo el 21 de octubre de 1892 y fallecida en Seaford (Sussex) el 8 de junio de 1981, esta destacada bailarina y actriz rusa fue una figura icónica de la danza y el teatro en el siglo XX. Nacionalizada inglesa tras su matrimonio con el eminente economista Lord Maynard Keynes en 1925, Lopokova dejó una huella imborrable en la historia cultural europea.

Orígenes y contexto histórico

Lydia Lopokova nació en el seno de una familia profundamente vinculada a las artes escénicas, ya que sus hermanos Fyodor y Andrei también destacaron en este ámbito. Desde temprana edad mostró una aptitud sobresaliente para la danza, lo que la llevó en 1901 a ingresar en la prestigiosa Escuela del Teatro Imperial de San Petersburgo. Allí se formó bajo la tutela de los mejores maestros de la época, completando su formación en 1909 y dando paso a una carrera que la llevaría a escenarios de renombre internacional.

El contexto histórico de su formación fue particularmente fértil para la danza, con el surgimiento de compañías innovadoras y el auge del ballet ruso en Europa y América. Su carrera se inició en un momento de efervescencia artística, caracterizado por la creación de nuevas formas de expresión y la consolidación del ballet como espectáculo total.

Logros y contribuciones

Tras su graduación, en 1910, Lopokova se unió a los Ballets Russes de Diaghilev, compañía que revolucionó la danza moderna y en la que debutó interpretando el papel de Colombina en el ballet Carnaval de Mikhail Fokine, estrenado en Berlín el 20 de mayo de ese mismo año. Su participación en esta compañía le permitió compartir escenario con figuras míticas del ballet y formar parte de producciones que marcaron un antes y un después en la historia de la danza.

Tras un breve período en Nueva York con los Ballets Russes de Gertrude Hoffmann, regresó a Europa para retomar su carrera con Diaghilev, destacándose especialmente en papeles de semicarácter. Entre sus interpretaciones más notables se encuentran:

  • Mariuccia en Les Femmes de Bonne Humeur (1917)

  • Uno de los Acróbatas en Parade (1917)

  • La Bailarina de Can-Can en La Boutique Fantasque (1919)

  • La Bailarina Callejera en Le Beau Danube (1924)

Estas interpretaciones, coreografiadas en su mayoría por el genial Léonide Massine, consolidaron a Lopokova como una de las figuras más carismáticas de la escena europea.

Además, participó en obras maestras como La Princesa Durmiente (1921), donde interpretó el papel del Hada de Lilas y la Princesa Florine, coreografiadas por el legendario Marius Petipa, reafirmando así su versatilidad y talento.

Momentos clave en su trayectoria

La carrera de Lopokova estuvo marcada por hitos que definieron su personalidad artística y su legado en el mundo de la danza y el teatro. Entre los momentos más relevantes destacan:

  • 1901: Ingreso a la Escuela del Teatro Imperial de San Petersburgo, donde adquirió las bases de la danza clásica.

  • 1909: Graduación e inicio de su carrera profesional.

  • 1910: Debut en los Ballets Russes con Carnaval de Mikhail Fokine.

  • 1916: Visita a España con los Ballets Russes, recibiendo la bienvenida del rey Alfonso XIII.

  • 1917: Regreso a Madrid para bailar con Nijinsky en Le Spectre de la Rose, un evento que consolidó su estatus como estrella internacional.

  • 1930: Fundación de la Camargo Society en Londres, un colectivo que impulsó la creación de nuevas obras y el fomento de la danza contemporánea.

  • 1931: Estreno de obras como Façade y Río Grande de Frederick Ashton y Cephalus and Procris de Ninette de Valois.

  • 1936: Fundación del Cambridge Arts Theatre junto a su esposo, el economista Lord Maynard Keynes.

Relevancia actual y legado

La figura de Lydia Lopokova sigue siendo objeto de admiración y estudio en la historia de la danza y el teatro. Su capacidad para adaptarse a diferentes estilos y su talento innato para la interpretación la convirtieron en un símbolo de la versatilidad artística.

La importancia de Lopokova no se limita a sus aportes como bailarina. Su matrimonio con Lord Maynard Keynes, uno de los economistas más influyentes del siglo XX, le permitió consolidarse como una figura cultural de primer nivel en la sociedad británica. Fue, además, una impulsora de la cultura y el arte, desempeñando un papel activo en la fundación y consolidación de espacios dedicados a la creación y la divulgación artística.

Su paso por la Camargo Society y el Cambridge Arts Theatre demostró su compromiso con el desarrollo de la danza moderna y el teatro. Estas instituciones siguen siendo referentes culturales en el Reino Unido, perpetuando el espíritu innovador y la pasión por el arte que caracterizó a Lopokova.

Influencia y memoria viva

La trayectoria de Lopokova ha sido reivindicada por historiadores y críticos, quienes destacan su aportación a la expansión de la danza rusa y su capacidad para integrar elementos del folclore y la modernidad en sus interpretaciones. Su vida representa la intersección de la danza, el teatro y la cultura intelectual, convirtiéndola en una de las artistas más completas de su generación.

A través de su legado, Lydia Vasilievna Lopokova sigue siendo un ejemplo de dedicación y pasión por el arte. Su historia es un testimonio de la riqueza cultural del siglo XX y un recordatorio de que la danza y el teatro, cuando se abrazan con talento y visión, trascienden fronteras y tiempos para permanecer siempre vivos en la memoria colectiva.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Lopokova, Lydia Vasilievna (1892-1981). La bailarina y actriz rusa que conquistó los escenarios europeos". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/lopokova-lydia-vasilievna [consulta: 28 de septiembre de 2025].