Robert Helpmann (1909-1986): El genio de la danza y el cine australiano

Robert Helpmann (1909-1986): El genio de la danza y el cine australiano

Robert Helpmann (1909-1986) es una de
las figuras más influyentes en el mundo de la danza, el ballet y el
cine. Nacido en Mount Gambier, Australia, el 9 de abril de 1909,
Helpmann se destacó tanto por su destreza como bailarín, como por su
visión innovadora como coreógrafo y director artístico. A lo largo de
su carrera, dejó una huella indeleble en el panorama del ballet clásico
y la danza moderna, además de realizar notables incursiones en el cine,
lo que lo convierte en una de las personalidades más complejas y
admiradas de su época.

Orígenes y contexto histórico

Robert Helpmann comenzó su
formación en el mundo de la danza a una edad temprana, influenciado por
el ambiente artístico de la época. En 1926, cuando sólo tenía 17 años,
inició sus estudios de danza bajo la tutela de Laurent Novikoff, quien en ese momento era el partenaire de la legendaria Anna Pavlova
durante una gira de la famosa bailarina por Australia. Este encuentro
marcaría el inicio de su carrera y lo impulsaría a tomar la danza como
su vocación de vida.

Su formación inicial fue
complementada con estudios en la Escuela del Vic-Wells Ballet de
Londres, lo que le permitió perfeccionar su técnica y ampliar su visión
artística. A los 24 años, Helpmann debutó con la compañía del Vic-Wells
Ballet en 1933, ascendiendo rápidamente a primer bailarín en 1934. Fue
aquí donde comenzó a colaborar con algunos de los más grandes nombres
de la danza clásica y moderna.

Logros y contribuciones

Helpmann se distinguió no solo por
su impresionante habilidad como intérprete, sino también por su
capacidad para innovar dentro del mundo del ballet. A lo largo de su
carrera, trabajó de manera estrecha con algunos de los coreógrafos más
influyentes de su tiempo. Su colaboración con Frederick Ashton es particularmente significativa. Helpmann estrenó varios ballets de Ashton, entre los cuales destacan obras como Les Rendezvous (1933), Le Baiser de la Fée (1935), Siesta (1936), Apparitions (1936) y Les Patineurs
(1937), entre otras. Estos ballets no solo consolidaron la reputación
de Ashton como uno de los coreógrafos más importantes de su tiempo,
sino que también permitieron a Helpmann mostrar su increíble talento
como bailarín.

Su asociación con Ninette de Valois,
otra figura crucial del ballet británico, también fue esencial para su
desarrollo. Helpmann interpretó roles clave en varias de sus
coreografías, incluyendo The Haunted Ballroom (1934), The Gods Go a-Begging (1936) y Prometheus
(1936). A lo largo de su carrera, Helpmann no solo fue un intérprete
destacado, sino también un coreógrafo innovador, trabajando en obras
como The Birds (1942) y Masque of Comus (1942), en colaboración con otros compositores y creadores de la época.

En 1939, Helpmann debutó como el Príncipe Florimundo en la producción de La Bella Durmiente, que fue dirigida por Nicholas Sergeyev
para el Ballet Imperial. Este papel lo interpretó nuevamente en 1946 en
el Covent Garden, donde además de interpretar al Príncipe, asumió el
rol de Carabosse, una de las villanas del ballet. Este tipo de desafíos
artísticos marcó el camino de Helpmann hacia la perfección en el ballet
clásico.

A lo largo de su carrera, Helpmann continuó su legado con trabajos que marcaron la danza australiana, como The Display (1964) y Perisynthyon (1974), en su rol de director artístico del Australian Ballet, junto a Peggy van Praagh.

Momentos clave

A lo largo de los años, Robert
Helpmann vivió y participó en una serie de momentos clave que
definieron su carrera. Algunos de los más destacados incluyen:

  1. Su formación con Laurent Novikoff y su primer encuentro con Anna Pavlova (1926).

  2. Su debut en el Vic-Wells Ballet en 1933 y su ascenso a primer bailarín en 1934.

  3. El estreno de los ballets de Frederick Ashton en los que Helpmann participó, tales como Les Rendezvous (1933) y Nocturne (1936).

  4. La colaboración con Ninette de Valois, interpretando papeles clave en sus coreografías de ballet.

  5. Su contribución al Australian Ballet en 1964, donde asumió el rol de director artístico.

  6. Su participación en películas como Las Zapatillas Rojas (1948), donde no solo bailó, sino que también coreografió y produjo.

  7. La obtención de títulos honoríficos como la Orden del Imperio Británico en 1964 y el título de Sir en 1968.

Estos momentos no solo muestran la
extraordinaria versatilidad de Helpmann como artista, sino también su
capacidad para adaptarse a diferentes disciplinas y entornos creativos.

Relevancia actual

La figura de Robert Helpmann sigue
siendo de gran relevancia tanto en el mundo del ballet como en el de
las artes escénicas en general. Su legado perdura no solo por su
técnica y su capacidad de innovación, sino también por su papel como
mentor y líder en la danza, especialmente en Australia, donde
contribuyó al crecimiento y desarrollo del ballet moderno.

Su trabajo con el Australian Ballet
permitió a la compañía adquirir notoriedad internacional,
convirtiéndose en una de las instituciones más importantes en el mundo
de la danza. Su influencia se extiende a través de las generaciones de
bailarines que crecieron admirando sus logros y buscando emular su
estilo único.

Además, su incursión en el cine, en particular su participación en Las Zapatillas Rojas
(1948), sigue siendo un hito dentro del mundo del cine de danza,
fusionando el ballet con la cinematografía de manera brillante y única.

La modernidad de su enfoque sigue
presente en las producciones de ballet contemporáneas, y su estilo
sigue siendo estudiado y admirado por coreógrafos, bailarines y
aficionados de todo el mundo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Robert Helpmann (1909-1986): El genio de la danza y el cine australiano". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/helpmann-robert [consulta: 28 de septiembre de 2025].