John Cranko (1927-1973). El coreógrafo visionario que revolucionó el ballet del siglo XX
John Cranko, bailarín, coreógrafo y director artístico británico, fue una figura fundamental en la transformación del ballet moderno. Su talento precoz, sensibilidad artística y capacidad para fusionar narrativa y técnica lo convirtieron en uno de los coreógrafos más influyentes del siglo XX. Desde sus comienzos en Sudáfrica hasta su consolidación en Europa, especialmente con el Ballet de Stuttgart, su legado continúa siendo un referente imprescindible en la historia de la danza.
Orígenes y contexto histórico
John Cranko nació el 15 de agosto de 1927 en Rustenburg, Sudáfrica, en una época de profundos cambios sociales y culturales. Su formación inicial tuvo lugar en la Escuela de Danza de la Universidad de Ciudad del Cabo, donde a los quince años ya demostraba un extraordinario talento creativo con la creación de su primer ballet: The Soldier’s Tale (1942), con música de Stravinsky.
Durante su juventud, desarrolló otras coreografías destacadas como Spring (1945), con música de Grieg, y Tritsch-Tratsch (1946), basada en la música de J. Strauss. En 1946, se trasladó a Inglaterra para perfeccionar su formación en la Escuela del Sadler’s Wells Ballet en Londres.
Logros y contribuciones
La carrera profesional de Cranko se desarrolló con vertiginosa rapidez. Integrado en el cuerpo de baile del Sadler’s Wells Ballet, no tardó en destacar tanto como intérprete como creador. Participó en producciones dirigidas por destacados nombres del ballet como Anthony Burke, Andrée Howard y Celia Franca. Paralelamente, coreografió piezas originales como Sea Change (1949), Beauty and the Beast (1949), que más tarde sería adaptada para la BBC en 1953, y Pastorale (1950).
A lo largo de la década de 1950, su creatividad fue en ascenso con obras como Pineapple Poll (1951), con música de Sullivan y arreglos de Mackerras, Harlequin in April (1951), con música de Arnell, y The Lady and the Fool (1954), con música de Verdi y Mackerras.
En su repertorio para el Sadler’s Wells también figuran producciones notables como Bonne-Bouche (1952), The Shadow (1953), con música de E. von Dohnanyi, y The Prince of the Pagodas (1957), con partitura de Britten.
Momentos clave
El punto de inflexión en su carrera llegó en 1961, cuando asumió la dirección del Ballet de Stuttgart. Bajo su liderazgo, la compañía vivió una auténtica transformación técnica y artística. Cranko creó para ellos un repertorio original y ambicioso, que contribuyó a situar a esta institución entre las más importantes del mundo.
Entre sus obras más destacadas en Stuttgart se encuentran:
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The Catalyst (1961), con música de Shostakovich
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Daphnis et Chloë (1962), de Ravel
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Romeo y Julieta (1962), basada en la música de Prokofiev
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L’Estro Armonico (1963), con música de Vivaldi
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Jeu de Cartes (1965), obra de Stravinsky
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Onegin (1965), con música de Tchaikovsky y Stolze
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Opus 1 (1965), con música de Webern
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La Fierecilla Domada (1969), con música de Scarlatti
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Brouillards (1970), con música de Debussy
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Poème de l’Extase (1970), basada en la obra de Scriabin
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Carmen (1971), partitura de Bizet
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Las Estaciones (1971), música de Glazunov
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– 1 6 (1972), con música de Haydn
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Iniciales R.B.M.E. (1972), inspirada en Brahms
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Traces (1973), basada en Mahler
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Green (1973), nuevamente con Debussy
Listado de coreografías para otras compañías:
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School for Nightingales (1949) para el St. James’s Ballet
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The Witch (1950) para el New York City Ballet
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Variations on a Theme (1954) para el Ballet Rambert
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La Reja (1959) para el Ballet Rambert
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La Belle Hélène (1955) para el Ballet de l’Opéra de París, con música de Offenbach, Aubert y Rosenthal
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Romeo y Julieta (1958) para el Ballet de La Scala de Milán
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Cat’s Cradle (1958) para el Grand Ballet du Marquis de Cuevas
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L’Oiseau de Feu (1964) para el Ballet de la Deutsche Oper de Berlín
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Musical Keep Your Hair On para el New Watergate Theatre Club de Nueva York
Relevancia actual
A pesar de su trágica muerte en 1973, durante un viaje de regreso a Alemania tras una gira por América, John Cranko dejó una huella imborrable en la historia del ballet. Su enfoque narrativo, su estilo dramático y su sensibilidad musical siguen siendo estudiados y admirados por generaciones de coreógrafos y bailarines.
El Ballet de Stuttgart aún conserva su espíritu y muchas de sus obras siguen en repertorio, siendo reinterpretadas y celebradas en escenarios de todo el mundo. Cranko no solo fue un innovador, sino también un formador de talentos, colaborando estrechamente con grandes figuras como Marcia Haydée, Margot Fonteyn y Egon Madsen.
Su legado artístico continúa vigente como símbolo de una época dorada del ballet europeo, caracterizada por la fusión de tradición y modernidad, técnica y emoción, narrativa y coreografía de vanguardia.
MCN Biografías, 2025. "John Cranko (1927-1973). El coreógrafo visionario que revolucionó el ballet del siglo XX". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cranko-john [consulta: 28 de septiembre de 2025].