Vitelio (15-69). El breve y turbulento reinado del emperador romano derrocado por Vespasiano
Aulo Vitelio, emperador romano en el convulso año 69 d.C., conocido como el Año de los Cuatro Emperadores, protagonizó uno de los episodios más caóticos de la historia del Imperio. Su breve mandato fue un reflejo de la lucha de poder que siguió a la caída de Nerón, marcado por traiciones, batallas internas y una política de favoritismo que le granjeó tantos enemigos como apoyos. La figura de Vitelio ha pasado a la historia no solo por su ambición, sino también por su trágico final, asesinado por sus propias tropas y vilipendiado por el pueblo que alguna vez gobernó.
Orígenes y contexto histórico
Aulo Vitelio nació el 24 de septiembre del año 15 d.C., en el seno de una familia romana prominente. Su padre, Lucio Vitelio, fue un político influyente, censor y tres veces cónsul junto al emperador Claudio. Esta posición le permitió crecer en un ambiente privilegiado y de alta influencia política.
Fue educado junto al emperador Tiberio, acompañándolo incluso en sus retiros en la isla de Capri, donde presenció de cerca los excesos y decadencias que marcaron los últimos años del régimen julio-claudio.
El ascenso político de Vitelio se cimentó en sus habilidades para la adulación y la conveniencia. Fue nombrado cónsul en el año 48 d.C. y más tarde procónsul de África en el 61 d.C., consolidando una carrera que, si bien no brillante, lo posicionó favorablemente en la estructura imperial.
Logros y contribuciones
Aunque su reinado fue breve, Vitelio tomó decisiones que reflejaban su intención de consolidar el poder y asegurar su posición:
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Ejecutó a los asesinos del emperador Galba, presentándose como su vengador.
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Reorganizó las cohortes pretorianas reemplazando a sus miembros con tropas leales a él, intentando evitar conspiraciones y traiciones internas.
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Relegó a la nobleza senatorial y promovió al orden ecuestre en diversos cargos, alterando el equilibrio tradicional de poder en Roma.
Estas acciones, si bien estratégicas, profundizaron su impopularidad entre las élites tradicionales, generando un clima de descontento que facilitaría su posterior caída.
Momentos clave
El gobierno de Vitelio estuvo marcado por episodios decisivos que definieron tanto su ascenso como su abrupta caída. A continuación, se enumeran los más relevantes:
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Inicio del año 69 d.C.: Tras el asesinato de Galba, Vitelio es proclamado emperador por sus tropas en Germania.
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Abril del 69 d.C.: Victoria en la primera batalla de Bedriacum, donde las fuerzas de Vitelio, lideradas por Fabio Valente y Cecina, derrotan a las tropas de Otón. Otón se suicida tras la derrota.
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Julio del 69 d.C.: Es proclamado emperador oficialmente por el Senado romano.
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Julio del 69 d.C.: Vespasiano, gobernador de Judea, es proclamado emperador por sus tropas en Oriente.
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Octubre del 69 d.C.: Derrota en la segunda batalla de Bedriacum ante los ejércitos del Danubio comandados por Marco Antonio Primo.
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Diciembre del 69 d.C.: Las tropas de Vespasiano entran en Roma. Vitelio intenta abdicar, pero su guardia lo impide. Es capturado y brutalmente asesinado el 20 de diciembre.
Relevancia actual
La figura de Vitelio ha sido interpretada a través de los siglos como un símbolo del caos político que caracterizó el período de transición tras el fin de la dinastía Julio-Claudia. Historiadores como Suetonio han retratado a Vitelio como un emperador entregado a los placeres, caracterizado por su glotonería, crueldad y negligencia política.
Su estilo de gobierno marcó un claro contraste con el posterior ascenso de Vespasiano, quien instauraría la dinastía Flavia y devolvería cierta estabilidad al Imperio. La caída de Vitelio y su trágico final reflejan la fragilidad del poder cuando está sostenido solo por alianzas militares efímeras y no por una estructura política sólida.
Asimismo, el llamado Año de los Cuatro Emperadores, en el que Vitelio fue protagonista, sigue siendo estudiado como uno de los ejemplos más ilustrativos del conflicto entre legitimidad senatorial y poder militar en Roma.
Un reinado marcado por la traición y el exceso
Durante su breve mandato, Vitelio fue traicionado por aquellos que le habían apoyado en su ascenso. Sus generales, Valente y Cecina, al percibir el cambio de rumbo del poder, le dieron la espalda favoreciendo la causa de Vespasiano. Esta traición selló su destino en la segunda batalla de Bedriacum.
La entrada de las tropas enemigas en Roma provocó el pánico generalizado. Vitelio intentó negociar su renuncia con Muciano, uno de los comandantes enemigos, pero su propia guardia le impidió hacerlo. Su muerte fue brutal: fue arrastrado por las calles, torturado y su cuerpo entregado al populacho. Un fin trágico y simbólico para un emperador que nunca logró consolidar una base firme de apoyo.
Bibliografía
GARZETTI, A. L’Impero da Tibero agli Antonini. (Bologna; Licinio Capelli, 1960).
NICOLAS, E.P. De Néron à Vespasien. (París; Belles Lettres, 1979).
SUETONIO, C. Los doce Césares. (Barcelona; Iberia, 1985).
MCN Biografías, 2025. "Vitelio (15-69). El breve y turbulento reinado del emperador romano derrocado por Vespasiano". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/vitelio-aulo-emperador-de-roma [consulta: 16 de octubre de 2025].