Togores y Zanglada, José (1767-1831).
Noveno conde de Ayamans, nacido en Palma de Mallorca el 18 de julio de 1767, y fallecido en la misma ciudad el 1 de octubre de 1831. Era hijo de Antonio Togores y Net, primo a su vez del VIII conde de Ayamans: Miguel Mariano Togores y Cotoner.
Estudió en el Colegio de Nobles de San Pablo, en Valencia, y creció en un ambiente familiar en el que existían inquietudes ilustradas. Al fundarse la Sociedad Económica de Mallorca en 1778, el conde de Ayamans figuró entre sus socios; más adelante llegará a ser su primer director, así como uno de sus exponentes más activos, tal y como lo demuestra que en 1802 firmara como secretario el proyecto de creación de una Compañía Mallorquina de Comercio. Fue también miembro del Consulado del Mar.
En 1780 había iniciado la carrera militar, que le llevaría a intervenir en la Península durante la guerra contra la Convención francesa al frente del segundo regimiento provincial de Mallorca. Su personalidad, sin embargo, adquiriría relieve durante la Guerra de la Independencia, a lo que con toda probabilidad contribuyó también su amistad con Jovellanos. Fue presidente de la Junta de Defensa de las Islas Baleares (solicitó la ayuda británica cuando España estaba aún en guerra con Inglaterra) y vocal de la Junta Suprema Central, cargo este último del que dimitió el 30 noviembre 1809, aunque su dimisión no fue aceptada.
Fue también miembro de la comisión de Marina de la Junta, de la ejecutiva el 1 de enero de 1810 (renunció el día 3, pero tampoco le fue admitida la renuncia) y de la de Cortes, encargada de la convocatoria de las mismas, en la que defendería las tesis jovellanistas con formulaciones claramente estamentalistas. De 1808 a 1810 fue Capitán General, y ese año fue ascendido a brigadier. En 1812 se trasladó a Valencia y Murcia con la llamada División Mallorquina, con la que intervino en la batalla de Castalla. En 1814 recuperó su anterior cargo de regidor -luego perpetuo- del Ayuntamiento: todo un símbolo de una moderación nada excepcional, como lo fue también su firma en la representación que solicitaba el restablecimiento de los jesuitas.
En marzo de 1820 resulta significativa su ausencia en la jura de la Constitución por el Ayuntamiento. Fue director de la Sociedad Económica Mallorquina entre 1820 y 1823. Entre 1820 y 1821 ocupó el cargo de Gobernador interino de Menorca, y formó parte, durante todo el Trienio, de la que podemos llamar corriente absolutista-estamentalista, o «ilustrado-moderada», de Mallorca, que tenía su figura principal en Montenegro y su medio de expresión en el Diario Constitucional (Diario Balear).
Su permanente inquietud cultural parece haber dejado, en su anticipación a la Renaixença, lo que seguramente fue su herencia más notable. En sus últimos años no parece que perdiera su viejo espíritu «ilustrado», ahora ya claramente inofensivo, y del cual son buen testimonio su impulso a las mejoras en la iluminación pública de la ciudad, o la desecación del Pla de Sant Jordi; al igual que anteriormente lo había sido su decisiva influencia en la realización de las obras de ampliación del muelle de Palma.
Bibliografía.
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«Archivo Histórico Nacional», Estado, leg 1I, 7, 8 y 21.
A. GIL NOVALES.