Pedro Terol (1908-2003). El barítono que inmortalizó la zarzuela española
Pedro Terol fue una de las figuras más representativas de la zarzuela española en el siglo XX. Dotado de una voz atenorada y versátil, conquistó los principales escenarios tanto en España como en el extranjero, marcando una época dorada para el género lírico nacional. Su paso de tenor a barítono no solo amplió su registro artístico, sino que también le permitió interpretar con profundidad y elegancia los papeles más emblemáticos de la tradición zarzuelística. A lo largo de su extensa carrera, Terol no solo brilló por su técnica, sino también por su capacidad interpretativa y carisma escénico.
Orígenes y contexto histórico
Pedro Terol nació el 22 de octubre de 1908 en Orihuela, Alicante, en el seno de una familia de aficionados al canto lírico. Esta inclinación familiar resultó determinante en su vocación artística desde temprana edad. Sus padres, conscientes del talento vocal de su hijo, decidieron mudarse a Barcelona para facilitar su formación musical. Allí, Terol inició sus estudios con el profesor Rafael García, y pronto se subió al escenario del Teatro Apolo, con tan solo diez años, acompañado de una niña de su misma edad. La precoz carrera de ambos se vio interrumpida por las restricciones legales que impedían actuar a menores de edad.
Tras completar el bachillerato, Terol consiguió una beca que le permitió continuar su formación en Madrid bajo la tutela del prestigioso maestro Ignacio Tabuyo. Posteriormente, como muchos otros cantantes de su tiempo, se trasladó a Milán para perfeccionarse en el arte del bel canto con los maestros Rafael Grani, ex-tenor wagneriano, y Giuseppe Russitano. Esta etapa italiana resultó crucial en su desarrollo técnico y estilístico.
Logros y contribuciones
En 1930, Pedro Terol debutó en la ópera con el papel de Caravadossi en Tosca, representada en el Teatro Dal Verme de Milán. Aunque continuó en Italia durante un tiempo, interpretando obras del repertorio clásico, su destino estaba ligado al género lírico español. En 1932 regresó a España, justo cuando la zarzuela vivía un auge de popularidad, y fue contratado por Moreno Torroba para sustituir a Emilio Sagi Barba como primer barítono del Teatro Calderón.
Su primera aparición en este escenario fue en La rosa del azafrán, seguida de Luisa Fernanda, obras que marcaron el inicio de una prolífica carrera en el repertorio zarzuelístico. En 1934 obtuvo un rotundo éxito con Las golondrinas, de Usandizaga, presentada en el Teatro Victoria.
Durante varias temporadas fue figura destacada del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, interpretando zarzuelas tan populares como:
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La tabernera del puerto
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La dolorosa
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La del manojo de rosas
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La caramba (1942), junto a Matilde Vázquez
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Polonesa (1944), también con Matilde Vázquez en el Teatro Fontalba de Madrid
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La casa de las tres muchachas (1945), en la que interpretó a Franz Schubert, acompañado por Enriqueta Serrano
Estas interpretaciones consolidaron su prestigio como uno de los grandes barítonos de su generación.
Momentos clave
Uno de los momentos más importantes en la trayectoria de Terol fue su colaboración con la compañía Lírica de Pablo Sorozábal a finales de los años cuarenta. Con esta agrupación realizó giras internacionales que lo llevaron a Argentina y Uruguay, donde difundió las obras del compositor vasco. En Montevideo, ofreció una memorable versión de Marina junto a Mariano Ibars en el Teatro «18 de Julio», y en el Teatro Avenida de Buenos Aires estrenó La eterna canción y Black el payaso.
Además, Terol actuó en diversos países europeos como Francia, en el Teatro L´Etoil de París, Portugal y también en Marruecos, llevando consigo la riqueza del repertorio lírico español.
En 1951, tras más de dos décadas de actividad escénica ininterrumpida, Pedro Terol se retiró de los escenarios con una última actuación en El canastillo de fresas, presentada en el Teatro Albéniz de Madrid. Aunque su retirada fue definitiva, en 1960 reapareció brevemente en un programa de televisión estadounidense, dejando constancia de su legado en un medio distinto.
A lo largo de su carrera, recibió numerosos homenajes y distinciones, entre ellas la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, en reconocimiento a su contribución al patrimonio musical de España.
Relevancia actual
Pedro Terol permanece como un referente indispensable en la historia de la zarzuela. Su nombre está asociado a una época dorada del género, cuando los teatros españoles se llenaban para presenciar las creaciones de los grandes compositores y la interpretación de voces excepcionales como la suya. Su versatilidad vocal, su dominio de los matices y su capacidad para conectar emocionalmente con el público lo convirtieron en una figura admirada y respetada, tanto por el público como por sus colegas.
Hoy en día, su legado artístico sigue vivo en grabaciones históricas y en el recuerdo de quienes asistieron a sus funciones. Terol representa la esencia de un arte profundamente español, un canto que supo mezclar el dramatismo operístico con la tradición popular. Gracias a su labor, muchas zarzuelas alcanzaron una difusión internacional y una apreciación renovada.
Pedro Terol no fue solo un barítono de voz privilegiada, sino un embajador de la cultura española, cuya trayectoria refleja el esplendor de la zarzuela en el siglo XX.
MCN Biografías, 2025. "Pedro Terol (1908-2003). El barítono que inmortalizó la zarzuela española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/terol-pedro [consulta: 17 de julio de 2025].