Miguel Tacón y Rosique (1775-1855). El poderoso gobernador que marcó la historia colonial de Cuba
Militar español de carácter firme y trayectoria destacada, Miguel Tacón y Rosique fue una figura clave del siglo XIX en el contexto de la administración colonial española. Nacido en Cartagena en 1775, se convirtió en uno de los gobernadores más influyentes de La Habana, destacando tanto por su enérgica gestión como por la controversia que rodeó sus decisiones. Su legado se entrelaza con la consolidación del poder colonial en el Caribe y la evolución política y militar de España en un siglo convulso.
Orígenes y contexto histórico
Nacido el 10 de enero de 1775, Tacón fue hijo de Miguel Tacón, regidor perpetuo de Cartagena y antiguo oficial de la Armada, lo que determinó en gran parte su temprana orientación militar. Desde joven, se formó en la disciplina castrense, sentando plaza de guardamarina hacia 1790. A los 17 años realizó su primer viaje, que lo llevó hasta Constantinopla en 1792, marcando el inicio de una carrera marcada por destinos estratégicos y una constante ascensión en el escalafón militar.
En un periodo en el que el Imperio español intentaba sostener sus colonias frente a las corrientes independentistas y a los conflictos europeos, la figura de Tacón emergió como la de un militar eficiente, pero también rígido, que no dudaba en imponer su autoridad.
Logros y contribuciones
A lo largo de su vida, Miguel Tacón y Rosique desempeñó diversos cargos clave:
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Gobernador de Popayán (1809): En plena efervescencia insurgente en Nueva Granada, combatió a los movimientos independentistas. A pesar de su talento y coraje, fue derrotado, viéndose obligado a una huida épica hacia la costa. Esta experiencia, dura y arriesgada, lo dejó con una visión recelosa hacia los criollos.
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Segundo en el ejército de Pezuela en Lima: Su lealtad a la Corona le valió el ascenso a mariscal de campo en 1815.
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Capitán general de Puerto Rico (1819): Aunque no llegó a ejercer el cargo por el fallecimiento de su esposa, fue una muestra de la confianza que el gobierno español depositaba en él.
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Gobernador de Málaga (1821-1823): Nombrado durante el Trienio Liberal, fue cercano a personalidades influyentes como Martínez de la Rosa.
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Capitán general de La Habana (1834-1838): Su etapa más destacada y polémica. Implementó una política centralizadora y autoritaria, enfrentándose con la élite criolla mientras favorecía el comercio esclavista.
En Cuba, su administración introdujo una serie de medidas que modernizaron La Habana, aunque al precio de una fuerte represión. Entre sus obras destacan:
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Pavimentación y alumbrado público de las calles.
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Mejora del sistema de alcantarillado.
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Construcción de edificios administrativos.
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Fomento de infraestructuras portuarias.
Sin embargo, estas reformas se financiaron en parte gracias al comercio de esclavos, del que Tacón no solo no se distanció, sino que presuntamente obtuvo grandes beneficios personales.
Momentos clave
La vida de Miguel Tacón y Rosique estuvo marcada por diversos hitos:
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1792: Primer viaje como guardamarina, llega hasta Constantinopla.
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1806: Contrae matrimonio con Ana Apolonia García de Lisón y Soycoli; es ascendido a teniente de fragata y pasa al ejército como capitán de Infantería.
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1809: Gobernador de Popayán. Derrotado por los insurgentes, inicia una dura retirada a través de territorios hostiles.
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1815: Asciende a mariscal de campo tras servir en el ejército de Pezuela en Lima.
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1819: Recibe la Gran Cruz de Isabel la Católica. Nombrado capitán general de Puerto Rico.
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1821-1823: Gobernador de Málaga durante el Trienio Liberal.
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1834-1838: Capitán general de La Habana. Realiza reformas profundas, pero se enfrenta a la aristocracia local.
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1837-1848: Se le otorgan los títulos nobiliarios de marqués y luego duque de la Unión de Cuba, así como marqués de Bayamo.
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1853: Jura como senador vitalicio.
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1855: Fallece en Madrid el 12 de octubre.
Relevancia actual
La figura de Miguel Tacón y Rosique continúa siendo relevante al analizar los procesos de administración colonial en el siglo XIX. Su mandato en La Habana representa un ejemplo claro de la política española hacia sus colonias: modernización combinada con represión, centralismo y falta de diálogo con las élites criollas.
Su legado urbanístico en Cuba aún es visible, especialmente en La Habana Vieja, donde varias de sus reformas marcaron un antes y un después en el desarrollo de la ciudad. No obstante, su implicación en el tráfico de esclavos y su autoritarismo son aspectos que tiñen de sombra su figura histórica.
Además, su trayectoria refleja las tensiones internas del propio Estado español en un siglo en el que se enfrentaban liberales y absolutistas, lo viejo y lo nuevo. La cercanía de Tacón a figuras liberales durante el Trienio y su posterior alineación con intereses conservadores en el Caribe demuestran la complejidad de su pensamiento y acción política.
Hoy en día, estudiosos de la historia colonial, la política española y la esclavitud en América lo consideran una figura clave para comprender la gestión imperial en la etapa final del dominio español en el Nuevo Mundo.
Bibliografía
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Moratilla, Bernardo: Estadística del personal y vicisitudes de las Cortes y de los Ministerios de España. Madrid, 1880.
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Pérez de la Riva, Juan (ed.): Correspondencia reservada del capitán general Don Miguel Tacón con el gobierno de Madrid 1834-1836. La Habana, 1963.
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A. Gil Novales.
MCN Biografías, 2025. "Miguel Tacón y Rosique (1775-1855). El poderoso gobernador que marcó la historia colonial de Cuba". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/tacon-y-rosique-miguel [consulta: 16 de julio de 2025].