Elena Sanz (1849-1898). La cantante de ópera que cautivó al rey Alfonso XII

Elena Sanz fue una destacada cantante de ópera española, nacida en Castellón el 15 de diciembre de 1849 y fallecida en París el 24 de diciembre de 1898. A lo largo de su vida, Sanz destacó no solo por su notable talento vocal, sino también por su participación en la sociedad y la corte española, marcada por su relación con el rey Alfonso XII. Con una voz potente y dramática, que le permitió sobresalir en papeles de gran complejidad, Sanz se convirtió en una de las figuras más queridas de la ópera durante la época de la Restauración española.
Orígenes y contexto histórico
Elena Sanz nació en un contexto que, aunque alejado de la realeza, estaba marcado por el acceso a la educación y la cultura. Hija de un funcionario, su vida dio un giro significativo cuando, a una edad temprana, comenzó a mostrar una notable inclinación hacia la música. Ingresó en el colegio de Niñas de Leganés, patrocinado por un influyente miembro de la corte, lo que le permitió acceder a una formación académica y musical. Inicialmente estudió solfeo y piano, pero su prodigiosa voz la llevó a ingresar al Conservatorio de Madrid, donde se formó bajo la tutela del reconocido maestro Baltasar Saldoni.
En 1868, su carrera dio un paso decisivo cuando debutó en el Teatro de Chambery en Francia, cantando en la ópera El Trovador. Para entonces, ya contaba con el apoyo de la reina Isabel II, quien, siendo desterrada en Francia, se convirtió en su benefactora. Isabel II no solo financió sus estudios en Italia y París, sino que también facilitó el encuentro de Sanz con figuras clave en su carrera, como el príncipe Alfonso, lo que marcaría el inicio de una relación con él que duraría varios años y que tendría un fuerte impacto en su vida y en la historia de España.
Logros y contribuciones
La carrera de Elena Sanz estuvo marcada por varios logros importantes que consolidaron su lugar en la historia de la ópera. Su talento le permitió interpretar papeles desafiantes en obras de compositores de renombre, y su nombre se asoció a algunas de las producciones más destacadas de la época.
Uno de sus mayores logros fue su interpretación de Doña Leonor en La favorita, una ópera de Donizetti. Este papel, uno de los más complejos en el repertorio operístico, permitió a Sanz destacar por su poderosa voz, ideal para las partes dramáticas. En varias ocasiones, cantó junto al tenor Julián Gayarre, quien fue un compañero habitual en sus actuaciones, lo que le permitió alcanzar una gran popularidad en la escena internacional.
Otro de los papeles que la hizo célebre fue Azucena en El Trovador, una ópera de Giuseppe Verdi, que también interpretó en múltiples escenarios europeos y sudamericanos. Su voz, que se ubicaba entre contralto y mezzosoprano, la hizo una de las mejores intérpretes de los papeles más dramáticos de la ópera italiana, con una capacidad para transmitir la emoción y la profundidad de los personajes que pocos podían igualar.
Entre sus otros logros destaca su participación en el estreno de la ópera Carlos V de Jacques Halévy en 1876, donde interpretó el papel de Odetta. En 1878, Sanz se presentó en el Teatro Real de Madrid, nuevamente con Julián Gayarre, en un repertorio que incluía La favorita, Rigoletto, Aida y El Trovador.
Momentos clave de su vida
Elena Sanz fue una figura cuya vida estuvo marcada por momentos significativos que, además de su carrera profesional, influyeron en su imagen pública.
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El inicio de su relación con Alfonso XII: En 1872, Sanz conoció al príncipe Alfonso en Viena, donde cantaba Rigoletto junto a la famosa soprano Adelina Patti. Esta relación, que surgió tras la muerte de la reina María de las Mercedes, fue uno de los escándalos de la época, y aunque nunca se formalizó, fue el gran amor de Alfonso XII, quien tuvo tres hijos con la cantante: Alfonso, Fernando y Jorge.
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Su exilio en París: A raíz de su relación con Alfonso XII y de los hijos que tuvo con él, el gobierno español se vio obligado a negociar su renuncia a cualquier derecho dinástico de los niños, lo que llevó a Sanz a abandonar España. A partir de ese momento, vivió en París, donde pasó los últimos años de su vida. La ciudad francesa fue su hogar hasta su muerte en 1898.
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Giras internacionales: Además de sus actuaciones en España, Sanz realizó varias giras internacionales por Brasil, Argentina, Rusia, Inglaterra y Francia, consolidándose como una de las figuras más importantes en el panorama operístico mundial.
Relevancia actual
La figura de Elena Sanz sigue siendo recordada no solo por su contribución al mundo de la ópera, sino también por su vínculo con la monarquía española y los acontecimientos que marcaron su vida personal. Aunque no ocupó un lugar destacado en los anales de la realeza, su relación con Alfonso XII y sus tres hijos, que pertenecían a la línea sucesoria, aseguraron que su nombre perdurara en la historia de España. Su legado, sin embargo, no se limita a su relación con la corte. Sanz dejó una huella indeleble en la ópera española e internacional, siendo una de las artistas más queridas por su talento y su capacidad para interpretar papeles complejos y emotivos.
Elena Sanz es un ejemplo de la intersección entre el arte y la política, donde la vida personal de la cantante se mezcló con los intereses y las intrigas de la monarquía de la Restauración española. Su voz y su historia siguen siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones de cantantes de ópera y para los historiadores interesados en la evolución de la ópera en España.
Con el paso del tiempo, su legado sigue siendo una parte fundamental de la historia de la ópera española y de la época en que vivió. La memoria de Elena Sanz sigue viva en los escenarios de los teatros y en los corazones de aquellos que aprecian el arte y la música.
MCN Biografías, 2025. "Elena Sanz (1849-1898). La cantante de ópera que cautivó al rey Alfonso XII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/sanz-elena [consulta: 29 de septiembre de 2025].