Sánchez Ferlosio, Rafael (1927-2019).
Escritor español, nacido en Roma (Italia) el 4 de diciembre de 1927 y fallecido en Madrid el 1 de abril de 2019, que en su juventud se reveló como un gran renovador de la novela española y más tarde se convirtió en uno de los grandes ensayistas de la literatura contemporánea. En 2004 le fue concedido el máximo galardón de las Letras españolas, el Premio Cervantes de Literatura.
Vida
Su padre, el escritor y periodista Rafael Sánchez Mazas, era corresponsal del diario ABC en la capital italiana. Luego se hizo falangista y llegó a ser ministro con Franco; sin embargo, sus hijos (entre ellos, Rafael) fueron siempre contrarios al franquismo.
El hecho de haber crecido rodeado de libros y escritores le animó a interesarse por la literatura desde muy temprana edad. Su padre le dio una buena educación, primero en el colegio de los jesuitas de Villafranca de los Barros (Badajoz) y luego en la Universidad Complutense de Madrid, donde el joven Rafael estudió Filosofía y Letras. Obtuvo el título de doctor, especializado en semiótica. Previamente, había empezado la carrera de Arquitectura, que pronto abandonó para dedicarse de lleno a las Letras.
Se dio a conocer como escritor a mediados del siglo XX, con una novela de gran aliento poético en la que intentaba profundizar en el mundo de la infancia (sobre todo, en el descubrimiento del mundo por parte de un niño que va despertando a la dura realidad).
Cuando publicó El Jarama (1956) se consagró como uno de los grandes narradores de su generación, sin haber cumplido aún los treinta años. Con esta novela ganó el Premio Nadal, el más importante de la narrativa española de la época. También consiguió el Premio Nacional de la Crítica.
Tras estos éxitos iniciales, Rafael Sánchez Ferlosio dejó de escribir y se dedicó durante veinte años a ampliar sus conocimientos. Estudió, sobre todo, filosofía, historia y gramática. Luego volvió a triunfar como novelista (sobre todo, con obras de gran imaginación) y ganó un merecido prestigio intelectual como autor de ensayos y artículos de gran profundidad, publicados en periódicos tan difundidos como El País y ABC. En 2002 fue investido doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid y dos años después recibió el Premio Cervantes de Literatura. En 2005 una exposición sobre su obra, titulada Rafael Ferlosio, escritor, recorrió España, Italia e Iberoamérica.
Estuvo casado con una escritora de su generación, Carmen Martín Gaite, con la que tuvo una hija.
Obra
La evolución de la obra de Rafael Sánchez Ferlosio fue, ciertamente, singular. Con sus dos primeras novelas (sobre todo, con la segunda, titulada El Jarama) se presentó como una de las voces más frescas y renovadoras de la prosa de su tiempo.
Sánchez Ferlosio se propuso llevar hasta extremos desconocidos una corriente que empezaba a ponerse de moda en la literatura europea de los años cincuenta: el realismo objetivo. Se trataba de contar las cosas con gran minuciosidad, para reflejarlas tal y como eran, sin que interviniese para nada el punto de vista del narrador (que es el que cuenta la historia). Los personajes tenían que hablar exactamente igual que lo hace la gente de la calle, en su vida cotidiana.
Luego, Sánchez Ferlosio dio un giro radical a su obra y escribió narraciones en las que predominaba la imaginación. Y, al mismo tiempo, se convirtió, con sus ensayos y artículos periodísticos, en uno de los intelectuales más críticos de la cultura española contemporánea.
Sánchez Ferlosio escribió novelas, cuentos, ensayos, artículos y poemas, pero lo más destacado de su obra fue la narrativa y el ensayo. Entre sus novelas destaca Industrias y andanzas de Alfanhuí (1951), llena de poesía e imaginación, que narra las experiencias de un niño y el comienzo de su formación; y El Jarama, una obra genial que sorprende por su sencillez.
En El Jarama, Sánchez Ferlosio se limitó a contar una excursión de dieciséis horas de unos jóvenes madrileños al río Jarama. No hay un protagonista ni una historia principal: el autor cuenta objetivamente lo que pasa y deja que los personajes se retraten a sí mismos por medio de sus hechos y dichos. Algunos críticos hablaron de «novela-magnetofón», pues Sánchez Ferlosio reflejaba tan bien el lenguaje coloquial, que parece que los personajes son hombres y mujeres de la calle, grabados en sus conversaciones de un día cualquiera.
En 2005 publicó El geco. Cuentos y fragmentos, una colección de quince textos ya publicados (escritos entre 1956 y 2004), más un texto inédito («Los príncipes concordes»), que demuestran la habilidad de Ferlosio para romper con los límites entre los géneros y fundir con maestría ensayo y narración, pensamiento y ficción.
Sus ensayos, artículos periodísticos y otras obras de pensamiento, géneros cuya consistencia siempre defendió el autor, están recogidos en libros como: Personas y animales en una fiesta de bautizo (1966), Las semanas del jardín (1974), obra en dos tomos donde experimenta con el lenguaje; Mientras los dioses no cambien nada habrá cambiado (1986), La homilía del ratón (1986), Vendrán más años malos y nos harán más ciegos (1993), Premio Nacional de Ensayo; El alma y la vergüenza (2000), recopilación de artículos y ensayos; La hija de la guerra y la madre de la patria (2002) y Non olet (2003), un nuevo texto ensayístico.
La revista Archipiélago publicó en su nº 31 (invierno de 1997) un monográfico dedicado a la figura de Sánchez Ferlosio, que, además, incluía dos textos inéditos del autor: el relato «Tópicos. El peso de la Historia» y las páginas autobiográficas «La forja de un plumífero»; en estas últimas confesó tener escrito doscientas o trescientas veces más de lo que había publicado.
En noviembre 2009 recibió el Premio Nacional de las Letras españolas por el conjunto de su obra.