Jacques Rivette (1928-VVVV). El cineasta que reinventó la narrativa audiovisual desde la Nouvelle Vague

Figura insoslayable de la Nouvelle Vague, Jacques Rivette es un director que cambió para siempre la forma de entender el cine europeo. Su pasión por la libertad narrativa, su constante ruptura con las convenciones del relato lineal y su enfoque introspectivo lo convirtieron en un artista esencial dentro del panorama cinematográfico francés del siglo XX.

Rivette no fue únicamente un innovador de formas, sino también un pensador profundo del lenguaje cinematográfico, cuya obra está marcada por el diálogo entre lo real y lo imaginario. Su trabajo influenció generaciones de cineastas y hoy se sigue estudiando como paradigma de experimentación artística en el séptimo arte.

Orígenes y contexto histórico

Nacido como Pierre Louis Rivette el 1 de marzo de 1928 en Rouen, ciudad del departamento de Seine Maritime, desde muy joven se sintió atraído por el cine y la crítica cinematográfica. Su formación y primeros pasos en la industria no pudieron tener mejores mentores: trabajó como asistente de directores legendarios como Jean Renoir, Jacques Becker, François Truffaut y Eric Rohmer, nombres fundamentales en el cine francés del siglo XX.

En paralelo a sus actividades en el set, Rivette se vinculó con la crítica cinematográfica. Escribió en revistas como La Gazette du cinéma, Arts y fue uno de los primeros colaboradores y más meticulosos críticos de Cahiers du Cinéma, publicación que sería el germen de la Nouvelle Vague. Su pluma, al igual que su cámara, buscaba reinterpretar los códigos del cine tradicional.

Logros y contribuciones

La carrera de Rivette como director comenzó con el cortometraje Aux quatre coins (1949), al que le seguirían obras como Le divertissement (1952) y Le coup du berger (1956). Aunque interesantes, estas obras apenas anticipaban la revolución creativa que propondría con su primer largometraje: Paris nous appartient (1960), en el que participaron Claude Chabrol y Jean-Luc Godard.

Rivette no se conformó con reproducir la estética de la Nouvelle Vague; su cine siempre buscó ir más allá. Lo demostró con La religiosa (1966), adaptación de la obra de Diderot que provocó un gran escándalo por su crítica a los abusos conventuales y por enfrentarse directamente a la censura.

Más allá del contenido, Rivette experimentaba con el tiempo fílmico, el espacio narrativo y la lógica interna del relato. Céline y Julie van en barco (1974) se convirtió en uno de sus filmes más celebrados por la crítica. Esta película, escrita junto a Juliet Berto, se construye como un laberinto que rinde homenaje a Alicia en el País de las Maravillas y marca una cima en su exploración de la línea entre fantasía y realidad.

Momentos clave

La carrera de Jacques Rivette estuvo marcada por momentos decisivos que definieron su estilo y legado. A continuación, un recorrido cronológico por algunos de ellos:

  • 1949: Realiza Aux quatre coins, su primer cortometraje.

  • 1960: Estrena su primer largometraje, Paris nous appartient, obra clave de la Nouvelle Vague.

  • 1966: El escándalo de La religiosa lo enfrenta con la censura, ganando notoriedad internacional.

  • 1974: Céline y Julie van en barco obtiene el Premio Especial del Jurado en el Festival de Locarno.

  • 1984: L’amour par terre ejemplifica su enfoque metanarrativo, donde el argumento es secundario ante la exploración del proceso creativo.

  • 1991: Presenta La bella mentirosa, protagonizada por Michel Piccoli, Emmanuelle Béart y Jane Birkin, en dos versiones distintas de duración.

  • 1993-1994: Lanza su ambicioso díptico sobre Juana de Arco, Jeanne la Pucelle, con Sandrine Bonnaire en el papel principal.

  • 1995: Con Haut bas fragile entra en el territorio del musical, al igual que Resnais, construyendo un drama en torno a tres mujeres cuyas vidas se cruzan en un night club.

Relevancia actual

Aunque Rivette no alcanzó nunca el nivel de popularidad masiva de algunos de sus contemporáneos, su obra ha sido objeto de creciente revalorización crítica y académica. Es considerado un director de directores, cuya influencia se deja ver en el cine independiente contemporáneo, tanto en Europa como en América.

Su obsesión por los personajes femeninos, tratados con una profundidad psicológica y emocional muy poco común en su época, lo posiciona como un creador adelantado a su tiempo. Rivette convertía a sus actrices en el centro mismo de la narración, extrayendo de ellas una gama emocional extraordinaria.

Su cine, deliberadamente abierto, ambiguo y contemplativo, requiere un espectador activo, lo que ha provocado que parte del público general lo perciba como inaccesible. Aun así, su contribución al arte cinematográfico es innegable, tanto por la calidad estética como por el atrevimiento conceptual de sus propuestas.

Filmografía destacada como director

Cortometrajes

  • 1949: Aux quatre coins

  • 1950: Le quadrille

  • 1952: Le divertissement

  • 1955: Charlie, 22 ans, trompette (codirigido)

  • 1956: Le coup du berger (guionista y actor)

  • 1974: Naissance et mort de Promethée, Essai sur l’agression

Largometrajes

  • 1960: Paris nous appartient (argumento y coguión)

  • 1966: La religiosa (coguión), Jean Renoir, le patron (actor)

  • 1968: L’amour fou (coguión)

  • 1970: Out One: noli me tangere (coguión)

  • 1971: Out One: Spectre (coguión)

  • 1974: Céline et Julie van en bateau (coguión)

  • 1976: Noroît, Duelle (ambas con coguión)

  • 1981: Le pont du Nord (coguión)

  • 1983: Merry-Go-Round (guión)

  • 1984: L’amour par terre (guión)

  • 1985: Hurlevent (guión)

  • 1988: La bande des quatre (guión)

  • 1991: La belle noiseuse, divertimento y La belle noiseuse (ambas con guión)

  • 1993: Jeanne la Pucelle: Les Batailles (guión)

  • 1994: Jeanne la Pucelle: Les Prisons (guión)

  • 1995: Lumière et compagnie, Haut bas fragile (guión)

  • 1998: Sécret défense (guión)

Otros trabajos

Rivette también se desempeñó como fotógrafo en Une visite y Berenice (1954), y fue meritorio en películas como French Can Can y Alí Baba y los 40 ladrones. Como actor, participó en Le château de verre (1950), La mémoire courte (1979) y Jacques Rivette, le veilleur (1990), un documental que analiza su figura.

Jacques Rivette permanece como uno de los nombres más respetados y singulares del cine francés. Su legado perdura en cada cineasta que se atreve a cuestionar las reglas narrativas y a explorar la libertad poética del lenguaje audiovisual.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Jacques Rivette (1928-VVVV). El cineasta que reinventó la narrativa audiovisual desde la Nouvelle Vague". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/rivette-jacques [consulta: 18 de octubre de 2025].