José Rivera Pérez «Riverita» (1947-2021). El torero gaditano a la sombra de una leyenda
José Rivera Pérez, conocido en el mundo taurino como «Riverita», fue un matador de toros español que, aunque vivió a la sombra de su hermano, el célebre Francisco Rivera Pérez «Paquirri», dejó su huella en el toreo andaluz del siglo XX. Su historia es la de un hombre que, pese a las adversidades, luchó por abrirse camino en una profesión marcada por el arte, el peligro y la pasión.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en Barbate (Cádiz) el 24 de febrero de 1947, José Rivera Pérez creció en el seno de una familia con profunda tradición taurina. Su padre, Antonio Rivera, fue novillero, y sus lazos familiares estaban estrechamente ligados a los ruedos: era hermano del reconocido torero Paquirri y tío del también torero Francisco Rivera Ordóñez. Esta herencia taurina no solo le abrió las puertas al mundo del toreo, sino que también marcó el rumbo de su trayectoria, condicionada constantemente por las comparaciones con su hermano menor, quien alcanzó la cima del escalafón taurino.
En un contexto donde el toreo era todavía una institución cultural de primera línea en España, los años sesenta y setenta fueron testigos del auge de grandes figuras del toreo. En ese entorno competitivo y exigente, Riverita intentó consolidar su propio nombre, enfrentándose no solo a toros, sino a las expectativas y la sombra de una leyenda viva.
Logros y contribuciones
Riverita debutó con traje de luces en junio de 1962, en la plaza de toros de su pueblo natal, Barbate. Este primer paso marcó el inicio de una carrera novilleril discreta pero constante, forjada en plazas andaluzas y caracterizada por el esfuerzo y la superación personal. Uno de los momentos más destacados de esta primera etapa fue su presentación en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, el 13 de junio de 1965. En aquella tarde compartió cartel con Aurelio Núñez y Francisco Ruiz «Limones», lidiando un encierro de la ganadería de José Benítez Cubero.
Su alternativa como matador de toros tuvo lugar el 1 de septiembre de 1967, en la plaza de toros de El Puerto de Santa María. Ese día recibió los trastos de manos del torero murciano Miguel Mateo Salcedo «Miguelín», para enfrentarse a un toro de la ganadería de Concha y Sierra llamado Sabuco. Fue testigo de esta ceremonia el espada sevillano Diego Puerta Diánez. En esta jornada memorable, Riverita logró cortar una oreja al último toro, dejando ver destellos de su habilidad taurina.
A pesar de sus esfuerzos, su carrera no logró alcanzar grandes cotas de popularidad ni continuidad, limitándose a participaciones esporádicas en el ruedo, muchas veces eclipsadas por el éxito y carisma de su hermano.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, algunos momentos destacan por su importancia y por el simbolismo que representan en la vida de Riverita:
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1962: Debut con picadores en Barbate, su ciudad natal.
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1965: Presentación en Las Ventas, la plaza más importante del mundo taurino.
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1967: Alternativa en El Puerto de Santa María con la presencia de figuras reconocidas.
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1968-1970: Años de actividad intermitente, con escaso número de corridas (2 en 1968, 3 en 1969, y 6 en 1970).
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1980: Reaparición en Vinaroz (Castellón), donde compartió cartel con su hermano Paquirri y Dámaso González Carrasco. Cortó una oreja a un toro de Cebada Gago.
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1985: Nueva reaparición tras la trágica muerte de Paquirri. Esta temporada le trajo algunos de sus pocos triunfos notorios.
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1986: Retiro definitivo, salvo participaciones puntuales en festivales benéficos o eventos especiales.
Estos hitos, aunque discretos, muestran la tenacidad y pasión de Riverita por el arte del toreo, pese a las dificultades y al peso del apellido que llevaba.
Relevancia actual
La figura de José Rivera Pérez «Riverita» sigue siendo recordada por los aficionados al toreo no solo por su linaje, sino también por su actitud humilde y perseverante frente a un destino marcado por comparaciones constantes. Su carrera no fue brillante en cifras, pero sí significativa desde el punto de vista humano y cultural.
En la actualidad, su nombre se vincula inevitablemente con la saga de los Rivera, una de las dinastías más emblemáticas del toreo español. Su sobrino, Francisco Rivera Ordóñez, ha llevado el apellido Rivera a nuevas generaciones de aficionados, consolidando una herencia que Riverita también ayudó a cimentar desde los ruedos, incluso si fue en un segundo plano.
Además, el recuerdo de su vida y trayectoria forma parte de la memoria colectiva de Barbate, su localidad natal, donde su figura es recordada como símbolo de una tradición taurina profundamente arraigada.
Su legado no reside tanto en los trofeos obtenidos como en la resiliencia demostrada, en el amor por el toreo y en la fidelidad a una vocación que, aun sin coronas de gloria, vivió con entrega hasta el final.
José Rivera Pérez falleció el 22 de enero de 2021 en Barbate, el mismo lugar donde vio la luz por primera vez. Su muerte cerró un ciclo vital y taurino que forma parte del relato íntimo del toreo andaluz de la segunda mitad del siglo XX. Un torero que, pese a las adversidades, nunca renunció a la arena.
MCN Biografías, 2025. "José Rivera Pérez «Riverita» (1947-2021). El torero gaditano a la sombra de una leyenda". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/rivera-perez-jose [consulta: 24 de junio de 2025].