Per Afán de Rivera (1508-1571), el virrey de Nápoles que frenó epidemias, hambre y guerras

El siglo XVI fue una época de profundos cambios políticos, religiosos y sociales en Europa. Dentro de este contexto, Per Afán de Rivera se destacó como uno de los virreyes más eficaces y populares de la monarquía hispánica, dejando una huella imborrable en el Reino de Nápoles. Su legado, marcado por una gestión ejemplar y decisiones que salvaron vidas, lo ha convertido en una figura clave en la historia del virreinato napolitano.

Orígenes y contexto histórico

Per Afán de Rivera nació en 1508, en un momento de consolidación del poder imperial de la monarquía española bajo la Casa de Austria. Fue contemporáneo de Carlos I (también emperador como Carlos V) y de su hijo Felipe II, bajo cuyo reinado desarrolló su carrera más relevante como gobernador virreinal.

El Reino de Nápoles, incorporado a la Corona española desde inicios del siglo XVI, era uno de los territorios más estratégicos para el dominio del Mediterráneo occidental. Gobernar esta región requería habilidades diplomáticas, militares y administrativas excepcionales, debido a las constantes amenazas externas —especialmente por parte del Imperio Otomano— y a la complejidad interna del territorio, atravesado por tensiones sociales y económicas.

La designación de Rivera como virrey no fue casual. Se trataba de un hombre de confianza de Felipe II, bien formado y con una clara vocación de servicio público. Su llegada a Nápoles se produjo en una etapa especialmente difícil, en la que se entrecruzaban desafíos sanitarios, militares y económicos.

Logros y contribuciones

El gobierno de Per Afán de Rivera en Nápoles fue ejemplar en muchos sentidos. Su capacidad de gestión, prudencia política y sensibilidad social lo convirtieron en un administrador querido y respetado tanto por las élites como por el pueblo llano. Entre sus logros más destacados se encuentran los siguientes:

1. Solución a la carestía de alimentos

En un contexto en el que la escasez de granos amenazaba con provocar hambrunas generalizadas, Rivera actuó con rapidez y eficacia. Organizó grandes compras de granos procedentes de otras regiones, lo que permitió estabilizar el abastecimiento y evitar disturbios y muertes por inanición.

Esta acción fue considerada un ejemplo de buen gobierno, no solo por su resultado inmediato, sino por la forma en que se ejecutó: con transparencia administrativa y sentido humanitario. Su intervención en este ámbito consolidó su imagen de virrey comprometido con el bienestar de sus gobernados.

2. Control de una epidemia devastadora

Otra de las pruebas más duras a las que tuvo que hacer frente fue una epidemia que azotó Nápoles durante su mandato. Frente al avance de la enfermedad, Rivera adoptó medidas sanitarias innovadoras para la época, incluyendo el aislamiento de focos, cuarentenas, mejoras en la limpieza urbana y la atención médica a los sectores más vulnerables.

Gracias a su actividad incansable y decisiones acertadas, logró detener los progresos de la epidemia, minimizando su impacto mortal. Esta actuación reforzó su reputación como líder eficaz y protector.

3. Defensa frente a los turcos

Durante su virreinato, las costas del sur de Italia estaban constantemente amenazadas por incursiones turcas. En un episodio especialmente crítico, los otomanos intentaron un desembarco militar en las costas napolitanas. Per Afán de Rivera organizó la defensa y rechazó el ataque, garantizando la seguridad del reino y enviando un mensaje firme al enemigo.

Su liderazgo militar en esta ocasión fue fundamental para mantener la estabilidad de la región, lo que le valió reconocimiento dentro y fuera del territorio napolitano.

4. Oposición a la inquisición en Nápoles

En un tiempo en que la Inquisición se extendía por diversos dominios hispánicos, Rivera se opuso al establecimiento de esta institución en Nápoles. Su negativa fue vista como un gesto de autonomía y respeto hacia las particularidades del Reino de Nápoles, donde existía una arraigada tradición jurídica distinta a la de Castilla.

Esta posición le granjeó aún más el respeto de la población local, especialmente entre los juristas, nobles y ciudadanos preocupados por la conservación de sus libertades. Rivera demostró con ello una visión política audaz y humanista, anticipándose a conflictos que en otras regiones causarían graves divisiones sociales.

5. Obras públicas y mejora urbana

El virrey también impulsó numerosas obras de utilidad pública, como la reparación y construcción de caminos, la mejora del sistema de abastecimiento de agua y la edificación de hospitales. Estas iniciativas no solo dinamizaron la economía local al generar empleo, sino que también elevaron la calidad de vida de la población.

El énfasis en la infraestructura pública revela un enfoque de gobierno orientado a la mejora sostenida de las condiciones materiales de la ciudad y del reino, una visión moderna que trascendía los intereses meramente militares o fiscales.

Momentos clave del virreinato de Per Afán de Rivera

A continuación, se enumeran algunos de los episodios más significativos del gobierno de Per Afán de Rivera como virrey de Nápoles:

  • Gran carestía de alimentos: Rivera la resolvió mediante la compra de granos y su distribución equitativa.

  • Epidemia en Nápoles: Implementó medidas sanitarias preventivas y logró contener su expansión.

  • Ataque turco en las costas napolitanas: Organizó la defensa y rechazó el desembarco enemigo.

  • Rechazo de la inquisición española: Protegió la autonomía jurídica del reino.

  • Impulso de obras públicas: Mejoró infraestructuras clave como caminos, hospitales y acueductos.

Cada uno de estos momentos no solo evidencia su capacidad de gestión, sino también su compromiso con los principios de justicia, humanidad y eficiencia administrativa.

Relevancia actual

La figura de Per Afán de Rivera sigue siendo relevante como ejemplo de liderazgo ético y eficaz en tiempos de crisis. Su administración en Nápoles se estudia como modelo de buen gobierno en la historia del virreinato español en Italia. En un contexto donde muchos virreyes actuaban con despotismo o tenían gestiones opacas, Rivera se destacó por su integridad, eficacia y humanidad.

Actualmente, su legado forma parte del patrimonio histórico de Nápoles, donde es recordado como uno de los virreyes más queridos y respetados. También representa una etapa de la historia en la que los lazos entre España e Italia estuvieron marcados por una colaboración fructífera y no solo por la dominación política.

A través de su negativa a la inquisición, su defensa de la población ante la guerra y la enfermedad, y sus políticas sociales, Per Afán de Rivera se convierte en un referente para el estudio del poder político entendido como servicio al bien común. Su figura invita a reflexionar sobre la posibilidad de gobernar con firmeza, pero también con empatía y sentido de justicia.

La vida y obra de Per Afán de Rivera muestran que, incluso en tiempos de profundas tensiones religiosas, conflictos bélicos y catástrofes sanitarias, es posible dejar una huella positiva, duradera y profundamente humana en la historia.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Per Afán de Rivera (1508-1571), el virrey de Nápoles que frenó epidemias, hambre y guerras". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/rivera-per-afan-de [consulta: 27 de septiembre de 2025].