Richardson, Tony (1928-1991).


Director de cine y teatro británico, nacido en Shipley, Yorkshire (Gran Bretaña) el 5 de junio de 1928, y fallecido el 15 de noviembre de 1991 en Los Angeles (California). Tras estudiar en la Universidad de Oxford, su vida inicia una etapa activa en el mundo del teatro, al que permanecerá vinculado a lo largo de toda su vida. Colabora en revistas de cine como Sequence, en la que hay que buscar el germen del movimiento británico conocido como “Free Cinema”, iniciativa que pretendió, y en cierto modo consiguió, renovar el estilo narrativo del cine inglés durante los años sesenta.

El inspirador de este movimiento fue el por entonces joven dramaturgo John Osborne, amigo de Richardson, que se convertiría en el guionista de sus primeras películas. Los dos coincidieron en el Royal Court Theatre, que fue el marco en que “los jóvenes airados” -que es como se denominaron los escritores cuya labor fue germinal para el cine británico de aquellos años- desarrollaron una buena parte de sus actividades.

Richardson empieza su vida en el cine codirigiendo con Karel Reisz, director checo afincado en Inglaterra, el cortometraje Momma Don´t Allow (1955). Posteriormente funda una productora, la Wooddfall Films, antes de embarcarse en la dirección de películas de larga duración.

El cine de Richardson pretende ser una indagación sobre la problemática de una sociedad que empezaba a olvidarse de la Segunda Guerra Mundial. Mientras, la juventud irrumpía con fuerza y renovaba las estéticas y los modos de comunicación con una apariencia revolucionaria.

Su primer trabajo, Mirando hacia atrás con ira (1959), tiene una gran repercusión, aunque el tiempo transcurrido se deja notar. Está basada en la obra del mismo título de Osborne, y es punto de referencia del “Free Cinema”. A ella le sigue en interés La soledad del corredor de fondo (1962), basada en una novela de Allan Sillitoe, otro de los referentes de este periodo por su carga crítica contra las instituciones británicas. Un actor, Tom Courtenay, será al mismo tiempo el más representativo, como intérprete, del mismo movimiento.

El momento culminante llega para Richardson cuando rueda Tom Jones (1963), que tiene en su origen una novela clásica de Henry Fielding. Su tema irónico, socialmente crítico, junto con cierta sensualidad atrevida para los años sesenta y la excelente dirección artística, hacen que obtenga el Oscar de Hollywood. El papel principal fue encomendado a Albert Finney, quien a partir de esta interpretación consiguió un lugar relativamente importante entre los actores de los años sesenta y setenta.

El éxito abre las puertas a Tony Richardson, pero su carrera posterior va a estar llena de altibajos. Rueda varias adaptaciones de novelas, como Los seres queridos (1965) y otros títulos inspirados por Marguerite Duras;DURAS, MARGUERITE o Jean Genet. Con La última carga (1968) parece recuperar el pulso. Se trata de una nueva versión del clásico que realizara Michael Curtiz con Errol Flynn. El año de su rodaje es propicio a todo tipo de experimentos y de nuevas lecturas, como consecuencia de los acontecimientos que se suman de cualquier forma a la revuelta estudiantil de mayo en París. El film tiene notables diferencias con el que rodara su antecesor. En primer lugar, Curtiz cierra su trabajo con la famosa carga de la Brigada Ligera de caballería inglesa en Balaclava, pero la mayor parte de la película transcurre en la India. En segundo lugar, la narración está llena de un sentido heroico muy en la línea de Kipling. Su interpretación se confió a dos representantes típicos del star-system como eran Flynn y de Havilland. Richardson organizó su film desde pautas muy distintas: acudió a una vena humorística, de profunda raíz sarcástica; criticaba a las instituciones tradicionales (ejército, gobierno, etc.); su estética pretendía ser un reflejo de los nuevos gustos ingleses y europeos que corrían por Europa al socaire de los movimientos de mayo del 68. El guión se debió a la pluma de su amigo John Osborne. Aunque no se le dejaron de recocer méritos, La última carga no sirvió para renovar o confirmar el prestigio de su director más que de una manera relativa.

La carrera del director británico entró entonces en un declive irremediable. Continuó con su afición por las adaptaciones literarias, entre las que cabe señalar Risa en la oscuridad (1969), sobre un texto de Vladimir Nabokov. Dirige también un western un tanto original con Micke Jagger, Ned Kelly (1970), ambientado en Australia, para, de vuelta a la literatura, rodar A delicate balance (1973), apoyada en el prestigio literario que por entonces detentaba Edward Albee.

Su fallecimiento se produjo en 1991, cuando estaba trabajando en Las cosas que nunca mueren (1990), una cinta que algunos consideran como una recuperación de sus prometedor comienzo. La película se estrenaría tres años más tarde y el trabajo en ella de Jessica Lange le valió el Oscar a la Mejor Actriz.

Tony Richardson mantuvo una conocida unión sentimental con la actriz francesa Jeane Moreau, con quien trabajó en Mademoiselle (1966) y The sailor from Gibraltar (1967).

Filmografía.

Cortometrajes.

1955: Momma, don’t allow (codirector).1967: Red and blue (y guión).

Largometrajes.

1959: Mirando hacia atrás con ira.1960: El animador.1961: Réquiem por una mujer; Un sabor a miel (y productor y coguión).1962: La soledad del corredor de fondo (y productor).1963: Tom Jones (y productor).1965: Los seres queridos.1966: Mademoiselle (y coguión).1967: Sailor from Gibraltar (y coguión).1968: La última carga.1969: Hamplet (y guión); Risa en la oscuridad.1970: Ned Kelly (y coargumento y coguión).1973: A delicate balance.1974: Dead cert (y coguión).1976: Joseph Andrews (y argumento).1981: La frontera.1984: El hotel New Hampshire.1990: Las cosas que nunca mueren.

Como productor.

1960: Sábado noche, domingo mañana.1964: Girl with green eyes.

Bibliografía.

  • Richardson, T.: Tom Jones, Barcelona: Aymá, 1966.