Karel Reisz (1926-2002). El genio del cine británico que rompió con la tradición

Karel Reisz fue uno de los nombres más influyentes del cine británico, y su obra marcó una época de renovación en la industria cinematográfica del Reino Unido. Nacido el 21 de julio de 1926 en Ostrava, en lo que entonces era Checoslovaquia, y fallecido el 25 de noviembre de 2002 en Londres, Reisz se destacó por ser un innovador, tanto en el campo de la dirección como en el montaje cinematográfico. Su enfoque radical y su participación activa en el movimiento del «Free Cinema» lo convirtieron en una de las figuras más respetadas del cine moderno.

Orígenes y contexto histórico

Karel Reisz nació en el seno de una familia judía en Ostrava, una ciudad en lo que hoy es la República Checa. Sin embargo, su vida tomó un giro significativo cuando, poco antes de la invasión nazi en 1939, sus padres decidieron enviarlo a Inglaterra. Tenía solo 12 años cuando dejó su tierra natal, y a partir de entonces nunca volvería a ver a sus padres, quienes murieron en el Holocausto. Este traumático episodio formó parte de su biografía y afectó su visión del mundo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Reisz se alistó en el ejército británico, donde se convirtió en piloto de caza en el escuadrón checo de la Royal Air Force (RAF). Esta experiencia le dejó una huella indeleble y más tarde influiría en su cine, que a menudo exploraba los temas de la alienación, la identidad y la lucha personal.

Tras la guerra, Reisz se dedicó a estudiar química en la Universidad de Cambridge, aunque pronto abandonó su carrera científica para embarcarse en una vida académica y artística. Enseñó gramática durante dos años y luego se dedicó a la escritura. A principios de la década de 1950, comenzó a colaborar con la crítica cinematográfica en la revista Sequence, donde trabó una relación profesional con el cineasta Lindsay Anderson. Juntos serían figuras clave en el movimiento del «Free Cinema», que se rebeló contra las formas académicas del cine británico.

Logros y contribuciones

Karel Reisz se convirtió en uno de los fundadores del movimiento cinematográfico británico conocido como «Free Cinema», un movimiento que abogaba por un cine más libre y realista, alejado de las convenciones de la industria. El «Free Cinema» nacía como respuesta a la rigidez del cine británico tradicional, al que los cineastas de este movimiento criticaban por ser demasiado académico y alejado de la realidad social.

La primera muestra importante de este enfoque fue el documental Momma Don’t Allow (1955), una colaboración entre Reisz y Tony Richardson, que narraba la historia de un club de jazz del norte de Londres. Este trabajo sería el pilar que más tarde inspiraría una serie de películas que desafiaron las normas establecidas. A este documental le siguió We Are The Lambeth Boys (1958), un retrato de la vida de los jóvenes de clase obrera londinense. Este trabajo fue patrocinado por la Ford Motor Company y mostró el tipo de cine realista que caracterizaría todo el movimiento.

En 1960, Reisz realizó su primer largometraje de ficción, Sábado noche, domingo mañana, una de las películas más representativas del «Free Cinema». Esta obra introspectiva y cómica introdujo una nueva forma de narración que se alejó de las estructuras tradicionales del cine británico. El éxito de Sábado noche, domingo mañana permitió que se hicieran otras películas en un estilo similar, como La naranja mecánica o Absolute beginners.

A partir de los años 60, Karel Reisz se dedicó a adaptar obras literarias al cine. Entre sus trabajos más importantes se encuentran Morgan, un caso clínico (1966), una comedia negra sobre un hombre obsesionado con Karl Marx y los gorilas. La película fue un éxito en el Festival de Cannes, donde Vanessa Redgrave ganó el premio a la mejor actriz. Este éxito consolidó la carrera de Reisz en el cine internacional.

La década de 1970 fue igualmente fructífera para el director. En 1974, dirigió El jugador, una adaptación de la obra de Dostoyevski en la que James Caan interpretó a un profesor con problemas de ludopatía. Esta actuación le valió una nominación al Globo de Oro. Más tarde, en 1978, dirigió Nieve que quema, una película sobre un veterano de Vietnam, protagonizada por Nick Nolte, que le permitió profundizar en su enfoque sobre el montaje cinematográfico.

Uno de los mayores logros de Reisz llegó en 1981, con la adaptación cinematográfica de la novela La mujer del teniente francés de John Fowles. La película, que protagonizaron Jeremy Irons y Meryl Streep, fue una obra innovadora en términos de montaje, ya que Reisz respetó los dos finales de la novela, creando una estructura de película dentro de la película. El trabajo de Streep le valió numerosos premios, incluido el Globo de Oro, mientras que la película recibió varias nominaciones a los premios más importantes del cine.

En la década de 1980, Reisz continuó su carrera con películas de gran impacto, como Dulces sueños (1985), una biografía de la cantante de música country Patsy Cline, protagonizada por Jessica Lange. Esta obra le valió a Lange una nominación al Oscar. Posteriormente, en 1990, dirigió Todo el mundo gana, un drama psicológico con guion de Arthur Miller, que combinaba elementos de realismo mágico y suspense.

Momentos clave en su carrera

A lo largo de su carrera, Karel Reisz dirigió y produjo una serie de películas que se convirtieron en clásicos del cine contemporáneo. Algunos de los momentos más destacados de su carrera incluyen:

  1. Momma don’t allow (1955) – Codirección con Tony Richardson.

  2. Sábado noche, domingo mañana (1960) – Uno de los filmes más representativos del «Free Cinema».

  3. Morgan, un caso clínico (1966) – Película que le dio reconocimiento internacional.

  4. La mujer del teniente francés (1981) – Una obra maestra del cine británico con un innovador enfoque narrativo.

  5. Dulces sueños (1985) – Biografía de la cantante Patsy Cline, protagonizada por Jessica Lange.

Relevancia actual

El legado de Karel Reisz sigue siendo relevante hoy en día, especialmente en el campo del cine independiente y experimental. Su contribución al «Free Cinema» abrió las puertas para que nuevos cineastas británicos experimentaran con formas de narración más flexibles y realistas. La influencia de su estilo de montaje y su capacidad para abordar temas complejos como la alienación y la identidad sigue presente en muchos de los cineastas actuales.

Reisz no solo fue un innovador en términos de la dirección, sino también en lo que respecta al montaje cinematográfico. Su visión sobre cómo las historias pueden ser contadas de manera no lineal y su enfoque en el montaje paralelo fueron fundamentales para que el cine británico se liberara de las formas tradicionales y se abriera a nuevas posibilidades narrativas.

Hoy en día, cineastas y críticos siguen estudiando su trabajo como un referente en la evolución del cine británico y mundial. A pesar de que su nombre no siempre aparece en la primera línea de los grandes cineastas de la historia del cine, su influencia en la industria es indiscutible.

Karel Reisz pasó a la historia como uno de los pilares del cine moderno. Junto a figuras como Tony Richardson y Lindsay Anderson, ayudó a dar forma a una nueva era en la cinematografía británica, marcada por un enfoque más auténtico y experimental que rompía con la rigidez del cine académico de la época.


Bibliografía

  • CATTINI, A.: Karel Reisz, Firenze: La Nuova Italia, 1985.

  • REISZ, K.: Técnica del montaje cinematográfico, Madrid: Taurus, 1980.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Karel Reisz (1926-2002). El genio del cine británico que rompió con la tradición". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/reisz-karel [consulta: 28 de septiembre de 2025].