Puig I Cadafalch, Josep (1867-1957).


Arquitecto español nacido en Mataró, Barcelona, el 17 de octubre de 1867 y muerto en Barcelona el 23 de diciembre de 1957. Destacado urbanista, arqueológo, docente, historiador de arte y político en Cataluña. Fue discípulo de Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch fue uno de los máximos representantes de la arquitectura modernista catalana.

Sus estudios de bachillerato los realizó en el Colegio de los Padres Escolapios de Santa Ana, en Mataró, y se licenció en ciencias físico-matemáticas en la Universidad de Barcelona. Posteriormente, se doctoró en Madrid en 1888. Los estudios de arquitectura los realizó en las Escuelas Superiores de Arquitectura de Barcelona y Madrid, y consiguió su título profesional en 1891. Siendo alumno aún de la Escuela Provincial de Arquitectura de Barcelona, se distinguió con sus proyectos de una iglesia votiva dedicada a la Santísima Trinidad, de planta triangular (1890-91) y de un puente monumental que presentó para el ejercicio de la reválida.

Fue nombrado arquitecto municipal de su ciudad natal, donde contribuyó a fundar la Biblioteca Pública y el Museo Arqueológico, y trabajó para el desarrollo de la Escuela de Artes y Oficios. También realizó el proyecto del mercado cubierto y la red de alcantarillado. A los seis años de finalizar su carrera, las obras que tenía en proyecto le impedían ejercer sus cargos de arquitecto municipal de Mataró y de profesor de las varias clases que enseñaba en la Academia, por lo que se vio obligado a renunciar a ambos cargos y aceptó entonces el de catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, donde regentó las cátedras de Hidráulica y de Resistencia de materiales.

Desde su época de estudiante, Puig y Cadafalch se distinguió por su faceta nacionalista. Participó en la Primera Asamblea de la Unión Catalanista de Manresa en 1892. También fue redactor en el periódico La Renaixensa, escribiendo junto a Carner, Enric Prat de la Riba, Durán y muchos otros, los cuales formarían más adelante el grupo nacionalista que fundó el periódico La Veu de Catalunya. Como nacionalista, también participó activamente en la política de su tiempo. Fue el cofundador de la Lliga Regionalista en 1901 y fue miembro de su Comité de Acción Política.

Entre 1902 y 1905 fue edil del Ayuntamiento de Barcelona, y llevó a la práctica la descentralización del servicio de Bellas Artes y el saneamiento del suelo y subsuelo de la ciudad. También constituyó la Junta Autónoma de Museos en 1902, ampliada en 1907 ya con la participación de la diputación provincial.

En las elecciones de la Solidaridad de 1907 fue elegido diputado a Cortes por Barcelona, y defendió en el Congreso sus ideas nacionalistas; más tarde y debido a las enemistades que se granjeó a causa de su discurso nacionalista, centró sus críticas al gobierno fundamentalmente en temas de educación. Al finalizar su mandato en el Congreso, fue elegido diputado provincial por Barcelona. En ese cargo ayudó a Prat de la Riba en sus reformas culturales. Como diputado destacó principalmente en la promoción de la enseñanza técnica. En marzo de 1917 fue reelegido diputado de nuevo, y cuando se instauró la Mancomunidad de Cataluña, fue elegido como diputado de la misma el 14 de mayo de 1917. Tras el fallecimiento de Prat de la Riba ese mismo año, Puig y Cadafalch fue nombrado para sustituirle en la presidencia de la Mancomunidad el 29 de noviembre de 1917, cargo que ostentó hasta 1924. Desde este puesto, organizó y presidió la Junta de Museos de Barcelona, hizo instalar el Museo de la Ciudadela e inició las excavaciones arqueológicas en Ampurias. También impulsó la extensión de la red telefónica, estableció las bibliotecas populares además de difundir técnicas agrícolas y ganaderas. Inició la publicación de mapas geográficos y políticos, creó el Servicio Meteorológico, las Escuelas de Altos Estudios Comerciales, la Escuela de Industrias de Tejidos de Punto en Canet de Mar, y las Escuela de Enfermeras. Estableció la Oficina de Estudios Jurídicos y el Laboratorio de Psicología Experimental. Durante su primer mandato organizó eficazmente la campaña pro estatuto de autonomía pero el parlamento lo rechazó.

El golpe de estado de Primo de Rivera provocó la sustitución de los diputados provinciales que habían sido elegidos por el pueblo, por otros diputados en la Manconumidad más a gusto del dictador, presidida desde 1924 por Alfons Sala, que comenzó una campaña de descrédito contra Puig y los anteriores diputados, y sobre todo una persecución contra los funcionarios más significativos en el campo educativo.

El Ayuntamiento, muy influido por Primo de Rivera, lo destituyó como arquitecto de la Exposición Internacional de 1929. Con la Segunda República sus actividades políticas disminuyeron y el inicio de la Guerra Civil le obliga a salir del país. Se estableció en París y después en Rosselló, donde continuó con sus estudios sobre el románico. Después de la guerra civil, le fue prohibido el ejercicio de la profesión de arquitecto.

Obra literaria e investigación

Paralelamente a la realización de sus trabajos de arquitectura y a su carrera política, Puig i Cadafalch fue un infatigable investigador e historiador.

Entre sus 161 trabajos publicados, destaca la más importante de sus publicaciones: la monumental historia del arte románico catalán titulada L’arquitectura romanica a Catalunya. Publicada en tres volúmenes por el Institut d’Estudis Catalans entre 1909 y 1918, y escrita en colaboración con los arquitectos A. de Falguera y J. Goday, la obra fue premiada en 1907 en el concurso de Martorell, y recibió el premio Raul Dusseigneur de la Academia de Inscripciones y Bellas Artes de París. El primer volumen está dedicado a la arquitectura romana y paleocristiana de Cataluña, sirviendo como introducción al volumen segundo, en el cual se estudia la arquitectura entre los siglos IX a XI. El último volumen se dedica a la arquitectura románica entre los siglos XII y XIII. La importancia de la obra radica en que es la primera investigación en la cual se unen todos los monumentos y edificios pertenecientes al románico catalán, de una forma minuciosa y precisa; además, gracias a este estudio, se puede seguir la influencia que tuvieron en Cataluña las corrientes del arte medieval europeo.

Algunas de sus otras obras destacadas son La geografia i els origens del primer art romànic, publicada en 1930, La place de la Catalogne dans la geographie et la chronologie du premier art roman (1932), L’architecture gothique civile en Catalogne (1935) y L’escultura romànica a Catalunya (1949).

Estas publicaciones teóricas le hicieron ganar un prestigio y reconocimiento internacional destacado. En su período de exilio en Francia impartió clases en la Universidad de La Sorbona en 1925, en Harvard y Cornell al año siguiente, y en el Institut d’Art et Arquélogie de la Universidad de París en 1930 gracias a la Fundación Cambó. Presentó comunicaciones en el Congreso Arqueológico de Francia en Carcassonne en 1906, en los Congresos Internacionales de Historia del Arte de París (1921) y Roma (1922) y al Congreso de Estudios Bizantinos de Bucarest (1924) y Belgrado (1927).

Su trayectoria como arquitecto, historiador y docente fue reconocida con las numerosas distinciones académicas que le fueron concedidas, entre las que cabe señalar los doctorados honoris causa concedidos por las universidades de Turín, Harvard, Barcelona, Friburg en 1923, París en 1930, y Toulouse en 1949.

Obra arquitectónica

Una de sus primeras obras destacadas, la Casa Martí, es un edificio de estilo gótico nórdico con adaptaciones personales realizado entre 1894 y 1895. Frances Martí i Puig le realiza el encargo de construir una casa de pisos de alquiler en la calle Montsió. La casa expresa a través del desarrollo de los modelos medievales la doble condición de historiador y de arquitecto que poseía Puig. En 1897, el inmueble acoge en la planta baja el bar restaurante Els Quatre Gats, centro neurálgico de intelectuales, artistas y dramaturgos modernistas y lugar donde se hablaba de todo aquello que acontecía a la vida cultural de la Barcelona de la época. A pesar de su existencia efímera, ya que fue cerrado en 1903, Els Quatre Gats jugó un papel esencial de catalizador en la modernización de la sociedad y de la cultura catalana.

El hierro era uno de los elementos decorativos que caracterizaba las obras de Puig y Cadafalch. Destacan las rejas de la Casa Martí, forjadas por Manuel Ballarín, y la Cruz del Quinto Misterio de Dolor del Rosari Monumental, que se localiza en el camino a la cueva de Montserrat (1896).

En la conocida Illa de la Discòrdia, donde se concentran cuatro de los edificios más famosos y emblemáticos del modernismo barcelonés, construidos entre 1900 y 1910, se ubica la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch, al lado de la Casa Batlló, de Gaudí, las dos en el Paseo de Gracia, y en la misma manzana de la Casa Lleo Morera, de Domènech i Montaner. La Casa Amatller, construida entre 1898 y 1900 pertenece al primer período de Puig i Cadafalch. El fabricante de chocolate Antoni Amatller le realizó el encargo de reconstruir un edificio ya existente, añadiéndole algunos elementos como fueron la fachada. En ésta se mezclan elementos de estilo gótico con motivos de arcadas y artesanías policromadas específicas de la arquitectura catalana, mientras que los detalles escultóricos están inspirados en la iconografía vernácula. La fachada está rematada con un frontón cuya silueta es de evidente influencia nórdica.

La Casa Terrades (1904-1905), hoy conocida como Casa de Les Punxes, es su trabajo más wagneriano. Esta casa es un conjunto histórico edificado sobre terreno irregular. Fue construida en ladrillo rojo con adornos de piedra labrada y rematada con dos torres que evocan la arquitectura gótica civil de la Europa del Norte.

También utilizó ladrillos en otra de sus construcciones. En la fábrica de textiles Casarramona, construida en 1911 al pie del Montjuïc, aprovechó completamente las posibilidades de construcción del sistema de cohesión de muros, una técnica usada en Cataluña desde el siglo XIV y aplicó las fórmulas del modernismo en un edificio industrial.

Puig ponía mucha atención en el interior de sus edificios. Esquinas oscuras, ocultación de luz a través de celosías, cristales tintados, galerías de cristal en las fachadas, patios centrales, vestíbulos encolumnados con claraboyas de cristales de colores, son significativos de muchas de sus construcciones. Pero no es solo el tema de la luz el que caracteriza la comodidad y el confort de sus interiores: es el tratamiento limpio que confiere a los elementos que componen las habitaciones, además de la articulación visual de los espacios, la cual mitiga la excesiva monumentalidad de muchos de sus trabajos. Uno de los mejores ejemplos de esto es su propia casa en Argentona, construida entre 1897 y 1900, que es el resultado de la unión de tres casas de la villa; en este edificio, la continuidad de los espacios le otorga un inusual estilo orgánico.

En contraste y paralelamente a la modernista “evocación del Norte”, Puig i Cadafalch comenzó a adoptar temas locales populares e históricos, y evolucionó en sus composiciones hacia la arquitectura vernácula catalana. Precedentes de esta evolución serán la Casa Garí, de 1898, en Argentona, y la Casa Macaya, de 1901, en Barcelona, (hoy Fundación La Caixa) con sus muros cubiertos de estuco. Las dos casas tienen una estructura similar, pues su construcción está concebida alrededor de un patio con escaleras exteriores que conducen a la planta principal, imitando la forma tradicional de los palacios medievales de Barcelona.

En el grupo de residencias familiares construidas en 1904, la reinterpretación de ciertas tradiciones populares barroco catalanas alcanzó una aproximación a un nuevo estilo bajo la influencia de los Secesionistas austriacos, y en particular, de Jose María Olbrich. Son construcciones de menor escala con grandes muros blancos y ventanas enmarcadas en piedra, en las cuales la ornamentación se reduce a gráficos y mosaicos verdes con temas vegetales, los cuales, unos años después, Eugeni D’Ors clasificaría en su Glossari como las bases de un nuevo sistema clásico figurativo de inspiración mediterránea.

Esta arquitectura moderada marca la tercera fase de Puig i Cadafalch: el monumentalismo de la Exposición de la Industria Eléctrica que tuvo lugar en Barcelona en 1915 y la cual se transformó más tarde en la Exposición Internacional de 1929. Puig planificó esta Exposición, la cual significó a la vez la apoteosis del espíritu capitalista catalán, y una estrategia para introducir un nuevo modelo de ciudad. Además de los diversos edificios para la Exposición Internacional, construyó el Palacio Real (en honor a Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg) entre 1923 y 1928, y de este período es también la Casa Pich i Pon, (1921) el primer intento de asimilar la moderna arquitectura americana, inspirada en los trabajos de Louis H. Sullivan, para los edificios en Cataluña.

Hubo proyectos que no se llevaron a cabo, como la urbanización de la Plaza de Cataluña, que le había sido encargada por el Ayuntamiento de Barcelona, así como el gran proyecto de reconstrucción del barrio gótico barcelonés.

La mayor parte de sus edificios en Barcelona han sido clasificados como monumentos históricos y están protegidos.

Otras obras arquitectónicas destacadas:

1893-1894 Joyería Maciá (Barcelona)1898 Casa Coll y Regas (Mataró)1901-1902 Castillo Quadras (Gerona)1901-1904 Bodegas Codorniu (Sant Sadurni d’Anoia)1902-1903 Hotel Terminus (Barcelona)1903-1907 Casa Serra (Barcelona)1904 Casa Llorach (Barcelona)1904 Casa Quadras, hoy Museo de la Música (Barcelona)1904 Casa Trinxet (Barcelona)1905 Casa Sastre i Marqués (Barcelona)1917 Casa Puig i Cadafalch (Barcelona)1923 Casa Guarro (Barcelona)1924 Casa Casarramona (Barcelona)

Bibliografía

  • BOHIGAS, O. Reseña y Catalogo de la Arquitectura Modernista. Barcelona, Lumen, 1973.

  • CIRICI, A. “La Arquitectura de Puig i Cadafalch”, en rev. Cuadernos de Arquitectura, nº 63, año 1966, p. 49-52.

  • FLORENSA, A. “Puig i Cadafalch: Arquitector, polítiico i historiador de l’art y arqueologo”, en rev. Cuadernos de Arquitectura, nº 68, año 1967, p. 75-78.

  • JARDÍ, E. Puig i Cadafalch: arquitecto, político i historiador de l’art. Barcelona, Ariel, 1975.

  • RAFOLS, A. “Puig i Cadafalch”, en rev. Cuadernos de Arquitectura, nº 28, año 1956, p. 1-7.

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