Pedro IV, Rey de Aragón (1317-1387). El monarca que enfrentó las sublevaciones internas y expandió su reino

Pedro IV, conocido como «el Ceremonioso», «el Cruel» y «el del Puñal», fue uno de los monarcas más complejos y destacados de la historia de la Corona de Aragón. Nacido en 1317 y fallecido en 1387, gobernó durante un periodo crucial en la Edad Media, marcado por alianzas estratégicas, luchas internas y una serie de conflictos externos. Este artículo aborda su vida, su reinado y las decisiones políticas que dejaron una huella indeleble en la historia.

Orígenes y contexto histórico

Pedro IV nació en 1317 como hijo de Alfonso IV, rey de Aragón, y de su primera esposa, Teresa de Entenza. Su llegada al trono fue precedida por un periodo de inestabilidad interna, ya que su padre, Alfonso IV, no logró resolver los complejos conflictos dinásticos que amenazaban la unidad de la Corona de Aragón. Pedro asumió el trono en 1336 tras la muerte de su padre, y desde el inicio de su reinado, se enfrentó a un entorno político marcado por las tensiones con la nobleza y las disputas sucesorias.

El contexto histórico de su época estaba definido por la lucha constante por la consolidación de los reinos cristianos frente a la presión de los reinos musulmanes. A lo largo de su reinado, Pedro IV mantuvo una serie de alianzas y enfrentamientos, destacando especialmente su vinculación con Castilla y Portugal, con el objetivo de expulsar a los musulmanes y asegurar el control del Estrecho de Gibraltar.

Las sublevaciones internas y la crisis sucesoria

Uno de los principales desafíos que enfrentó Pedro IV durante su reinado fueron las sublevaciones internas, sobre todo motivadas por la cuestión sucesoria. A pesar de ser un monarca poderoso, Pedro no tenía descendencia varonil, lo que generó una situación de incertidumbre sobre su sucesión. En lugar de designar a su hermano Jaime, conde de Urgell, como heredero del trono, Pedro IV prefirió poner en primer plano a su hija Constanza, lo que desató una serie de revueltas y disturbios por parte de la nobleza aragonesa.

En este contexto, Pedro IV utilizó su poder de manera drástica para sofocar las revueltas, recurriendo a la crueldad en muchas ocasiones. El episodio más significativo de esta política represiva ocurrió en las Cortes de Zaragoza de 1348, donde Pedro IV abolió los privilegios de la Unión, una medida que desató la ira de los opositores. En un acto simbólico, rompió públicamente con un puñal el pergamino donde estaban registrados los privilegios de la Unión, ganándose el sobrenombre de «el del Puñal».

La ciudad de Valencia, uno de los principales centros de oposición, fue un foco de resistencia contra la autoridad del monarca. Pedro IV no dudó en enviar al ejército para sofocar las revueltas con gran dureza, lo que le valió su reputación como un gobernante que no vacilaba en usar la fuerza para mantener el orden.

Logros y contribuciones

Durante su reinado, Pedro IV logró importantes conquistas territoriales y políticas que consolidaron su poder tanto dentro de la Corona de Aragón como en el ámbito internacional. Su habilidad para maniobrar en el intrincado panorama político de la época fue fundamental para su éxito.

Expansión del Reino

Uno de los logros más destacados de Pedro IV fue la expansión de los dominios aragoneses. En 1339, Pedro IV exigió a Jaime II de Mallorca la prestación de feudo por su reino. Aunque Jaime II aceptó, en 1343 Pedro IV inició un proceso judicial contra él y, finalmente, desposeyó a Jaime II de sus territorios. En 1344, Pedro IV llevó a cabo una exitosa expedición militar en la isla de Mallorca, apoderándose también de Ibiza, Menorca, el Rosellón y Cerdeña, lo que resultó en la incorporación de estos territorios al Reino de Aragón.

Conflictos navales y alianzas

Uno de los episodios más importantes de su reinado fue la victoria sobre los genoveses en un combate naval cerca de Alghero en 1353. Esta victoria, conseguida tras una serie de disputas por la posesión de Cerdeña, reafirmó el poder de Pedro IV sobre el Mediterráneo occidental. Además, en 1357, Pedro IV intervino en la guerra civil de Castilla, apoyando a Enrique de Trastámara, lo que marcó el inicio de una alianza estratégica entre Aragón y los Trastámara. Sin embargo, sus aspiraciones sobre Castilla se vieron frustradas en 1374 con el Tratado de Almazán, que le obligó a renunciar a sus pretensiones.

Momentos clave del reinado de Pedro IV

Durante su largo reinado, Pedro IV vivió y gestionó momentos clave que definieron el futuro de su dinastía y el destino de la Corona de Aragón. A continuación, se enumeran algunos de estos momentos cruciales:

  • 1339: Pedro IV inicia un proceso contra Jaime II de Mallorca, despojándolo de sus territorios.

  • 1343: Conquista de Mallorca, Ibiza, Menorca, Rosellón y Cerdeña.

  • 1353: Victoria en el combate naval de Alghero contra los genoveses.

  • 1348: Abolición de los privilegios de la Unión en las Cortes de Zaragoza, episodio que le dio el sobrenombre de «el del Puñal».

  • 1374: Firma del Tratado de Almazán, que pone fin a sus aspiraciones sobre el Reino de Castilla.

El legado dinástico y las bodas reales

El legado de Pedro IV también se extendió a su familia y descendencia. Durante su reinado, se casó en cuatro ocasiones, buscando fortalecer alianzas dinásticas y garantizar la sucesión. Su primera esposa, María de Navarra, le dio un hijo que murió poco después de nacer, junto con tres hijas. Posteriormente, Pedro IV contrajo matrimonio con Leonor de Portugal, aunque no tuvo descendencia con ella. Su tercera esposa, Leonor de Sicilia, le dio cuatro hijos: Juan, quien más tarde heredaría el trono a pesar de las intrigas de su madrastra Sibila, Martín, Alfonso y Leonor. Finalmente, su cuarto matrimonio fue con Sibila de Fortiá, con quien tuvo dos hijos y una hija.

Juan, el hijo mayor de Pedro IV, desempeñó un papel importante en la historia de Aragón, heredando el trono tras la muerte de su padre, como se puede consultar en su biografía aquí.

Relevancia actual

La figura de Pedro IV sigue siendo relevante en la historia de España, especialmente en la región de Aragón, donde su legado de expansión territorial, sus conflictos con la nobleza y su política de alianzas siguen siendo objeto de estudio. Su reinado fue un reflejo de las complejas dinámicas de poder en la Edad Media y la lucha por consolidar una corona en un contexto de profundas tensiones internas y externas.

El impacto de sus decisiones y la huella de sus logros y fracasos resuenan en la historia de la Corona de Aragón, y su figura continúa siendo una de las más estudiadas por los historiadores medievalistas.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Pedro IV, Rey de Aragón (1317-1387). El monarca que enfrentó las sublevaciones internas y expandió su reino". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pedro-iv-rey-de-aragon [consulta: 16 de octubre de 2025].