Odoacro (ca. 434-493).
Caudillo germano, rey de los hérulos, nacido alrededor de 434 y fallecido en Rávena el 15 de marzo de 493. Tras destronar a Rómulo Augústulo, se convirtió en 476 en el primer rey bárbaro de Italia, con lo que su ascenso al poder puso fin al Imperio de Occidente.
Vida.
Era hijo de Edico, uno de los lugartenientes de Atila. Pertenecía a las tribus de los esciros y los rugios. Entró en Italia en 470 y se alistó como voluntario en la guardia personal del emperador. Tras servir al Imperio romano bajo el mando de varios jefes militares, fue elegido jefe de los hérulos, quienes junto a los esciros, los rugios y los alanos formaban la base de las tropas auxiliares del ejército romano. De esta forma, Odoacro se convirtió en el comandante en jefe de las tropas imperiales. En 475 se sublevó al frente de sus soldados contra el caudillo Orestes, verdadero dueño del Imperio, quien había incumplido su promesa de dar a los líderes tribales tierras en Italia, como había hecho con los galos.
Rey de Italia.
Las tropas bárbaras le proclamaron rey el 23 de agosto de 476. Cinco días después capturó y ejecutó en Placentia (Piacenza) a Orestes y depuso al hijo menor de éste, Rómulo Augusto, que ocupaba el cargo de emperador y que tuvo que exiliarse en Campania. Odoacro asumió de esta forma la administración de Italia. Para demostrar su fidelidad al emperador de Bizancio, Zenón, a quien consideraba su superior, envió a Constantinopla las insignias imperiales, con lo que quedó restablecida la unidad del Imperio. Como compensación, el emperador le concedió el título de patricio, pero se negó a concederle el título de emperador. Odoacro cedió a sus tropas un tercio de sus dominios de Italia, especialmente los situados en el valle del Po. Para ganarse el apoyo de los ciudadanos romanos, respetó las reyes de Roma, conservó las atribuciones del Senado y situó a individuos de origen romano al frente de los principales puestos de la administración, en la cual introdujo algunos cambios.
Administración.
Mientras que los cuestores continuaron encargándose de la elaboración de las leyes, los comes sacrarum largitionem se encargaban de la recaudación de los impuestos. Creó un nuevo puesto financiero que fue respetado por sus sucesores, el comes patrimonii, generalmente ocupado por un germano, que se encargaba de recaudar los fondos necesarios para el mantenimiento de su corte y sus guerreros. Los promocionados a puestos administrativos eran investidos con los títulos de clarissimus, spectabile e ilustris, según el cargo que ocupasen. Con el fin de demostrar que su gobierno era continuador del Imperio de Occidente siguió nombrando cónsules anuales y promocionando a distintas familias a la categoría de patricias. El cónsul no era reconocido en Constantinopla, pero por un acuerdo con Zenón era nombrado en los fasti imperiales. Mantuvo los oficios de prefecto de la ciudad y de prefecto del pretorio, a los que encargó que mantuviesen los edificios públicos de Roma. Continuó la distribución gratuita de alimentos entre la población. Con sus bienes particulares sufragó la celebración de numerosos juegos.
A pesar de ser de religión arriana, respetó al clero católico. Los puestos militares los reservó a los bárbaros, entre quienes repartió títulos de duces y comites. A estos últimos les encargó la defensa de las fronteras, mientras que de la seguridad interior de Italia se encargaban algunos duces militum. Las guarniciones de algunas ciudades estaban comandadas por comites civitates. Odoacro creó la figura del comite gothorum per singulas civitates, el cual tenía la misión de mediar en los conflictos que surgieran entre romanos y germanos. En 478 tuvo que hacer frente a algunos levantamientos que se produjeron entre las tribus germanas. Durante varios años consiguió poner freno a las incursiones de los bárbaros sobre Italia e incluso puso en práctica una política ofensiva.
Política militar.
En 480 invadió Dalmacia, región que conquistó tras dos duros años de lucha. En 484, cuando Illas (jefe de las tropas del Imperio de Oriente) le pidió ayuda para derrocar a Zenón, invadió las provincias occidentales que se encontraban en poder de Constantinopla. El emperador respondió enviando a los rugios contra Italia. Tras rechazarlos, las tropas de Odoacro cruzaron el Danubio durante el invierno de 487 y devastaron el reino de los rugios. Aunque perdió el noroeste de Italia a manos del rey visigodo Eurico, arrebató Sicilia, excepto la ciudad de Lilibeo, a los vándalos. Éstos, a cambio de su compromiso de no atacar las posesiones de Odoacro, recibieron un tributo anual. Las islas situadas junto a la región de Dalmacia pasaron a ser consideradas posesiones personales de Odoacro. El aumento de su poder levantó las suspicacias de Zenón, quien envió contra él a los ostrogodos de Teodorico en 488. Éste invadió la Península Itálica con un contingente formado por ostrogodos, romanos y otros mercenarios bárbaros.
Fin de su reinado.
Odoacro fue derrotado en tres ocasiones: Aquilea (489), Verona (490) y a orillas del río Adda (490), por lo que finalmente se vio obligado a retirarse a Rávena en agosto de 490, tras catorce años de gobierno que se habían caracterizado por su energía y prudencia. Allí resistió el asedio durante tres años, pero el 27 de febrero de 493 tuvo que entregar la ciudad, tras llegar a un acuerdo con Teodorico por el que ambos se comprometían a compartir el gobierno de Italia. Fue asesinado junto a sus seguidores por el propio Teodorico el 15 de marzo, a pesar de que éste había prometido respetarle la vida. Los hechos ocurrieron durante un banquete en el que se celebraba, precisamente, la recién nacida amistad entre los dos gobernantes. Otras fuentes afirman que los verdaderos asesinos de Odoacro fueron su hermano Onulfo y su hijo Thela.
Bibliografía.
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JLGC