Mora Porras, Juan Rafael (1814-1860).
Político costarricense nacido en San José el 8 de febrero de 1814 y muerto el 30 de septiembre de 1860 en Puntarenas. Fue presidente de la República en dos legislaturas consecutivas entre 1849 y 1853 y entre 1853 y 1859.
Hijo de un comerciante, trabajó durante su juventud en la profesión de su padre. Arrastrado por la política, pronto ocupó cargos importantes: en 1847 fue nombrado vicepresidente, debido a la renuncia de José Alfaro. Mientras ejercía el poder, estalló una revolución en Alajuela que fue sofocada enérgicamente por el vicepresidente. Sin embargo, discrepaba del presidente Castro, especialmente en los asuntos de la administración pública, por lo que no quiso aceptar la vicepresidencia .
En 1849 José María Castro renunció a la presidencia en beneficio de Juan Rafael Mora. Durante su mandato se construyó la Fábrica de Licores, la Universidad de Santo Tomás y el Palacio Nacional, el cual durante varios años fue la sede del Poder Legislativo. El ingeniero Nicolás Gallego levantó el primer plano de la ciudad de San José. Logró el establecimiento de la primera diócesis de Costa Rica el 1 de mayo de 1850, una vez que España había reconocido la independencia del territorio.
Tras ser reelegido en las elecciones de 1853, durante su segundo mandato se produjeron en Costa Rica grandes progresos. Mejoró la carretera que unía Cartago con Puntarenas, uno de los ejes de comunicaciones fundamentales para el país, con lo que benefició el desarrollo económico de Costa Rica. En 1856 tuvo que hacer frente a la amenaza del filibustero estadounidense, partidario de la esclavitud, William Walker, que dominaba en Nicaragua y amenazaba con invadir América Central. Su victoria contra Walker en la batalla de Rivas (1856) aseguró la independencia de Costa Rica, al tiempo que le proporcionó un alto prestigio nacional. Tras la guerra, conocida como Campaña Nacional, una epidemia de cólera asoló el país, hasta el punto de que el 10% de la población costarricense falleció víctima de la bacteria. El 15 de abril de 1858 ratificó el tratado de Cañas-Jerez por el que se fijaron los límites entre Costa Rica y Nicaragua. Ordenó la reconstrucción de los edificios públicos destruidos por el terremoto de 1851; propuso medidas sanitarias que impidieron la propagación de la viruela en Terraba; fomentó la agricultura al conceder terrenos baldíos para su cultivo; formó un nuevo Congreso para deshacerse de la oposición; construyó un hospital y un faro en Puntarenas y el hospital de San Juan de Dios en San José; erradicó la plaga de la langosta que en junio de 1854 afectó al país, lo que evitó enormes daños a la agricultura.
A principios de 1859 resultó reelegido por tercera vez, pero el 14 de agosto de ese mismo año, un golpe de estado encabezado por el conservador José María Montealegrele obligó a dejar el poder y marchar hacia el exilio. Se refugió en El Salvador, desde donde preparó el regreso a Costa Rica. En 1860 desembarcó en Puntarenas donde entabló duros combates contra las fuerzas presidencialistas, en los cuales fue apresado y sometido a consejo de guerra, el cual le condenó a muerte. Fue fusilado el 30 de septiembre de ese mismo año en Puntarenas. El 25 de junio de 1850 fue declarado Benemérito de la Patria.
JACJ