Aurel von Milloss (1906-1988): El Maestro del Ballet Clásico y la Creatividad Coreográfica
Aurel von Milloss, nacido como Aurel Milloss de Miholy el 12 de mayo de 1906 en Ozora, Hungría, se consolidó como una de las figuras más influyentes en la danza clásica del siglo XX. Su legado como bailarín, coreógrafo y director artístico italiano de origen húngaro se extendió por toda Europa, llevando la excelencia del ballet a algunos de los teatros más prestigiosos del mundo. A lo largo de su vida, Milloss fue responsable de casi doscientas composiciones que dejaron una huella indeleble en la historia de la danza.
Orígenes y Contexto Histórico
Aurel von Milloss nació en una época de grandes transformaciones culturales y políticas en Europa, lo que influiría profundamente en su obra. Criado en un contexto de gran riqueza cultural en Hungría, desde joven mostró un profundo interés por las artes escénicas. En sus primeros años, Milloss recibió formación en danza bajo la tutela de grandes maestros como Nicola Guerra, Rudolf von Laban, Victor Gsovsky y Enrico Cecchetti, quienes marcarían su estilo y le proporcionarían las bases para convertirse en uno de los coreógrafos más destacados de su generación.
La danza en Europa, especialmente en Alemania y en Italia, se encontraba en plena evolución durante los primeros años de Milloss como artista. La influencia de los movimientos de vanguardia y las distintas corrientes modernas, como el ballet expresionista y las exploraciones del movimiento, se reflejaron en su trabajo, convirtiéndolo en un creador excepcionalmente versátil. A pesar de las turbulencias políticas de la época, que llevaron a la Segunda Guerra Mundial, Milloss continuó desarrollando su carrera artística, llevando consigo un profundo sentido de la tradición y el innovador deseo de explorar nuevas posibilidades en el escenario.
Logros y Contribuciones
La carrera profesional de Aurel von Milloss se destacó por su versatilidad y creatividad. A principios de la década de 1930, comenzó a trabajar en Berlín, donde se unió al Ballet de la Deutsche Oper, realizando recitales como solista en varias ciudades alemanas. En 1935, regresó a Budapest, donde asumió el cargo de maestro de ballet en el Teatro Nacional de Hungría, puesto que ocupó hasta 1938. Posteriormente, su carrera lo llevó a algunos de los teatros más prestigiosos de Europa.
A lo largo de su carrera, Milloss fue maestro de ballet y director artístico en lugares de gran renombre, como el Teatro dell’Opera de Roma, donde trabajó en dos periodos, de 1938 a 1945 y luego de 1966 a 1969. Además, desempeñó roles significativos en el Teatro alla Scala de Milán (1946-1950), el Ballet de Colonia (1960-1963), y el Wiener Staatsoper Ballett (1963-1966 y 1971-1974). Su capacidad para combinar elementos de la danza clásica con nuevas influencias del ballet moderno le permitió crear obras que fusionaban lo tradicional con lo innovador, convirtiéndose en un referente artístico en el panorama europeo.
Uno de los aspectos más destacados de su carrera fue su prolífica producción coreográfica. Realizó casi doscientas composiciones, muchas de las cuales permanecen como piezas fundamentales en el repertorio del ballet. Algunas de las más notables incluyen:
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La Follia Viennese (J. Strauss, 1943)
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Bolero (Ravel, 1944)
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Visione Nostalgica (Busoni, 1945)
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Marsia (Dallapiccola, 1948)
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L’Ucello di Fuoco (Stravinsky, 1980) para la Ópera de Roma
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La Follia di Orlando (Petrassi, 1947) para la Scala de Milán
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Le Portrait de Don Quichotte (Petrassi, 1947) para Les Ballets des Champs-Élysées
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Tirsi e Clori (Monteverdi, 1951) para el Maggio Musicale de Florencia
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Fantasia Brasileira (Ibert, 1954) para el Ballet do IV Centenario de Sao Paulo
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La Valse (Ravel, 1961) para el Ballet de Colonia
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Salat (Milhaud, 1963) y Les Noces (Stravinsky, 1966) para el Wiener Staatsoper Ballett
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Estri (Petrassi, 1968) para el Festival dei Due Mondi de Spoleto
Estas composiciones, algunas de ellas basadas en la obra de compositores como J. Strauss, Ravel, y Stravinsky, representan una mezcla de técnicas innovadoras, una atención meticulosa al detalle y una profunda comprensión del ballet clásico. A través de sus creaciones, Milloss cultivó una identidad propia que fusionaba la música contemporánea con la estética del ballet clásico, lo que le permitió consolidarse como uno de los grandes renovadores del género.
Momentos Clave
A lo largo de su carrera, Milloss vivió y creó en momentos clave de la historia del ballet. Algunos de los más importantes incluyen:
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1935-1938: Su regreso a Budapest, donde se desempeñó como maestro de ballet en el Teatro Nacional de Hungría.
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1938-1945: Su etapa como maestro de ballet en el Teatro dell’Opera de Roma, donde consolidó su carrera en el mundo del ballet.
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1946-1950: Su trabajo en el Teatro alla Scala de Milán, una de las instituciones más importantes del mundo de la danza.
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1960-1963: Su participación en el Ballet de Colonia, que le permitió establecer nuevas conexiones con coreógrafos y músicos contemporáneos.
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1963-1966 y 1971-1974: Su liderazgo en el Wiener Staatsoper Ballett, una de las compañías más prestigiosas del mundo, donde consolidó su reputación como director artístico y coreógrafo.
A lo largo de estos años, Milloss no solo trabajó como coreógrafo, sino también como director artístico, moldeando la identidad de las compañías con las que colaboró. Su influencia y visión única del ballet transformaron la forma en que se entendía la danza en muchos de estos teatros, creando una sólida base para las generaciones futuras.
Relevancia Actual
El legado de Aurel von Milloss sigue siendo relevante en la actualidad. Su obra sigue siendo interpretada en diversos escenarios del mundo, y su enfoque hacia la creación coreográfica continúa inspirando a bailarines y coreógrafos. Las composiciones que realizó a lo largo de su carrera son consideradas pilares fundamentales del repertorio del ballet clásico, y su capacidad para trabajar con compositores de renombre es un testimonio de su talento y visión artística.
La influencia de Milloss no solo radica en sus composiciones, sino también en la forma en que estableció relaciones entre la danza clásica y la música contemporánea, creando obras que fusionaban ambos mundos de manera magistral. A día de hoy, el ballet sigue siendo una de las formas más importantes de expresión artística, y las contribuciones de Milloss siguen siendo una referencia fundamental para los profesionales de la danza.
Aurel von Milloss dejó un legado que trascendió más allá de su tiempo, convirtiéndose en una figura fundamental en la historia de la danza y el ballet. Su vida y obra continúan siendo fuente de admiración y estudio, y su contribución al mundo del arte perdura en los escenarios de todo el mundo.
MCN Biografías, 2025. "Aurel von Milloss (1906-1988): El Maestro del Ballet Clásico y la Creatividad Coreográfica". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/milloss-aurel-von [consulta: 29 de septiembre de 2025].