Meles Zenawi (1955–2012): El líder que transformó Etiopía
Meles Zenawi (1955–2012): El líder que transformó Etiopía
Introducción: El contexto político de Etiopía en los años 70
En 1974, Etiopía atravesaba uno de los momentos más complejos de su historia. El reinado del emperador Haile Selassie, que había perdurado durante más de cuatro décadas, se desplomó con una revolución que terminó con el derrocamiento de la monarquía. La política del país dio un giro radical cuando el Ejército, respaldado por movimientos populares, tomó el poder. Este golpe de Estado dio paso a la dictadura marxista-leninista bajo el liderazgo del presidente Mengistu Haile Mariam, que impuso un régimen totalitario y represivo. Este cambio de régimen se convirtió en el caldo de cultivo para una serie de rebeliones armadas en diversas regiones, incluyendo Tigré, donde un joven y ambicioso líder emergió: Meles Zenawi.
Meles Zenawi: Primeros años y formación
Meles Zenawi nació el 8 de mayo de 1955 en Adua, una pequeña localidad situada en la región de Tigré, en el norte de Etiopía. Hijo de una familia humilde, desde joven mostró aptitudes académicas excepcionales, lo que le permitió ingresar a la Universidad de Addis Abeba, donde inició sus estudios en medicina. Sin embargo, la situación política del país alteró por completo el curso de su vida. En 1974, cuando estalló la Revolución que derrocó a Haile Selassie, Meles abandonó sus estudios y se unió a la lucha armada contra el régimen comunista de Mengistu Haile Mariam.
El contexto político y social de Etiopía en esos momentos estaba marcado por una gran desigualdad y represión, lo que empujó a muchos jóvenes a tomar las armas en busca de justicia social. Meles se alistó en la causa de la resistencia popular y se refugió en las montañas, donde inició su participación activa en la guerra de guerrillas contra el gobierno central. A partir de ese momento, su vida daría un giro radical, y el joven estudiante de medicina se transformaría en uno de los líderes más influyentes de la historia contemporánea de Etiopía.
La guerrilla en las montañas: La creación del FPLT
En 1975, Meles Zenawi fundó el Frente Popular de Liberación del Tigré (FPLT), un grupo armado que luchaba por la autonomía de la región de Tigré, pero también por derrocar el régimen de Mengistu. Su ideología inicial estaba profundamente influenciada por el marxismo-leninismo, una corriente que en esos años estaba en auge en muchos movimientos de liberación en África. El FPLT, aunque inicialmente pequeño, fue ganando fuerza con el paso del tiempo gracias a la dureza de su lucha y al creciente apoyo popular, especialmente entre los tigriños, que sentían que sus derechos estaban siendo oprimidos por el gobierno central.
El conflicto en Etiopía se intensificó rápidamente, y el FPLT se convirtió en uno de los actores principales en la guerra civil. A pesar de la constante represión, el FPLT logró resistir y mantener una lucha eficaz, siendo uno de los pocos movimientos guerrilleros capaces de desafiar el poder de Mengistu en el campo de batalla. A lo largo de los años 80, el FPLT desarrolló una infraestructura militar sólida y obtuvo apoyo internacional, particularmente de los separatistas eritreos que luchaban por su independencia del régimen de Mengistu.
Sin embargo, Meles y otros líderes del FPLT comenzaron a darse cuenta de que la independencia de Tigré y Eritrea no resolvería los problemas fundamentales de Etiopía. Así, Meles comenzó a replantear sus objetivos políticos, dando paso a una visión más inclusiva que trascendiera los intereses de su propia región. Su pensamiento evolucionó y, a medida que avanzaba la lucha contra el régimen, Meles dejó atrás el separatismo y abrazó la idea de una Etiopía unificada, aunque con un sistema federal que reconociera las diversas identidades étnicas del país.
La consolidación del FPLT y la lucha contra el régimen comunista
Durante la década de 1980, la lucha de Meles y el FPLT se intensificó, y los avances militares fueron notables. En 1988, el FPLT ya había logrado importantes victorias sobre las fuerzas gubernamentales en el norte de Etiopía. A pesar de sus diferencias ideológicas, el FPLT se unió con otros grupos de oposición, como el Frente Democrático Popular de Etiopía (FDPE), y formaron una coalición que comenzó a cuestionar la estabilidad del régimen de Mengistu.
En 1989, esta coalición, que luego se conocería como el Frente Democrático Revolucionario Popular Etíope (FDRPE), alcanzó un nivel de unidad política nunca antes visto entre los movimientos de resistencia. Con el respaldo de Eritrea y otros actores internacionales, la ofensiva militar contra Mengistu se intensificó. Finalmente, después de años de intensos combates, el gobierno de Mengistu comenzó a colapsar, y el régimen comunista fue derrotado.
En 1991, tras la caída de Mengistu, Meles Zenawi y el FDRPE tomaron el control de Addis Abeba, la capital etíope. Esto marcó el fin de un largo período de guerra civil y dictadura, y el comienzo de una nueva era para Etiopía. Meles, reconocido como un líder clave en la resistencia, comenzó a jugar un papel crucial en la política de la nación.
El fin del régimen de Mengistu y la transición
El 27 de mayo de 1991, los rebeldes del Frente Democrático Revolucionario Popular Etíope (FDRPE) finalmente lograron tomar la capital etíope, Addis Abeba, y poner fin a décadas de dictadura bajo Mengistu Haile Mariam. La caída de Mengistu significó el colapso del régimen comunista y el fin de una era de represión en Etiopía. Sin embargo, la transición hacia la paz y la democracia no fue sencilla, y el país necesitaba establecer una nueva dirección política que resolviera las tensiones internas y las luchas étnicas.
A partir de ese momento, Meles Zenawi asumió un papel central en la reestructuración del país. Como líder del FDRPE, Meles encabezó las negociaciones que resultaron en la formación de un gobierno de transición. Aunque los acuerdos de paz inicialmente incluyeron una serie de actores políticos y militares, Meles destacó por su capacidad de liderazgo y diplomacia. Las conversaciones fueron respaldadas por Estados Unidos y otros actores internacionales, y el 3 de junio de 1991, tras el exilio de Mengistu a Zimbabue, Meles realizó su primer discurso a la nación, comprometiéndose a formar un gobierno provisional inclusivo.
El acuerdo de paz permitió que el FDRPE asumiera el control político del país, pero bajo condiciones que garantizaban la participación de otras fuerzas políticas. A lo largo de los siguientes meses, las conversaciones entre los movimientos rebeldes y las fuerzas políticas etíopes establecieron las bases para la creación de una nueva Constitución y un sistema federal, que más tarde se materializaría en una estructura política y administrativa única en la historia de Etiopía.
La transición hacia la democracia: Elecciones y críticas
En junio de 1992, Etiopía celebró las primeras elecciones democráticas en varias décadas. El Frente Democrático Revolucionario Popular Etíope, bajo el liderazgo de Meles, obtuvo una victoria rotunda, asegurando el 81% de los escaños en la Asamblea Regional de Addis Abeba y dominando también el ámbito municipal. Sin embargo, estos comicios fueron boicoteados por algunos grupos opositores, como el Frente de Liberación de Oromo (FLO) y la Organización de los Pueblos de Amara, que acusaban al gobierno provisional de manipulación electoral y de represiones contra sus miembros. La negativa a participar en las elecciones se convirtió en una protesta contra el dominio absoluto del FDRPE, que, aunque había logrado la paz, fue acusado de centralizar el poder y restringir la libertad política.
Aunque las críticas fueron numerosas, Meles intentó suavizar las tensiones al liberar a 16.000 miembros de la tribu Oromo encarcelados por el régimen anterior. Este gesto buscaba reducir la presión interna y dar paso a un proceso de reconciliación nacional. Sin embargo, las críticas no desaparecieron, y los sectores opositores continuaron acusando al gobierno de ser autoritario y de no cumplir completamente con sus promesas democráticas.
En mayo de 1993, el gobierno de transición de Meles se vio obligado a enfrentar otro desafío significativo: la independencia de Eritrea. Tras un largo conflicto armado, la región de Eritrea, que había sido parte de Etiopía desde el siglo XIX, proclamó su independencia en un referéndum, el cual fue aceptado por el gobierno de Meles en 1993. Aunque la independencia de Eritrea resolvió una de las disputas más complejas en la historia de Etiopía, también dejó al país sin salida directa al mar, lo que afectó negativamente a su economía.
La consolidación del poder: Elecciones de 1995 y nombramiento como primer ministro
En 1994, Etiopía adoptó una nueva Constitución que establecía un sistema federal para el país, basado en el reconocimiento de las diversas etnias y naciones que conformaban la nación. La nueva Carta Magna otorgó un derecho de autodeterminación a los pueblos dentro de Etiopía, un avance significativo en términos de inclusión y diversidad.
El 7 de mayo de 1995, el país celebró las primeras elecciones legislativas bajo el nuevo sistema constitucional. El FDRPE, bajo el liderazgo de Meles, volvió a obtener una victoria aplastante, consolidando aún más su control político. En las elecciones, el FDRPE obtuvo una mayoría absoluta, con 92 escaños en la Asamblea Regional de Addis Abeba y 21 en el Parlamento Federal.
El 23 de agosto de 1995, Meles Zenawi fue elegido oficialmente primer ministro por el Parlamento, una vez más consolidando su liderazgo en la política etíope. Este nombramiento marcó el inicio de una nueva fase en su gobierno, que se caracterizó por una mayor estabilidad política y un enfoque en el desarrollo económico. En su primer mandato como primer ministro, Meles implementó una serie de reformas económicas y sociales que buscaron modernizar el país y reducir la pobreza, aunque algunos sectores de la sociedad criticaron sus políticas como excesivamente centralizadas y autoritarias.
Meles Zenawi en la política africana y su legado
Meles Zenawi no solo se destacó como líder de Etiopía, sino que también jugó un papel crucial en la política africana. A lo largo de su carrera, estuvo involucrado en varias iniciativas diplomáticas y de mediación en conflictos regionales, particularmente en Sudán y Somalia. Como responsable del Comité de Prevención y Solución de Conflictos de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Meles fue un actor clave en los esfuerzos por lograr la paz en la región del Cuerno de África.
En 1995, Meles asumió la presidencia rotatoria de la OUA, lo que consolidó aún más su perfil internacional como líder africano. Durante su presidencia, promovió el fortalecimiento de la unidad africana y apoyó el desarrollo de políticas regionales para combatir la pobreza y promover la estabilidad en África.
El legado de Meles Zenawi es complejo. Fue un líder que logró la estabilidad y el desarrollo económico en un país devastado por décadas de guerra y pobreza. No obstante, su régimen fue criticado por las restricciones a la oposición política, la represión de disidentes y el control absoluto del poder. A pesar de las críticas, Meles es recordado por haber jugado un papel decisivo en la modernización de Etiopía y por su influencia en la política africana.
El 20 de agosto de 2012, Meles Zenawi falleció en Bruselas, Bélgica, tras una prolongada enfermedad. Su muerte dejó un vacío en la política etíope, pero su impacto en el país y en África perdura como uno de los momentos más decisivos del siglo XXI para la región.
MCN Biografías, 2025. "Meles Zenawi (1955–2012): El líder que transformó Etiopía". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/meles-zenawi-ato [consulta: 28 de septiembre de 2025].