Mariam Mengistu Haile (1937-VVVV): El líder militar etíope que transformó la política de su país
Mariam Mengistu Haile, nacido en 1937, es una figura central en la historia de Etiopía, particularmente durante los años 70 y 80, en los cuales jugó un papel fundamental en la política y el conflicto interno de su nación. Su ascenso al poder, su régimen militar y su influencia tanto en Etiopía como en el contexto africano, marcan una época llena de cambios y controversias. En este artículo, se profundiza en su vida, sus logros y las consecuencias de su gobierno.
Orígenes y contexto histórico
Mariam Mengistu nació en Etiopía en 1937, en un contexto marcado por la influencia del régimen imperial de Haile Selasie, emperador de Etiopía. Este periodo, antes de 1974, fue una época de relativa estabilidad, pero también de crecientes tensiones políticas y sociales. Mengistu creció en un ambiente donde el militarismo y la disciplina estaban muy presentes, lo cual lo llevó a ingresar a la Academia Militar de Holeta, una de las instituciones más prestigiosas del país, donde recibió una educación rigurosa y se preparó para el futuro.
A medida que se formaba como oficial, las tensiones sociales y políticas en Etiopía aumentaban. Durante este tiempo, el país estaba gobernado por el emperador Haile Selasie, quien había llevado a cabo varias reformas, pero también enfrentaba un creciente descontento popular, especialmente debido a la pobreza y la opresión. Esta situación preparó el terreno para la revolución que Mengistu ayudaría a dirigir años más tarde.
La Revolución de 1974 y el ascenso al poder
En 1974, la situación política de Etiopía llegó a un punto crítico. El malestar social, las derrotas militares en la guerra con Eritrea, y la pobreza generalizada generaron un clima de desconfianza hacia el régimen imperial. El pueblo etíope se levantó en lo que se conoce como la Revolución de 1974, derrocando al emperador Haile Selasie. Mengistu fue una de las figuras clave de este proceso.
En junio de 1974, fue nombrado miembro del Comité Coordinador de las Fuerzas Armadas (DERG), un grupo de militares que lideró la transición al régimen marxista. Pocos meses después, Mengistu tomó parte activa en la revolución y contribuyó significativamente a la caída del emperador, lo que provocó el inicio de una nueva era en la política etíope. En noviembre de ese mismo año, Mengistu alcanzó la jefatura del Comité Ejecutivo del DERG, consolidando su posición como uno de los líderes más influyentes del país.
Logros y contribuciones
El ascenso al poder de Mariam Mengistu estuvo marcado por una serie de decisiones que transformaron profundamente la estructura política de Etiopía. A partir de 1977, Mengistu asumió la presidencia del Consejo de Ministros y adoptó una política pro-soviética, alineándose con los intereses de la Unión Soviética, lo que le permitió recibir apoyo material y militar. Su régimen se destacó por su orientación marxista-leninista, que intentó aplicar en una Etiopía aún profundamente afectada por las luchas internas y las dificultades económicas.
En 1982, durante un ataque guerrillero en Afabet, Mengistu resultó gravemente herido, lo que fue un momento crucial en su vida personal y política. A pesar de sus heridas, continuó siendo un líder fuerte del país y siguió desarrollando su influencia internacional. En 1983, accedió a la presidencia de la Organización para la Unidad Africana (OUA), reemplazando a Siaka Stevens de Sierra Leona. En esta posición, Mengistu se destacó por su discurso en contra de las bases militares extranjeras en África, un tema de gran relevancia en la política continental de la época.
La caída y el exilio
A pesar de sus logros, el régimen de Mengistu estuvo marcado por numerosos desafíos. La situación interna de Etiopía empeoró durante los últimos años de su gobierno debido al auge de las guerrillas en las regiones de Eritrea y Tigray, así como el cambio de enfoque en la política internacional. Con la llegada de la Perestroika y los cambios políticos en la Unión Soviética, Mengistu se vio cada vez más aislado. La falta de apoyo internacional y los conflictos internos contribuyeron a la desestabilización de su régimen.
En 1991, acosado por las guerrillas y la presión externa, Mengistu renunció a la presidencia de Etiopía y huyó del país. El 21 de mayo de ese mismo año, abandonó Etiopía y se trasladó a Zimbabue, donde solicitó asilo político. A pesar de su exilio, el legado de Mengistu sigue siendo controvertido debido a las graves violaciones de derechos humanos ocurridas durante su gobierno.
La campaña del Terror Rojo y las consecuencias del régimen
Uno de los aspectos más oscuros del régimen de Mengistu fue la campaña del Terror Rojo, un periodo de represión violenta entre 1977 y 1978, durante el cual miles de personas fueron arrestadas, torturadas y ejecutadas bajo la acusación de ser enemigos del Estado. Se estima que cerca de 2.000 personas murieron durante este periodo. En 2006, un tribunal etíope declaró a Mengistu culpable de genocidio, acusándolo de ser responsable directo de estos crímenes. El proceso judicial duró más de una década, y la condena fue un episodio crucial en la historia reciente de Etiopía.
El juicio de Mengistu también implicó a varios de sus colaboradores más cercanos, quienes fueron acusados de colaborar en la ejecución de las políticas represivas del régimen. La sombra de la violencia política y las violaciones de derechos humanos persisten en la memoria colectiva de Etiopía, y Mengistu sigue siendo una figura controvertida y polémica.
Relevancia actual
Hoy en día, la figura de Mariam Mengistu Haile sigue siendo objeto de estudio y debate. Su legado es recordado tanto por su participación en la caída del régimen imperial de Haile Selasie como por su dictadura de carácter marxista que trajo consigo una política de represión y control social. La transición de Etiopía hacia un régimen de corte comunista y el posterior colapso de ese sistema marcaron profundamente la historia contemporánea del país.
A pesar de su condena por genocidio, Mengistu sigue viviendo en Zimbabue, donde permanece en espera de una posible solicitud de asilo político. Su figura se mantiene en el centro de una narrativa histórica que busca entender las complejas relaciones de poder, conflicto y transformación que marcaron a Etiopía durante la segunda mitad del siglo XX.
El legado de Mengistu es un recordatorio de las complejidades de los regímenes políticos en África y de cómo las revoluciones y las luchas internas pueden dar lugar a resultados imprevistos, tanto para los líderes como para las naciones que estos lideran.
Momentos clave en la vida de Mengistu
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1960-1974: Formación militar en la Academia de Holeta y ascenso en el Ejército etíope.
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1974: Participación activa en la revolución que derrocó al emperador Haile Selasie.
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1977-1978: La campaña del Terror Rojo, periodo de represión masiva.
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1982: Ataque guerrillero en Afabet que deja a Mengistu gravemente herido.
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1983: Presidencia de la Organización para la Unidad Africana (OUA).
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1987: Elecciones parlamentarias y elección como presidente civil de Etiopía.
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1991: Renuncia como jefe de Estado y huida a Zimbabue.
El impacto de Mariam Mengistu Haile en la historia de Etiopía y África es innegable, y su legado sigue siendo un tema de estudio y reflexión, marcado por sus contribuciones, sus errores y las cicatrices que dejó en su nación.
MCN Biografías, 2025. "Mariam Mengistu Haile (1937-VVVV): El líder militar etíope que transformó la política de su país". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/mariam-mengistu-haile [consulta: 28 de septiembre de 2025].