Manuel Bienvenida (1912-1938): El legado taurino de una dinastía legendaria
Manuel Mejías Jiménez, conocido en el mundo taurino como «Manuel Bienvenida» o «Manolo Bienvenida», fue un destacado matador de toros español, nacido en Dos Hermanas, Sevilla, el 23 de noviembre de 1912. Perteneciente a una de las dinastías más influyentes del toreo del siglo XX, la familia Mejías, su vida y su carrera dejaron una huella profunda en la historia de la tauromaquia, marcada por su valentía, su estilo único y su trágica muerte a una edad temprana. Este artículo recorre los aspectos más relevantes de su vida, sus logros, su trascendencia en el toreo y el impacto que tuvo su legado en la evolución de la tauromaquia española.
Orígenes y contexto histórico
Manuel Bienvenida formó parte de una familia con una rica tradición taurina. Su abuelo, Manuel Mejías Luján, fue un célebre banderillero del siglo XIX. Su padre, Manuel Mejías Rapela (también conocido como «Manuel Bienvenida» o «El Papa Negro»), fue una de las figuras más importantes del toreo de su tiempo. La influencia de su padre, un reconocido matador, fue crucial en la formación de Manuel, quien desde temprana edad se vio atraído por el mundo de los toros. Además, Manuel tenía cuatro hermanos, José Mejías Jiménez, Antonio Mejías Jiménez, Ángel Luis Mejías Jiménez y Juan Mejías Jiménez, quienes también siguieron los pasos taurinos de la familia y lograron una considerable notoriedad en el ruedo.
Inicios en el toreo
Desde joven, Manuel Bienvenida mostró una gran vocación y destreza en el arte del toreo. Con solo catorce años, comenzó su aprendizaje novilleril, siendo acompañado en sus primeras experiencias por su hermano José. En 1926, ambos hermanos emprendieron una gira por el sur de Francia, donde torearon en plazas como Bordeaux, Nimes y Marsella. La falta de edad les impedía torear en España debido a una Real Orden, por lo que se trasladaron a México, donde sus actuaciones durante las temporadas de 1926 y 1927 fueron un éxito rotundo. A pesar de las dificultades que implicaba la corta edad para su carrera, Manuel Bienvenida demostró un talento excepcional y un valor incomparable.
Su carrera en España y la alternativa
El 30 de junio de 1929, con tan solo 16 años, Manuel Bienvenida tomó la alternativa en la plaza de toros de Zaragoza. Fue apadrinado por el diestro madrileño Antonio Márquez Serrano, quien le cedió los trastos para lidiar al toro «Mahometano», de la ganadería de Antonio Flores Iñíguez. Este acontecimiento marcó un hito en su carrera, pues, a partir de ese momento, comenzó a consolidarse como una figura del toreo.
Su confirmación de alternativa en la plaza Monumental de Las Ventas en Madrid tuvo lugar en octubre de 1929, con Marcial Lalanda como padrino, quien le cedió el toro «Huerfanito». La temporada de 1929 fue muy exitosa para Manuel Bienvenida, quien participó en un total de 31 corridas. Este fue solo el principio de su meteórica ascensión en el mundo taurino.
El auge de su carrera
En 1930, Manuel Bienvenida alcanzó su apogeo como figura del toreo. Durante ese año toreó en 73 corridas, y su nombre se consolidó como uno de los más importantes del toreo español. Su valía y carisma fueron reconocidos tanto en España como en América, y se le consideró uno de los toreros más completos y valientes de su época. Tras una exitosa temporada en España, cruzó el Atlántico y dejó una gran impresión en las plazas mexicanas, donde su fama creció rápidamente.
La temporada de 1931 fue una de las más prolíficas para Manuel Bienvenida, con 84 carteles firmados. Además, su capacidad de lidiar con toros difíciles y su excelente manejo del estoque hicieron que fuera muy apreciado en México, donde cosechó múltiples triunfos. Continuó su gira por América en años posteriores, destacándose especialmente en Venezuela durante 1932.
Momentos clave de su carrera
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1926-1927: Manuel Bienvenida y su hermano José iniciaron una campaña novilleril en el sur de Francia y México, destacando por su destreza y valentía.
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1929: Tomó la alternativa en Zaragoza y confirmó su doctorado en Madrid, ganándose el reconocimiento de la crítica y el público.
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1930: Fue el año de su explosión como figura del toreo, toreando en 73 corridas y destacándose en diversas plazas españolas y americanas.
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1931-1935: Durante estos años, Manuel Bienvenida continuó cosechando éxitos en México y Venezuela, siendo uno de los toreros más destacados en ambas regiones.
El impacto de su estilo en la tauromaquia
Manuel Bienvenida fue reconocido por su estilo característico de torear: valiente, esforzado y con un dominio excepcional del ruedo. Su capacidad para enfrentar a toros grandes y difíciles le permitió ganarse el respeto tanto de sus compañeros como del público. Además, su disposición alegre y decidida en el ruedo le permitió conectar con los aficionados, quienes aplaudían su valentía y destreza. Su estilo fue un claro reflejo de la tradición de su familia, manteniendo la elegancia y el respeto por el arte del toreo.
La guerra civil y la tragedia de su muerte
El contexto político y social de la España de los años 30, marcado por la Guerra Civil Española, no impidió que Manuel Bienvenida continuara su carrera taurina. A pesar de las dificultades y la inestabilidad en el país, Manuel siguió toreando en diversas plazas, tanto en España como en Francia, donde su figura era altamente apreciada.
Sin embargo, en 1938, la tragedia tocó a su puerta. A esa altura de su vida, Manuel Bienvenida sufrió un grave tumor maligno en la espalda. Tras ser intervenido quirúrgicamente en San Sebastián (Guipúzcoa), las secuelas de la operación fueron fatales. El 31 de agosto de 1938, Manuel Bienvenida falleció a los 25 años de edad, dejando un vacío en el mundo taurino que perdura hasta el día de hoy. Su muerte prematura truncó una carrera llena de éxitos y promesas, pero su legado sigue siendo recordado con gran cariño por los aficionados al toreo.
Relevancia actual
A pesar de su corta vida y su trágico final, Manuel Bienvenida sigue siendo una de las figuras más queridas y admiradas en la historia de la tauromaquia. Su legado perdura en la memoria de quienes vivieron sus actuaciones y en la de las generaciones posteriores que han estudiado su carrera y su estilo. Su figura, junto con la de sus hermanos José, Antonio, Ángel Luis y Juan, forma parte de una de las dinastías más importantes del toreo, cuyo impacto sigue siendo fundamental para entender la evolución de la tauromaquia en el siglo XX.
Manuel Bienvenida es un símbolo de la valentía y el arte del toreo, y su historia continúa inspirando a nuevas generaciones de toreros que buscan emular su estilo y dedicación. La dinastía Mejías sigue viva, y el nombre de Manuel Bienvenida resuena en los recuerdos de aquellos que han presenciado el arte de torear en su máxima expresión.
MCN Biografías, 2025. "Manuel Bienvenida (1912-1938): El legado taurino de una dinastía legendaria". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/mejias-jimenez-manuel [consulta: 29 de septiembre de 2025].