Marías, Javier (1951-VVVV).


Narrador, ensayista y articulista español, nacido en Madrid el 20 de agosto de 1951. En junio de 2006 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la Lengua (en el sillón R).

Hijo del pensador y académico Julián Marías, recibió desde niño una esmerada formación humanística que pronto le permitió revelarse como una de las voces más originales y fecundas de la narrativa española contemporánea. Autor, entre otras muchas obras, de varias narraciones que han alcanzado la categoría de best-seller en suelo español, es también uno de los escritores hispánicos más traducidos y leídos en Europa e Hispanoamérica. Su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas, publicada en más de cuarenta países y reconocida -al igual que en España- con los más prestigiosos galardones literarios internacionales.

Influido por el ambiente humanístico que respiró en su casa desde niño, Javier Marías cursó estudios superiores de Filosofía y Letras y, una vez licenciado, comenzó a impartir clases en la Escuela de Letras de Madrid, una institución privada de acreditado prestigio en los círculos literarios de la capital española. Pronto se dio a conocer como escritor por medio de unas novelas y relatos que le distinguieron entre los prosistas de comienzos de los años setenta por su búsqueda incansable de nuevos modelos narrativos, sin que este afán de experimentación fuera en menoscabo de otras señas de identidad presentes ya en sus escritos desde estos comienzos de su trayectoria literaria, como la sensibilidad, la reflexión y, muy especialmente, las referencias culturalistas a la denominada «cultura de masas», en la que tienen cabida desde los grandes espectáculos contemporáneos como el cine y los deportes de competición, hasta las disciplinas artísticas clásicas en cualquier época y lugar (como la música). En relación con este último aspecto temático de la obra de Javier Marías, conviene destacar sus constantes referencias a la propia creación literaria.

Todo ello se pudo advertir, como ya se ha indicado anteriormente, en los primeros títulos publicados por el escritor madrileño, entre los que cabe resaltar Los dominios del lobo (1971), Travesía del horizonte (1972), El monarca del tiempo (1978) y El siglo (1983). Son todas ellas obras conformadas por historias de nítido enfoque introspectivo, en las que el afán del autor por concentrarse en la riqueza interior de sus personajes crea, en ocasiones, un ambiente de hondo espesor claustrofóbico (por más que casi todos sus relatos y narraciones se desarrollen en lugares abiertos y, por lo general, caracterizados por unas referencias espacio-temporales suficientemente reconocibles para el lector medio). En sus dos primeras obras, publicadas a comienzos de los años setenta, se hacen patentes los esfuerzos de Javier Marías por abrir un nuevo sendero narrativo que marque una línea de ruptura con la prosa de ficción tradicional; posteriormente, a raíz de la aparición de El monarca del tiempo y El siglo, quedó claro que el autor madrileño iba a volcarse en ese intimismo peculiar que, a la postre, habría de convertirse en una de las claves de toda su producción literaria.

Mientras perseveraba, por medio de estas obras, en la búsqueda de su propia voz narrativa, Javier Marías cultivaba también otras modalidades de escritura como el artículo periodístico y la traducción, ámbito literario -este último- en el que consiguió un notable acierto con su adaptación al castellano de la novela Tristam Shandy, de Lawrence Sterne, trabajo por el que fue recompensado con el Premio Nacional de Traducción en su convocatoria de 1979. Su perfecto conocimiento de la lengua inglesa (plasmado en ésta y otras labores de traducción) ha permitido al escritor madrileño adentrarse honda y extensamente en la lectura de los grandes clásicos de la narrativa de ese país, circunstancia que, en parte, ha dejado una visible influencia en su propio estilo; de ahí que algunos de los detractores de su prosa hayan situado a Javier Marías a la cabeza de los narradores españoles contemporáneos tildados, despectivamente, de «angloaburridos«.

Estas censuras dirigidas ya contra sus obras primerizas no fueron obstáculo para que, a mediados de los años ochenta, le llegara su primer gran éxito de crítica y lectores, cuando su narración titulada El hombre sentimental (1986) se alzó con el prestigioso Premio Herralde de Novela. En esa estela de constantes referencias a otros ámbitos de la creatividad, esta novela cuenta la historia de un cantante de ópera que llega a Madrid para ensayar la puesta en escena del Otello de Verdi.

Tres años después, un nuevo premio importante (esta vez, el Ciudad de Barcelona) vino a refrendar la consagración de Javier Marías como una de las figuras cimeras de la prosa española del último tercio del siglo XX. La novela galardonada, titulada Todas las almas (1989), se convirtió de inmediato en una de la obras más difundidas de la narrativa hispánica contemporánea, y en poco tiempo fue objeto de varias traducciones a diferentes lenguas europeas, lo que situó al autor madrileño en el primer plano de los principales foros y salones literarios del continente. Se trata de una narración que, escrita en primera persona, constituye un testimonio íntimo de los dos años vividos por el narrador en Oxford, con lo que Javier Marías volvía a rendir tributo a la cultura inglesa, al paso que intensificaba su predilección por ese enfoque introspectivo presente en él desde sus primeras publicaciones.

La definitiva consolidación de todas estas señas estilísticas vino a cristalizar en la que tal vez sea su obra maestra, Corazón tan blanco (1992), una novela que acrecentó notablemente la popularidad de Javier Marías entre el lector medio español, lo consagró plenamente en Europa, lo elevó a categoría de «clásico de su época» entre los críticos y estudiosos que admiraban su escritura, y, al mismo tiempo, confirmó la impresión negativa de quienes se mostraban cada vez menos deslumbrados por los productos «en serie» de los citados narradores «angloaburridos«. En lo que se refiere a su contenido, Corazón tan blanco apenas aporta novedad alguna a las claves estilísticas y temáticas acuñadas por Marías en sus novelas y relatos anteriores: un narrador acuciado por la sospecha, el secreto, la duda y otras tribulaciones indaga en su interior y remueve su oscuro pasado aun a riesgo de saber que es peligroso ver, escuchar y conocer, y que cuando descubra lo que latía debajo de la apariencia ya será tarde para poder olvidar. La mayor originalidad de esta obra radica, pues, en su compleja estructura (de trazo singular), y en la incorporación al proceso de análisis introspectivo de todos los protagonistas de Marías de una nueva vía de conocimiento interior abierta por la memoria.

Esta fusión intensa y premeditada de memoria y detallismo interior -ciertamente tediosa para quienes no comulgan con el estilo de Javier Marías- causó una grata impresión entre la legión de fieles lectores con que contaba ya, a comienzos de los años noventa, el escritor madrileño, quien al cabo de poco tiempo vio cómo su novela era distinguida con galardones de tanta resonancia como el Premio de la Crítica (otorgado en España en 1993), el Premio Fémina (concedido en Francia en 1996), el Premio Internacional Nelly Sachs (1997) y el Premio Internacional Impac de Dublín (1997), un reconocimiento otorgado por una selecta comisión de bibliotecarios procedentes de todo el mundo, que hasta entonces no había premiado nunca a ningún otro autor español.

Un nuevo aluvión de premios vino a prestigiar la siguiente entrega narrativa de Javier Marías, Mañana en la batalla piensa en mí (1995), galardonada con el Premio Fastenrath (que concede la Real Academia Española), el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (uno de los más relevantes de las Letras hispanoamericanas), el Premio Arzobispo Juan de San Clemente (1996) y, de nuevo en Francia, el Prix Femina Étranger (1996); también recibió en Italia, en 1999, el Premio Mondello de Literatura, destinado a reconocer el mejor libro extranjero del año. El protagonista de esta novela es el escritor y guionista de televisión Víctor Francés, a quien la casualidad conduce a casa de Marta Téllez, lo que desencadena una serie de circunstancias sobrecogedoras que habrán de marcar, a partir de entonces, el resto de su existencia.

Un año después de la publicación de Mañana en la batalla piensa en mí, Javier Marías volvió a los anaqueles de las librerías con una nueva obra de ficción narrativa, esta vez encuadrada dentro del difícil género del relato. Se trata de la colección de cuentos titulada Cuando fui mortal (1996), a la que siguió, un par de años más tarde, la publicación de otra entrega narrativa titulada Negra espalda del tiempo (1998). Según declaró el propio Marías, es ésta una «falsa novela» en la que, a través de los senderos de la memoria, fluyen ininterrumpidamente la realidad y la ficción, para acabar cediendo todo el protagonismo a la voz del tiempo, tan presente y -a la vez- tan inmaterial que ni acaba de llegar ni termina nunca de pasar del todo.

El resto de su producción impresa se completa con el libro de ensayos titulado Pasiones pasadas (1991); la colección de breves biografías de literatos Vidas escritas (1992); las recopilaciones de artículos Literatura y fantasma (1993), Vida del fantasma (1995) y Seré amado cuando falte (1999); y Mano de sombra (1997), una suerte de diario íntimo -y, como cabe esperar del autor, introspectivo- protagonizado, más que por el propio Marías, por una serie de mitos históricos evocados en sus páginas, como el descubridor Álvar Núñez Cabeza de Vaca, el cineasta John Ford o el futbolista Ferenc Puskas. Además, es autor de otras obras como Mientras ellas duermen (1996), El hombre que parecía no querer nada (1996) y Si yo amaneciera otra vez (1997). En 2000 recibió el galardón de la octava edición del Premio Alberto Moravia de Narrativa Extranjera.

En el otoño de 2002, el autor madrileño presentó la primera de las tres entregas de su nuevo trabajo, Fiebre y lanza, bajo el título de Tu rostro mañana; obra ambiciosa cargada de contrastes que obtuvo meses después el II Premio Salambó de narrativa. Un año después, dio a la imprenta Harán de mí un criminal; volumen recopilatorio de un centenar de artículos periodísticos, publicados en el suplemento El País Semanal. En 2004 se reeditó la colección de narraciones de terror titulada Cuentos únicos, quince años después de su publicación original y con tres relatos más del autor. Ese mismo año salió a la luz la segunda entrega de Fiebre y lanza, titulada Baile y sueño, donde continúa la historia protagonizada por un colaborador del servicio de espionaje británico. En 2005 publicó Donde todo ha sucedido y El oficio de oír llover, dos volúmenes que recopilan sus artículos periodísticos publicados entre 1992 y 2004, de la misma índole son los artículos recopilados en Demasiada nieve alrededor, donde se incluyen artículos escritos entre 2005 y 2007. En 2007 se publica la tercer parte de Tu rostro mañana, titulado Veneno, sombra y adiós, que fue bien recepcionado por la crítica

En cuanto a su labor como editor, Javier Marías es el principal impulsor y el director del sello Reino de Redonda. En un particular homenaje a la escritora británica Richmal Crompton, autora del clásico de la literatura infantil Willian Brown (Guillermo el Travieso), Javier Marías editó bajo el título Bruma (Madrid: Reino de Redonda, 2001) una serie de trece relatos inéditos en castellano de la popular novelista. Otros títulos editados por Reino de Redonda son: La mujer de Huguenin (2000), de M. P. Shiel; Ehrengard, de Isak Dinesen (2001); La religión de un médico (2002), de Thomas Browne; Espejo del mar (2005), de Joseph Conrad, y Viaje de Londres a Génova a través de Inglaterra, Portugal, España y Francia (2005), de Giuseppe Baretti.

Esta editorial ofrece además desde 2001 un premio anual para un escritor o cineasta que no sea ni español ni hispanoamericano. Para la selección del galardonado, los miembros del club del Reino de Redonda (en el que aparecen, entre otros, los nombres de Arturo Pérez Reverte, Francis Ford Coppola, Antonio Lobo Antunes o Pedro Almodóvar) envían todos los años una carta con tres candidatos, entre los cuales triunfa el que más votos obtenga. El premio ha recaído en J. M. Coetzee (2001), el historiador inglés John Elliott (2002), el escritor italiano Claudio Magris (2003), el cineasta y escritor francés Eric Rohmer (2004), en la narradora canadiense Alice Munro (2005), en el escritor norteamericano Ray Bradbury (2006), en el francés George Steiner (2007), y en el italiano Umberto Eco (2008).

En junio de 2006 los miembros de la Real Academia Española de la Lengua le eligieron en la primera votación como nuevo académico, responsable de ocupar el sillón R (plaza que ocupó en su momento Fernando Lázaro Carreter, hasta su fallecimiento en 2004). El 27 de abril de 2008 ocupó efectivamente la plaza, con un discurso de aceptación titulado Sobre la dificultad de contar, donde además de su disertación del tema anunciado no olvida hacer una semblanza del carácter del escritor y filólogo fallecido.

Obras

1971 Los dominios del lobo1972 Travesía del horizonte1978 El monarca del tiempo1983 El siglo1986 El hombre sentimental1989 Todas las almas1992 Corazón tan blanco1994 Mañana en la batalla piensa en mí1998 Negra espalda del tiempo2001 Vidas escritas2002 Tu rostro mañana:1- Fiebre y lanza2004 Tu rostro mañana:2- Baile y sueño2005 Donde todo ha sucedido: al salir del cine2007 Tu rostro mañana:3- Veneno y sombra y adiós

Premio otorgados

1979 Premio Nacional de Traducción, por La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy1986 Premio Herralde de Novela, por El hombre sentimental1989 Premio Ciudad de Barcelona, por Todas las almas1993 Premio de la Crítica, por Corazón tan blanco1993 Prix L’?il et la Lettre, por Corazón tan blanco1995 Premio Rómulo Gallegos, por Mañana en la batalla piensa en mí1995 Premio Fastenrath (Real Academia Española de la Lengua), por Mañana en la batalla piensa en mí.1996 Prix Femina Étranger (Francia) a la mejor novela extranjera, por Mañana en la batalla piensa en mí.1997 Premio Nelly Sachs (Dortmund), por el conjunto de su obra.1997 IMPAC International Dublin Literary Award (Trinity College de Dublín), por Corazón tan blanco.1998 Premio Letterario Internazionale Mondello-Città di Palermo, por Mañana en la batalla piensa en mí.1998 Premio Comunidad de Madrid a la creación artística, por el conjunto de su obra.2000 Premio Internazionale Ennio Flaiano, por El hombre sentimental.2000 Premio Grinzane Cavour (Turín), por el conjunto de su obra.2000 Premio Internacional Alberto Moravia de narrativa extranjera, (Roma), por el conjunto de su obra.2003 Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, por el artículo El oficio de oír llover.2003 Premio Salambó al mejor libro de narrativa, por Tu rostro mañana, 1: Fiebre y lanza.2008 Premio José Donoso de las letras, por el conjunto de su obra. Entregado por la Universidad de Talca (Chile).

J. R. Fernández de Cano.