Kutuludush-Inshushinak, Rey de Elam (1120-1100 a.C.).


(Ku-tu-lu-dush-In-Shu-shi-nak) Rey de Elam, hijo y sucesor de Shilkhak-Inshushinak I. Su reinado hubo de ser de decadencia, según se deduce de los títulos nativos elamitas que de él han llegado, aunque en alguna de sus inscripciones se hizo llamar «aquel que ensanchó el Imperio». Algunos textos de tipo religioso recuerdan los presentes entregados a los templos de la diosa Manzat y del dios Shimutta, así como reconstrucciones e incluso construcciones de nueva planta, como la dedicada a la diosa Upurkupak. Aunque no han llegado textos históricos de su reinado, se puede sostener que controló parte del sur de Mesopotamia (País del Mar); sin embago, no pudo extenderse por el oeste, dado que coincidió su reinado con los del asirio Assur-resha-ishi I y del babilonio Nabucodonosor I. Este último llegó a atacar a Kutuludush-Inshushinak al menos en dos ocasiones. En la primera no pudo finalizar su campaña a causa de una epidemia, por lo que tuvo que retirarse a Dur-Apil-sin; en la segunda, y en el transcurso de un feroz combate, el rey elamita sucumbiría ante los babilonios, que contaron con la ayuda del jefe elamita Shitti-Marduk de Bit Karziabku, a orillas del río Ulai (hoy Karun), con lo que Elam quedó a merced de los vencedores. Nabucodonosor I pudo recuperar la estatua de Marduk que tiempo atrás había sido llevada al Elam; asimismo, se llevó la estatua de Erija, una divinidad elamita secundaria adorada en Din-Sharri, que situó en la región de Opi, bajo el control de elamitas probabilonios. Con su sucesor, Silkhina-khamru-Lakamar, se iniciaría una edad oscura para Elam.