Kim Dae Yung (1924-2009).


Político surcoreano, decimoquinto presidente del país, nacido el 16 de enero de 1924 en la isla de Hayi-do, situada en la actual Corea del Sur. Miembro del Partido Democrático coreano, Kim ha llevado a cabo toda su carrera política, iniciada a partir de 1954, ejerciendo una férrea oposición a los distintos gobiernos sucesivos, con el fin de establecer un auténtico régimen democrático. Falleció el 18 de agosto de 2009.

Kim Dae Yung nació en el seno de una familia de campesinos de clase media. Tras terminar sus estudios primarios y secundarios, se inició en el mundo laboral como oficinista de una compañía japonesa establecida en la región. Sin embargo, en 1945, abandonó este puesto y se dedicó a diversas actividades dentro del mundo de los negocios. Durante los años de la Guerra de Corea, desde 1948 hasta 1953, con las consecuencias graves que para el país tuvo la internacionalización del conflicto en una sociedad configurada bajo el estigma de la Guerra Fría, Kim fue perseguido y acusado por los coreanos comunistas de enemigo del régimen. Capturado y sentenciado a muerte, consiguió librarse de la sentencia al escapar de prisión.

Un año después de finalizar el conflicto, en 1954, Kim inició su actividad política en Corea del Sur con el firme objetivo de establecer una dura oposición frente al régimen dictatorial y autocrático instaurado por Syngman Rhee que, finalmente, fue expulsado en 1960. Hasta esa fecha Kim se había presentado a elección popular cinco veces consecutivas, sin conseguir adquirir un puesto en la Asamblea Nacional, que sí llegó a ocupar en 1961. Tras la caída de la dictadura, Corea de Sur se vio sometida a un proceso de reformas, con el objetivo de implantar un régimen básicamente democrático. Pero las dificultades fueron muchas. A pesar de la reputación de seriedad y carisma político que Kim había alcanzado, siguió formando parte de la oposición al nuevo gobierno de Park Ching Hee, debido en parte a las medidas represivas que su gobierno aplicó para controlar las agitaciones políticas. Ambos compitieron en las elecciones presidenciales celebradas en 1971, en las que Kim, presidente del Partido Democrático Coreano, salió derrotado aun consiguiendo más del 40% de los votos.

Progresivamente, Kim fue endureciendo el lenguaje de sus críticas, lo que desagradó enormemente a su rival. En 1973, mientras Kim se encontraba en Tokyo, fue secuestrado por el Servicio de Inteligencia de Corea que le obligó a regresar a su país. Esta acción por parte del gobierno sólo sirvió para empeorar las ya difíciles relaciones con Japón. Puesto en libertad al llegar a Corea del Sur, Kim fue de nuevo detenido en 1976 por el gobierno, acusado, esta vez, de promover agitaciones contra el régimen político. En 1979 Kim alcanzó su libertad, pero no fue la última vez que se vería en esa situación.

En ese mismo año, en el mes de octubre, Park Ching Hee murió asesinado. En mayo de 1980 Kim fue detenido bajo los cargos de sedición y conspiración; se le sentenció a la pena de muerte. Sin embargo, consiguió que el sucesor de Park, Chun Doo Hwan, le conmutara la pena por la de cadena perpetua el 23 de enero de 1981. Tampoco cumplió esta pena, pues, un año después quedó reducida a veinte años, máximos, de prisión.

Una enfermedad obligó a Kim a pedir permiso al gobierno para recibir tratamiento adecuado en Estados Unidos. Abandonó Corea del Sur en 1982 y regresó tres años después. Repuesto de sus dolencias y con un ambiente político menos endurecido hacia su persona, Kim volvió, una vez más, a participar activamente en el mundo de la política. En 1987 se presentó a las elecciones generales en coalición con el resto de las fuerzas políticas antigubernamentales, pero la ruptura de esta unión posibilitó la victoria de Kim Young Sam, candidato rival. Nuevamente dirigió la oposición política contra el gobierno.

En 1992 volvió a presentarse a las elecciones y, tras un nuevo fracaso, anunció su retirada de la política, a la que regresó en 1995. Finalmente, en las elecciones presidenciales que se celebraron el 18 de diciembre de 1997, Kim Dae Jung resultó elegido decimoquinto presidente de la República de Corea por un período de cinco años. En su discurso de investidura, el nuevo presidente apostó por la reconciliación de las dos Coreas. El 20 de enero de 2000, Kim Dae Jung disolvió el partido político que le llevó a la presidencia, el Congreso Nacional de la Nueva Política, y presentó el Democrático del Milenio, para promocionar las relaciones intercoreanas.

Coincidiendo con la campaña electoral de los comicios legislativos del 13 de abril de 2000, en las que venció el Gran Partido Nacional, se anunció una cumbre entre los líderes de las dos Coreas, la primera desde la división de la península medio siglo antes. Kim Dae Jung y el presidente de Corea del Norte, Kim Jong Il, firmaron el 14 de junio un acuerdo histórico que afectaría a cuatro puntos relacionados con la reconciliación nacional y la disminución de las tensiones militares, además de la reunión de las familias separadas por la guerra fratricida y la cooperación económica y social.

El 13 de octubre de 2000, el Comité Nobel noruego le concedió el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a «su trabajo por la democracia y los derechos humanos en Corea del Sur y en Asia oriental en general, y por la paz y la reconciliación con Corea del Norte en particular». En la ceremonia de entrega del galardón, el presidente surcoreano declaró que, aunque la reunificación entre las dos Coreas tardaría una o dos décadas en llegar, es un hecho histórico que se producirá de forma inevitable.

Salpicado por algunos asuntos de corrupción en el último periodo de su mandato, tras los comicios celebrados el 19 de diciembre de 2002, Kim Dae Jung cedió el testigo de la presidencia al nuevo líder de su partido, el reformista Roh Moo-hyun.

Con 85 años de edad, el líder coreano falleció de un paro cardíaco asociado a una neumonía en la ciudad de Seúl.