Lyndon Baines Johnson (1908-1973): El arquitecto de la Gran Sociedad y su legado político en una época turbulenta

Orígenes y primeros pasos en la política

Contexto histórico y social de su nacimiento

Lyndon Baines Johnson nació el 27 de agosto de 1908 en Stonewall, una pequeña localidad del condado de Gillespie, en el estado de Texas. Creció en un hogar de origen modesto, en una familia de granjeros cuya historia política en Texas se remontaba a varias generaciones. Su abuelo y su padre fueron congresistas de la Asamblea Estatal de Texas, lo que dotó a la familia de un fuerte sentido de compromiso con la política local y nacional. Este ambiente familiar influyó enormemente en la formación de Johnson, quien, aunque provenía de una clase social baja, se rodeó de figuras que serían clave en su futura carrera.

A diferencia de muchos de sus contemporáneos, su niñez no estuvo marcada por la abundancia, sino por las dificultades económicas que enfrentaban los granjeros de Texas en aquellos años. La vida en el campo y los desafíos de la Gran Depresión serían importantes factores que formaron el carácter de Johnson, quien aprendió desde joven a lidiar con la adversidad. A pesar de las dificultades, sus padres siempre enfatizaron la importancia de la educación, y su madre, en particular, fue una figura clave en su vida. Ella fue quien le inculcó un profundo amor por el conocimiento y el deseo de superación personal.

Formación y primeros años laborales

Tras completar su educación primaria y secundaria en las escuelas locales, Johnson ingresó al Southwest Texas State College (actualmente la Universidad Estatal de Texas) en San Marcos en 1927. Fue un estudiante activo, aunque no destacado académicamente, que se graduó en 1930 con un título de maestro. Este paso fue significativo, ya que le permitió trabajar como docente en la escuela secundaria de Sam Houston en Houston, Texas. Aunque este trabajo no sería su vocación a largo plazo, le permitió desarrollar importantes habilidades interpersonales y de liderazgo que más tarde serían fundamentales en su carrera política.

Durante este periodo, Johnson pasó por diversas experiencias laborales, algunas humildes y otras más alejadas de su futura carrera política. En su juventud, trabajó como limpiabotas, camarero y peluquero, entre otros oficios. Estas experiencias, aunque no necesariamente relacionadas con la política, le dieron una comprensión profunda de las dificultades que enfrentaba la gente común, lo que influyó en su empatía por las clases bajas y su futura agenda progresista.

Primer contacto con la política y la influencia de Sam Rayburn

El primer contacto de Johnson con la política se dio cuando comenzó a trabajar en 1931 en la campaña de Richard Kleberg, un candidato demócrata para la Cámara de Representantes de Washington. Aunque al principio no tenía experiencia directa en la política nacional, la campaña de Kleberg le permitió familiarizarse con el proceso político y, lo más importante, con Sam Rayburn, un influyente congresista de Texas que se convertiría en una de las figuras clave en la vida política de Johnson. Rayburn, conocido por su habilidad para negociar y su apoyo a los intereses del Sur, jugó un papel crucial en la carrera de Johnson, ayudándole a entender las dinámicas del Congreso y enseñándole la importancia de la persuasión y la política de alianzas.

Gracias a su trabajo con Kleberg, Johnson fue nombrado secretario personal de Rayburn, lo que le permitió estar en contacto cercano con uno de los políticos más poderosos de su tiempo. Esta relación con Rayburn fue crucial para el desarrollo político de Johnson, quien rápidamente se dio cuenta de que la política era un campo en el que podría triunfar, dada su habilidad para conectar con la gente y su ambición por el poder.

Al regresar a Texas, Johnson también fue testigo de la lucha política de los años treinta, cuando el presidente Franklin Delano Roosevelt lanzó su New Deal para combatir los efectos de la Gran Depresión. Aunque Johnson no tuvo un papel directo en el New Deal, su apoyo a las políticas de Roosevelt lo alineó con el presidente y lo acercó a los círculos políticos del Partido Demócrata. En 1934, al poco tiempo de casarse con Claudia Taylor, más conocida como Lady Bird, Johnson asumió el cargo de director de la Administración Nacional de la Juventud, un puesto que le permitió expandir su influencia en la política nacional.

El ascenso político de Lyndon Johnson

Johnson dio su primer gran paso en la política cuando fue elegido miembro de la Cámara de Representantes en 1937. Durante su tiempo en el Congreso, se destacó como un firme defensor de las políticas del New Deal y un hábil negociador, cualidades que le permitieron ganar el respeto de sus compañeros congresistas. A pesar de ser un hombre joven, su habilidad para hablar en público y su agresividad en los debates le dieron un lugar destacado en la política estadounidense.

Uno de los puntos clave de su carrera durante este periodo fue su nombramiento en 1942 como presidente de la Comisión de Asuntos Navales. A través de este cargo, Johnson pudo hacer frente a la creciente tensión internacional de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ser un congresista, Johnson se alistó como voluntario en las Fuerzas Navales, donde sirvió en la Guerra del Pacífico y se destacó por su valentía durante la Batalla de Nueva Guinea, lo que le valió la Medalla de la Estrella de Plata. Esta experiencia militar no solo fortaleció su imagen ante el público estadounidense, sino que también le permitió profundizar su comprensión de los desafíos globales que enfrentaba el país.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Johnson, con una sólida base política, fijó su objetivo en el Senado. En 1948, se postuló con éxito para un escaño en el Senado, venciendo a su oponente, el demócrata Coke Stevenson, en una de las elecciones más disputadas de la historia de Texas. A partir de ese momento, Johnson consolidó su poder en Washington, convirtiéndose en uno de los senadores más influyentes del país.

De vicepresidente a presidente – La consolidación de su poder

La Convención Demócrata y su ascenso a la vicepresidencia

En 1960, Johnson se presentó como candidato a la presidencia de los Estados Unidos en la Convención Nacional Demócrata. A pesar de ser un líder consolidado en el Senado, su carrera presidencial fue opacada por un joven y carismático congresista de Massachusetts: John F. Kennedy. La figura de Kennedy, fresca y llena de promesas para la nación, deslumbró a los delegados y terminó imponiéndose en la convención. Aunque Johnson quedó fuera de la nominación presidencial, un giro inesperado se dio cuando Kennedy, reconociendo la importancia política y el apoyo que Johnson representaba en el sur del país, le ofreció la vicepresidencia.

Inicialmente, Johnson se mostró reacio a aceptar la oferta. Sentía que la juventud y el estilo cosmopolita de Kennedy representaban una amenaza para su propia imagen política, y además tenía sus reservas sobre la seriedad de Kennedy como político. Consideraba a Kennedy un «playboy» y un miembro de la élite acomodada, ajeno a las realidades del sur de Estados Unidos. Sin embargo, tras pensarlo y debido a la presión de los líderes demócratas, Johnson aceptó convertirse en el compañero de fórmula de Kennedy, lo que le permitió sumarse a la campaña que culminó con la victoria electoral sobre el republicano Richard Nixon.

El papel de Johnson como vicepresidente fue una etapa de frustración personal. A pesar de la importancia de su cargo, fue relegado a un rol secundario por el entorno de la Casa Blanca, especialmente por la influencia del hermano de Kennedy, Robert F. Kennedy. A menudo se sintió marginado en un gobierno que le resultaba ajeno. Sin embargo, no estuvo completamente inactivo; fue designado director del Consejo Nacional de Aeronáutica y del Espacio, y jugó un papel clave en los esfuerzos para mantener el liderazgo de Estados Unidos en la carrera espacial. También desempeñó un papel importante en la diplomacia internacional, viajando al Lejano Oriente y Sudeste Asiático en 1962 para tratar cuestiones económicas, sociales y militares.

El ascenso a la Casa Blanca tras el asesinato de Kennedy

El 22 de noviembre de 1963, el destino de Johnson dio un giro inesperado y trágico. Mientras Kennedy realizaba una gira por el sur de Estados Unidos, fue asesinado en Dallas, Texas. La noticia conmocionó al país y dejó a Johnson ante un desafío monumental: asumir la presidencia de los Estados Unidos en circunstancias dolorosas y, en muchos aspectos, inesperadas.

El ascenso de Johnson a la presidencia fue rápido y, en gran parte, definido por la solemnidad de la tragedia. Inmediatamente después del asesinato, y mientras el avión presidencial llevaba los restos de Kennedy de regreso a Washington, Johnson fue juramentado como el trigésimo sexto presidente de los Estados Unidos en un vuelo de regreso a la capital. A pesar de la conmoción, Johnson demostró una notable capacidad para manejar la situación y tomar las riendas del gobierno en medio de la crisis.

En las semanas y meses posteriores, Johnson se dedicó a asegurar la continuidad del legado de Kennedy. Sabía que el pueblo estadounidense no lo vería como un líder legítimo en los primeros momentos de su presidencia, debido a la falta de la inspiración que Kennedy había generado, y por ello se centró en mantener la estabilidad política y en lograr que las reformas impulsadas por Kennedy, especialmente en temas como los derechos civiles, se llevaran a cabo.

La presidencia de Lyndon Johnson

Aunque su ascenso a la presidencia fue consecuencia de la tragedia, Johnson no desaprovechó la oportunidad para impulsar su propia agenda política. Su enfoque se centró en una serie de reformas internas que, bajo el lema de la «Gran Sociedad», se proponían resolver los problemas más acuciantes de la sociedad estadounidense, como la pobreza, la discriminación racial y la falta de acceso a la educación.

Primera presidencia y la implementación de la Gran Sociedad

Una de las primeras acciones de Johnson fue buscar la aprobación de las propuestas legislativas de Kennedy, las cuales consideraba fundamentales para el futuro del país. Entre las leyes más importantes que logró aprobar en su primer año de mandato se encontraba la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohibía la discriminación racial en todos los aspectos de la vida pública, incluyendo la educación, el empleo y el acceso a los lugares públicos. Esta ley representó un hito en la lucha por la igualdad racial en Estados Unidos y consolidó el compromiso de Johnson con la justicia social.

Otra de las principales iniciativas de su primer mandato fue la Ley de Oportunidades Económicas de 1964, que buscaba reducir la pobreza mediante la creación de programas de formación y empleo para los más desfavorecidos. Estos esfuerzos fueron parte de su visión más amplia, la de una «Gran Sociedad» que pretendía eliminar las barreras económicas y sociales que aún persistían en el país. A través de esta serie de reformas, Johnson esperaba que Estados Unidos se convirtiera en una nación más justa y equitativa, capaz de ofrecer oportunidades a todos sus ciudadanos, independientemente de su raza o clase social.

Relaciones internacionales y la Guerra Fría

En el plano internacional, Johnson continuó la política de contención de la Guerra Fría de su predecesor, Kennedy, pero su mandato estuvo marcado por la creciente tensión con la Unión Soviética y el conflicto en Vietnam. A nivel de política exterior, Johnson mantuvo el curso con la estrategia de asegurarse de que Estados Unidos no perdiera su liderazgo global. Fue durante su presidencia cuando se consolidó la famosa «carrera espacial», que llevaría al hombre a la Luna en 1969. A nivel diplomático, Johnson también jugó un papel clave en las negociaciones relacionadas con el bloque de Berlín y la creciente amenaza nuclear.

Sin embargo, su mayor desafío internacional vino en forma de la Guerra de Vietnam.

El declive y la retirada de la política

La reelección y los desafíos internos

Las elecciones presidenciales de 1964 supusieron una victoria aplastante para Lyndon B. Johnson. Su contrincante, el republicano Barry Goldwater, no logró hacer frente a la ola de popularidad que Johnson cosechó tras la tragedia del asesinato de Kennedy. Con un programa electoral ambicioso, que incluía la «Gran Sociedad», Johnson consiguió el apoyo de amplios sectores de la sociedad estadounidense. Su victoria permitió que el presidente se sintiera legitimado para llevar a cabo una serie de reformas progresistas.

Sin embargo, el segundo mandato de Johnson estuvo marcado por varios desafíos que comenzaron a erosionar tanto su popularidad como la estabilidad política de su administración. A pesar de la victoria en las urnas, la guerra de Vietnam se convirtió en un tema central que dominó los años posteriores, distorsionando las esperanzas de una sociedad más equitativa que él había visualizado en su «Gran Sociedad».

Johnson se enfrentó a una creciente oposición dentro de su propio partido. El ala más progresista, que apoyaba los derechos civiles, comenzó a desilusionarse por la falta de progreso en las mejoras económicas para las minorías, lo que provocó disturbios raciales en las grandes ciudades del país. La frustración de los afroamericanos se intensificó cuando las leyes de derechos civiles no lograron traducirse en una mejora tangible en sus condiciones de vida. Estos problemas fueron agudizados por el surgimiento de grupos más radicales, como el movimiento Black Power y los Musulmanes Negros, que adoptaron una postura más confrontativa.

En este contexto, el asesinato de figuras clave del movimiento por los derechos civiles, como Malcolm X en 1965 y Martin Luther King Jr. en 1968, profundizó la división social y política en Estados Unidos. Estos hechos llevaron a la intervención del ejército en varias ciudades, donde las tensiones raciales se habían convertido en disturbios violentos. Johnson, aunque comprometido con las políticas progresistas, no pudo evitar que la situación se desbordara.

La Guerra de Vietnam

Mientras los problemas sociales internos golpeaban la presidencia de Johnson, el conflicto en Vietnam comenzaba a tomar una importancia creciente. En 1965, bajo la premisa de evitar la propagación del comunismo en el sudeste asiático, Johnson escaló la presencia militar estadounidense en Vietnam, enviando decenas de miles de soldados a la región. Su política de intervención progresiva llevó a un creciente costo humano y financiero.

La guerra resultó ser un desastre tanto para Estados Unidos como para Johnson. El coste humano fue abrumador, con más de 200,000 bajas entre muertos y heridos, y la economía estadounidense sufrió enormemente con un gasto anual de 30,000 millones de dólares en el conflicto. A medida que el número de soldados y víctimas aumentaba, las protestas contra la guerra se intensificaron. Miles de estudiantes universitarios y grupos pacifistas organizaron manifestaciones, que fueron respaldadas por un número creciente de políticos que se oponían a la escalada de la guerra. Esta oposición interna, especialmente de figuras como Robert Kennedy y Eugene McCarthy, profundizó la crisis política de Johnson.

A finales de 1968, con la guerra cada vez más impopular y las tensiones internas alcanzando su punto álgido, Johnson se vio forzado a hacer un giro dramático en su política. El 31 de marzo de 1968, anunció un alto el fuego temporal en Vietnam y, lo que sorprendió a muchos, su decisión de no presentarse a las elecciones presidenciales de 1968. Este fue un punto de inflexión en su presidencia, pues dejó en claro que su popularidad y su visión para el futuro de Estados Unidos estaban severamente comprometidas.

La intervención en Panamá y la política exterior

Aunque la Guerra de Vietnam dominaba los titulares internacionales, otro episodio que generó controversia fue la intervención de Estados Unidos en Panamá en 1965. Johnson, preocupado por la posible instauración de un gobierno progresista en el país y buscando mantener la influencia estadounidense en la región, ordenó la intervención militar. La acción fue criticada tanto dentro como fuera del país, y el Congreso presionó a Johnson para que retirara las tropas, un tema que se convirtió en otro punto de fricción en su relación con los líderes de su propio partido.

A pesar de estos contratiempos, Johnson trató de mantener abiertas las líneas de comunicación con la Unión Soviética. Durante la Guerra de los Seis Días en 1967, en un esfuerzo por reducir las tensiones nucleares, Johnson y el primer ministro soviético Alexei N. Kossiguin se reunieron en un encuentro histórico en Glassboro, Nueva Jersey. Ambos países acordaron no intervenir en los conflictos del Medio Oriente, pero, a pesar de la conversación, el conflicto de Vietnam siguió siendo un tema insostenible.

Retiro y post-presidencia

Desilusionado por el rumbo de su presidencia y agotado por los desafíos internos y externos, Johnson comenzó a preparar su salida del escenario político. En 1969, tras su anuncio de no presentarse para un segundo mandato, se retiró a su rancho en San Antonio, Texas. Allí se dedicó a la redacción de sus memorias, donde ofreció su visión y reflexión sobre su turbulenta presidencia, sus logros y fracasos.

En su retiro, Johnson pasó sus últimos años tratando de mantener una vida tranquila, aunque siempre se mantuvo involucrado en los círculos políticos. A pesar de los altibajos de su carrera, su legado como un defensor de los derechos civiles y la lucha contra la pobreza perduró. Sin embargo, la sombra de la Guerra de Vietnam y las crisis internas que marcaron su mandato ensombrecieron muchas de las victorias legislativas que había logrado.

Lyndon Baines Johnson falleció el 22 de enero de 1973, a los 64 años, de un ataque al corazón. Su muerte cerró el capítulo de una de las presidencias más controversiales de la historia de los Estados Unidos. Aunque su legado en la lucha contra la pobreza y la promoción de los derechos civiles dejó una huella perdurable, también estuvo marcado por las cicatrices de un conflicto que dividió a su nación.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Lyndon Baines Johnson (1908-1973): El arquitecto de la Gran Sociedad y su legado político en una época turbulenta". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/johnson-lyndon-baines [consulta: 15 de octubre de 2025].