Joaquín, rey de Judá (598 a.C.).
(Yehoyaqin) Décimo noveno rey de Judá, hijo de Joaquím. Tuvo un corto reinado (tres meses y algunos días), y es presentado como persona benigna por Flavio Josefoy como malo por el Libro de los Reyes. Asediada Jerusalén por Nabucodonosor II de Babilonia, quien personalmente había acudido a sofocar la rebelión en ella originada temeroso de que se propagara, el rey Joaquín -de tan sólo 18 años-, que había sucedido hacía muy poco a su padre, no opuso ninguna resistencia, por lo que conservó la vida. No obstante, fue deportado junto con muchísimas otras personas a Babilonia, en donde permaneció en cautividad durante treinta y siete años hasta que fue indultado por Amel-Marduk, el sucesor de Nabucodonosor II. Joaquín había sido sucedido en Judá por su tío Mattanías, hijo de Josías, a quien Nabucodonosor II, que lo había entronizado, le había cambiado el nombre por el de Sedecías.