Sedecías, Rey de Judá (598-587 a.C.).
(Sidqiyyah[u] o Sedecías o Mattanías). Último rey de Judá, originariamente de nombre Mattanías. Su genealogía presenta dificultades, ya que difieren sobre la misma las fuentes bíblicas. El nombre de Sedecías le había sido impuesto a Mattanías por el babilonio Nabucodonosor II, cuando éste le nombró rey de Judá en sustitución de su sobrino, el rey Joaquín, que había sido deportado a Babilonia. La personalidad de Sedecías siempre estuvo a merced de sus consejeros, dado su débil carácter. Su hecho más significativo fue el adherirse a una coalición antibabilónica, auspiciada por el partido filoegipcio y en contra de las advertencias de Jeremías. Esta coalición fue abortada a causa de la neutralidad del faraón Psammético II, por lo que el rey judío se vio obligado a acudir a Babilonia a rendir cuentas de su actuación política en tal evento.
De vuelta a Jerusalén y ante las presiones del partido antibabilónico y la política del nuevo faraón Apries, sucesor de Psammético II, se adhirió a la nueva Liga antibabilónica, formada por varios Estados palestinos, Tiro y Egipto. Como represalia, en el año 589 a.C. Nabucodonosor II salió de Babilonia con un potente ejército, con el que tomó Judá, y sitió Jerusalén durante 18 meses, obligado a abandonar el sitio para hacer frente a las ayudas egipcias enviadas hacia Jerusalén. Resuelto este problema, Nabucodonosor II volvió a sitiar Jerusalén, ciudad que al cabo de poco tiempo, abrumada por el hambre y la peste, hubo de ceder.
Aprovechando la noche, los principales jefes militares judíos, junto con la familia real, huyeron, pero fueron alcanzados en las proximidades de Jericó. Desde allí, Sedecías y su familia fueron conducidos a Riblah, al norte de Palestina, donde el rey babilonio tenía su cuartel general. Allí Sedecías fue juzgado y condenado. Tuvo que contemplar cómo eran matados sus hijos, tras lo cual a él le fueron sacados los ojos; finalmente, encadenado, fue enviado a Babilonia, ciudad en la que murió.