Agustín de Jáuregui y Aldecoa (1711-1784): El Virrey de la Paz y Reforma en el Perú Colonial
Agustín de Jáuregui y Aldecoa fue uno de los políticos y administradores coloniales más destacados de la España del siglo XVIII. Nacido en 1711 en Lecároz, Navarra, y fallecido en Lima en 1784, desempeñó un papel crucial en la historia de Perú como trigésimo tercer virrey del territorio, cargo que ocupó entre 1780 y 1784. Durante su mandato, Jáuregui fue testigo y protagonista de uno de los períodos más convulsos del virreinato, marcado por las rebeliones indígenas y las reformas borbónicas.
Orígenes y Contexto Histórico
Agustín de Jáuregui pertenecía a una familia noble de Navarra. Su padre, Matías de Jáuregui, era el señor del Palacio de Cabo de Armería de Jáuregui, y su madre, Juana María de Aldecoa y Datue, también provenía de la nobleza. Desde joven, Jáuregui siguió la carrera militar, un camino común para los hijos de la nobleza española, lo que lo llevó a desempeñar diversas funciones en el ejército, como caballerizo de campo del rey Felipe V y capitán de dragones del Regimiento de Almansa.
Durante sus primeros años en el servicio militar, participó en diversas expediciones, tanto en Europa como en África. Fue parte de las expediciones militares en Mazalquivir y Orán, en el norte de África, donde destacó por su valentía y habilidad táctica. A mediados de la década de 1740, Jáuregui fue enviado a América, primero a La Habana, donde participó en la defensa del puerto contra un ataque inglés en 1741. En Cuba, contrajo matrimonio con María Luisa de Aróstegui en 1747, consolidando su relación con la élite local.
Logros y Contribuciones
Reformas en el Virreinato del Perú
En 1780, el rey Carlos III lo designó virrey del Perú, sucediendo a Manuel de Guirior. Jáuregui asumió este cargo en un momento crítico para la corona española. Su mandato coincidió con la rebelión indígena encabezada por el líder Tupac Amaru II, un levantamiento que amenazaba el control del virreinato sobre el sur de los Andes. A pesar de las dificultades políticas y sociales, Jáuregui se destacó por implementar varias reformas que transformaron profundamente el virreinato peruano.
Una de las principales reformas de Jáuregui fue la reorganización administrativa del virreinato. Introdujo la figura de los intendentes, sustituyendo al cargo tradicional de los corregidores, una medida crucial de la política borbónica destinada a centralizar el poder y mejorar la recaudación fiscal. Esta reforma se implementó mediante la Ordenanza del 28 de enero de 1782, que abolió el cargo de corregidor y estableció los nuevos cargos de intendente, lo que permitió un control más eficiente sobre las distintas regiones del virreinato.
En el ámbito militar, Jáuregui también llevó a cabo una serie de mejoras en las fortificaciones del Perú. El temor a un ataque inglés llevó a la ampliación de las tropas y a la remodelación de varios cuarteles, entre ellos el cuartel de Santa Catalina y el fuerte del Real Felipe en El Callao, uno de los principales puntos de defensa de Lima.
Enfrentando la Rebelión de Tupac Amaru II
Uno de los momentos más críticos de su mandato fue la rebelión de Tupac Amaru II en 1780. Esta sublevación indígena, que comenzó en el poblado de Tinta, en Cuzco, fue una respuesta a los abusos del sistema colonial y la carga fiscal que padecían los pueblos indígenas. Tupac Amaru II, identificado como José Gabriel Condorcanqui, se levantó contra los abusos de los corregidores y la clase gobernante española.
El virrey Jáuregui respondió rápidamente al levantamiento, enviando tropas al mando del coronel José del Valle. Aunque inicialmente el ejército rebelde tuvo varios éxitos, incluyendo la ejecución del corregidor Antonio Arriaga y la victoria en la batalla de Sangarará, la rebelión fue sofocada gracias a la intervención militar y la captura de Tupac Amaru II en abril de 1781. El líder indígena fue ejecutado junto con su familia en el Cuzco el 18 de mayo de 1781, aunque las tensiones siguieron siendo altas con otros movimientos, como la rebelión de Tupac Katari en La Paz.
Política Cultural y Religiosa
En su mandato, Jáuregui también introdujo medidas que afectaron la vida cultural y religiosa del virreinato. A raíz de la rebelión de Tupac Amaru II, el virrey prohibió la lectura de Los Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega, un texto que, según las autoridades coloniales, fomentaba sentimientos de desobediencia hacia la Corona. Asimismo, su gobierno adoptó una política restrictiva hacia las instituciones indígenas, suprimiendo las milicias indígenas y extinguiendo el cargo de caciques.
En el ámbito religioso, Jáuregui promovió la construcción de varios seminarios y noviciados, utilizando los bienes confiscados a los jesuitas tras su expulsión. De este modo, se consolidó la educación religiosa en el virreinato, pero también se fortaleció el control estatal sobre la Iglesia.
La Defensa del Perú
Durante su gobierno, la defensa del virreinato fue una prioridad, especialmente debido a las amenazas de ataque de los ingleses. Se ampliaron las fortificaciones en puntos estratégicos como Ancón, Chorrillos y la Chira, y se reforzó la presencia militar en el Callao, uno de los principales puertos del virreinato. Además, en el contexto de la protección a los indígenas, Jáuregui implementó reformas que buscaban mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas, aunque con el fin de integrarlas mejor al sistema colonial.
Momentos Clave
A continuación, se destacan algunos de los momentos más importantes del mandato de Agustín de Jáuregui:
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1741: Envío a América para defender La Habana de un ataque inglés.
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1747: Matrimonio con María Luisa de Aróstegui en Cuba.
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1772: Nombramiento como gobernador y capitán general de Chile.
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1780: Nombramiento como virrey del Perú por Carlos III.
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1781: Sofocación de la rebelión de Tupac Amaru II y ejecución de su líder.
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1782: Introducción de la reforma de los intendentes en el virreinato.
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1784: Fallecimiento en Lima, a los 73 años.
Relevancia Actual
El legado de Agustín de Jáuregui se ve principalmente en las reformas administrativas que implementó durante su mandato. Su trabajo en la reorganización del virreinato del Perú y la introducción de los intendentes es un claro ejemplo de la influencia de las políticas borbónicas en América Latina. Aunque su gobierno estuvo marcado por la represión de las rebeliones indígenas, también fue un periodo de transformación en el que se sentaron las bases para las futuras reformas coloniales.
En la historia peruana, Jáuregui es recordado como un virrey que, aunque enfrentó duras rebeliones y tensiones sociales, implementó cambios importantes en la estructura administrativa del virreinato y dejó una marca indeleble en la evolución política del país. Su figura es importante no solo en el contexto de la colonización española, sino también como parte de los movimientos que, con el tiempo, llevarían a los procesos de independencia en América Latina.
En resumen, Agustín de Jáuregui y Aldecoa fue un virrey que se enfrentó a las turbulencias de su época con una mezcla de rigor y pragmatismo. Su administración y sus políticas han dejado una huella significativa en la historia del Perú, cuyo impacto puede aún analizarse a través de los cambios que implementó en la estructura colonial del virreinato.
MCN Biografías, 2025. "Agustín de Jáuregui y Aldecoa (1711-1784): El Virrey de la Paz y Reforma en el Perú Colonial". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/jauregui-y-aldecoa-agustin-de [consulta: 18 de octubre de 2025].