Infante y Chaves, Facundo (1790-1873).
Militar y político español, nacido en Villanueva del Fresno (Badajoz) el 19 de febrero de 1790, y fallecido en Madrid, el 27 de diciembre de 1873. Hizo sus primeros estudios en Badajoz y los continuó en Sevilla. En septiembre de 1808, la Junta de Badajoz le nombró subteniente de Infantería. Se batió en el Campo de Velada y en Talavera de la Reina, por lo que fue ascendido a teniente y, el 28 de octubre de 1809, se le concedió la cruz de Talavera. Se halló en la retirada del duque de Alburquerque desde el Tajo a la Isla de León (1810), y después en el ataque al castillo de Niebla, donde fue herido; en la batalla de Albuera, en la que ascendió a capitán, y en las acciones de Zajar, Pujol y campos de Mislata. Cayó prisionero en Valencia, pero logró fugarse, y participó luego en las acciones de Puerto Cárcel y Puerto de la Ollería y en los bloqueos de Tarragona y Tortosa.
De ideología liberal, tuvo que esconderse en 1814 en casa de José Hezeta, y después marchó a Francia. A su regreso, sirvió en el Regimiento de Zapadores desde 1816, y fue nombrado en 1817 capitán de la compañía de cadetes de Ingenieros de Alcalá de Henares. Ayudó en 1818 a la fuga de Van Halen y, al parecer, tuvo que emigrar en 1819. Tomó parte en la conspiración de 1820 y se pronunció por la Constitución en San Fernando el 6 de marzo de 1820: la Junta local le nombró teniente coronel ayudante del E.M. general, título que le fue revalidado posteriormente. En 1821 persiguió a las facciones levantadas en la provincia de Toledo; fue redactor de El Espectador (Madrid, 1821-1823) y diputado por Extremadura en 1822-1823. Fue secretario del Congreso cuando Riego fue elegido presidente, y en 1823 votó la incapacidad del rey, por lo que a la vuelta de éste fue condenado a muerte. Luchó contra la invasión francesa y, en octubre de 1823, emigró hacia América. Llegó con algunos compañeros a Río de Janeiro, y desde allí emprendió viaje por tierra al Perú. En Santa Cruz estuvieron a punto de ser fusilados. Luego fue secretario de Sucre y ministro del Interior de Bolivia, además de amigo de Bolívar. Se cuentan mil leyendas sobre su colaboración en El Cóndor y su influjo sobre Bolívar, aunque más cierta parece su contribución a la salvación de Espartero, que había sido condenado a muerte por el Libertador.
Ya en España, luchó en 1834 contra los carlistas y fue subsecretario de la Guerra del 14 de octubre de 1834 al 26 de mayo de 1835. Brigadier, gobernador militar de Madrid, procurador en 1836 y diputado por Badajoz en las Constituyentes de 1836-1837, fue ministro de la guerra del 22 de marzo al 16 de junio de 1837, y segundo cabo de la Capitanía general de Valencia en 1838-1839. El 19 de mayo de 1839 publicó la proclama «Valencianos», sobre represión del crimen, y siguió representando ininterrumpidamente a Badajoz hasta 1839; juró como senador por Castellón el 16 de mayo de 1840. Luego fue de nuevo ministro de la Guerra (1-16 de septiembre de 1840) y diputado por Badajoz en 1841. Ese mismo año fue nombrado Jefe político de Barcelona y ministro de la Gobernación, cargo este último que ejerció del 21 de mayo de 1841 al 17 de julio de 1842. En 1843 fue capitán general de Granada, y pasó después a Portugal hasta 1847. Diputado por Betanzos, Coruña, entre 1847 y 1849, fue luego miembro del Consejo Real (1849-1852), pero en 1853 fue desterrado a Baleares. La revolución del año siguiente le nombró capitán general de las islas, e inmediatamente pasó a ser director general de la Guardia Civil (1854-1856). Volvió a ser diputado por Baleares y Badajoz -optó por ésta- en las Constituyentes de 1854, y también fue su presidente.
Se le otorgó la Gran Cruz de San Hermenegildo, con antigüedad desde 1840 y pensionada desde 1855. Fue vocal y presidente del Consejo de Redenciones hasta el 18 de agosto de 1860, y Consejero de Estado y presidente de la sección de Guerra y Marina hasta 1863, y de nuevo desde el 28 de junio de 1865 hasta el 15 de julio de 1866. Luego ejerció de senador electo por Badajoz (1871) y de comandante general de Inválidos, esto último desde 1872 hasta su fallecimiento. Poseía, además de las citadas, las cruces de Albuera, Chiclana y tercer ejército, las de San Fernando de primera y de tercera clase, y la del valor cívico, y fue dos veces declarado benemérito de la Patria. Era miembro también de varias Academias y Sociedades Económicas.
Bibliografía.
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PAULA PAVÍA, Francisco de: Galería biográfica de los Generales de Marina, Jefes y personajes notables que figuraron en la misma corporación desde 1700 a 1868, Madrid, 1873. MORATILLA, Bernardo: Estadística del personal y vicisitudes de las Cortes y de los Ministerios de España, Madrid: 1880.
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LLORENS CASTILLO, Vicente: Liberales y románticos. 2ª ed. Madrid, 1968.
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VAN HALEN, Juan: Verdades oportunas expuestas a Su Majestad, Madrid, 1821.
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PÁEZ RÍOS, Elena: Iconografía hispánica. Madrid, 1966. 5 v.