José Huerta Rivera (1934-VVVV): El maestro del toreo mexicano que dejó su huella en la historia

José Huerta Rivera, conocido en el mundo taurino como «Joselito Huerta», nació el 24 de enero de 1934 en Tetela de Ocampo, Puebla, México. A lo largo de su carrera, se convirtió en una de las figuras más destacadas de la tauromaquia, tanto en su país natal como a nivel internacional, dejando una huella imborrable en el arte del toreo. Su nombre es sinónimo de valentía, destreza y un profundo amor por la tradición taurina.

Orígenes y contexto histórico

José Huerta Rivera creció en un entorno que favorecía la formación de jóvenes en el arte del toreo. México, durante las décadas de los 40 y 50, era un país con una gran tradición taurina, especialmente en la capital, Ciudad de México, donde se encontraba la famosa Plaza Monumental. Desde muy joven, Huerta comenzó a demostrar su pasión por la tauromaquia, y con el tiempo, se fue forjando como un matador de toros muy prometedor.

Tras formarse en las plazas menores de México, Huerta se presentó por primera vez en un coso de la Ciudad de México el 16 de mayo de 1954, donde comenzó a ganarse la admiración de los aficionados locales por su estilo único y su valentía. Este éxito inicial le permitió seguir avanzando en su carrera y, al año siguiente, decidió dar el salto a Europa.

Logros y contribuciones

El 24 de junio de 1955, “Joselito Huerta” debutó en España, en la emblemática Plaza Monumental de Las Ventas, en Madrid. Esta plaza, conocida por su difícil y exigente afición, le sirvió como un reto que Huerta superó con éxito, demostrando su valía ante la crítica especializada y el público español.

Al año siguiente, el 29 de septiembre de 1955, Huerta recibió la alternativa como matador de toros en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, uno de los escenarios más prestigiosos de la tauromaquia. En esta tarde histórica, el reconocido matador Antonio Mejías Jiménez, conocido como Antonio Bienvenida, fue quien le cedió los trastos. Huerta lidió un toro llamado Servilleto, criado en las dehesas de don Felipe Bartolomé, y con este acto se consagró como matador de toros de pleno derecho.

A partir de entonces, su carrera despegó y José Huerta Rivera comenzó a formar parte de los nombres más importantes de la tauromaquia mexicana. En su país natal, Huerta se convirtió en una figura esencial del toreo durante los años 50 y 60. Fue reconocido por su estilo valiente y su destreza, continuando el legado de los grandes toreros mexicanos como Gaona, Armillita, Liceaga y Arruza, quienes habían marcado el rumbo del toreo en el país.

La confirmación de su alternativa

El 25 de diciembre de 1955, José Huerta Rivera confirmó su alternativa como matador de toros en la Plaza Monumental de México. En esta ocasión, el diestro Antonio Velázquez Martínez, un compatriota y amigo cercano, fue quien le apadrinó, mientras que el venezolano César Girón actuó como testigo. En esta corrida, «Joselito Huerta» toreó con maestría y dominó a un toro de la ganadería de La Punta, conocido como Limonero. Esta corrida marcó el inicio de su carrera de éxito en México, consolidándose como uno de los más grandes matadores de su generación.

Momentos clave en la carrera de Joselito Huerta

  • 16 de mayo de 1954: Debut en la Plaza México, donde inició su carrera como matador de toros.

  • 24 de junio de 1955: Debut en la Plaza Monumental de Las Ventas en Madrid, demostrando su valía ante la exigente afición española.

  • 29 de septiembre de 1955: Toma de alternativa en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, apadrinado por Antonio Bienvenida.

  • 25 de diciembre de 1955: Confirmación de su alternativa en la Plaza Monumental de México, apadrinado por Antonio Velázquez Martínez.

  • 1964: Regreso a España tras varios años de ausencia debido a las tensiones entre los estamentos taurinos españoles y mexicanos.

  • 28 de enero de 1973: Retiro definitivo del toreo en la Plaza Monumental de México, cerrando su carrera con una última corrida en compañía de Manuel Martínez Alcira y Jose Mari Manzanares.

Relevancia actual

Aunque José Huerta Rivera se retiró oficialmente del toreo en 1973, su legado perdura. Durante sus años en activo, contribuyó a consolidar la tauromaquia como una tradición viva en México, siendo un referente para las nuevas generaciones de toreros. Su influencia sigue siendo reconocida en la cultura taurina mexicana, donde su nombre se asocia a un periodo dorado del toreo en el país.

Hoy en día, su figura sigue siendo recordada como la de un torero íntegro, valiente y apasionado, que dedicó su vida al arte del toreo y que, con su maestría, elevó la tauromaquia mexicana a un nivel internacional. Los aficionados mexicanos, y de todo el mundo, siguen celebrando su legado con admiración.

La carrera de «Joselito Huerta» también sirvió para afianzar la relación taurina entre México y España, que, a pesar de las tensiones políticas de la época, encontró en él un puente de unión entre ambos países. Su historia es un reflejo de la fortaleza y la perseverancia en la profesión de matador, en la que se requiere no solo talento, sino también una gran valentía y amor por la tradición.

Con su retiro, el 28 de enero de 1973, cerró una etapa dorada en la tauromaquia mexicana, pero dejó un legado imborrable que sigue presente en la memoria colectiva de los aficionados al toro y que ha inspirado a numerosos toreros a seguir sus pasos.

José Huerta Rivera, “Joselito Huerta”, continúa siendo una de las figuras más importantes de la historia del toreo en México, un símbolo del arte taurino que marcará a generaciones por venir.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "José Huerta Rivera (1934-VVVV): El maestro del toreo mexicano que dejó su huella en la historia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/huerta-rivera-jose [consulta: 19 de octubre de 2025].