Holguín, Carlos (1832-1894).
Político y literato colombiano, nacido en Nóvita el 11 de julio de 1832 y muerto en Bogotá el 19 de octubre de 1894. Fueron sus padres Vicente Holguín y María Josefa Mallarino. Inició sus estudios en Cali y pasó en 1847 a San Bartolomé en Bogotá, hasta la expulsión de los jesuitas -18 de mayo de 1850-. Concluyó sus estudios de Derecho en la Universidad del Cauca, que le otorgó el doctorado en 1852.
Prematuro periodista, literato y profesor de esta asignatura y ciencias políticas en Bogotá, ejerció primero como abogado del Tribunal de Popayán; fue luego, en 1855, electo Senador por Buenaventura a los 23 años, y llegó a ser Presidente de dicha Corporación. Durante el golpe del general José María Melo -1854- estuvo del lado constitucionalista, peleando en el sur como secretario del coronel Manuel Tejada. Delegado por el Estado del Cauca a la Asamblea Constituyente entre 1858 a 1859, ésta lo nombró magistrado suplente de la Corte Suprema de Justicia, cargo que ejerció entre 1860 y 1861. En 1860 participó en la campaña del Magdalena y de la Sabana con el ejército de la Confederación Granadina. Durante la hegemonía liberal fue electo al Congreso como Representante y luego Senador por los Estados de Cundinamarca, Tolima y Antioquia.
Designado luego Secretario del Gobernador del Estado de Cundinamarca, Pedro Gutiérrez Lee, fue apresado en 1868, pero volvió a ser elegido representante por el mismo Estado; sirvió igual cargo por el Estado del Tolima (1870-1871 y 1876-1877) y Antioquia (1875). En 1880, el presidente Núñez lo designó Ministro Plenipotenciario ante la Corte de Inglaterra, y un año después lo designó simultáneamente ante la corte española; permaneció en Londres entre 1880 y 1886. Fue recibido en Madrid el 9 de enero de 1882 en calidad de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario por Alfonso XII, luego de haberse firmado en París, por el plenipotenciario colombiano Luis Carlos Rico y el Marqués de Molins, embajador español, el primer tratado bilateral entre ambos países, después de 70 años de mutuo desconocimiento.
A su regreso, Genaro Payán, que se encontraba ejerciendo como Designado en reemplazo del presidente Rafael Núnez, retirado a Cartagena, lo designó Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ejerció entre diciembre de 1887 y febrero de 1888, fecha en que pasó al Ministerio de Gobierno. Ese mismo año, el Congreso lo eligió Designado de la República. Ejerció la presidencia los siguientes cuatro años por ausencia del titular Rafael Núñez. En 1870 se casó con Margarita Caro Tobar, hija de José Eusebio Caro Ibáñez. Su hermano Jorge Holguín fue Presidente durante 1920 y 1921, al igual que lo había sido su cuñado Miguel Antonio Caro (1894-96) y su tío Manuel María Mallarino (1855-57)
Se posesionó el 7 de agosto de 1888, y es recordado como irrestricto defensor de la Constitución de 1886 y de la Ley de los Caballos de 1888. Extraordinario fue su mandato en el campo de las obras públicas: Promovió la construcción del ferrocarril de la Sabana, que inauguró el 10 de julio 1889; a la vez que entregó en servicio el de Cúcuta a Puerto Villamizar: también contrató el de Puerto Wilches a Bucaramanga, e inició la construcción del tramo de Cartagena a Calamar, además de los de Boyacá y del Cauca o del Pacífico. También estableció la navegación en el bajo Cauca y en los ríos Nechí y Atrato; drenó el Canal del Dique, cerca de Cartagena; ordenó la dotación del alumbrado eléctrico y el teléfono en la capital y estimuló la construcción de nuevos edificios públicos en Bogotá, entre ellos el Teatro Colón, que inauguró el 12 de octubre de 1892. También creó y dotó un astillero en Cartagena.En 1891, con ocasión del laudo arbitral de la Reina Gobernadora de España María Cristina -16 de marzo de 1891- por el que se dirimió la disputa sobre en la frontera Nor-oriental con Venezuela, dirigió la firma de los tratados adicionales Suárez-Unda (1894); Suárez-Lozada Díaz (1916) y López de Mesa-Gil Borges (1941) por los que se implementó dicho fallo. Holguín correspondió tal servicio donando a España el denominado tesoro Quimbaya. El carácter civilista del personaje se recuerda en esta anécdota: al entregar el poder se preció de no haberse disparado un solo tiro de fusil durante su Gobierno.
Bibliografía
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