José María Dionisio Melo y Ortiz (1800-1860). El general colombiano que desafió el orden político desde la dictadura
José María Dionisio Melo y Ortiz fue una figura singular en la historia de Colombia. Su vida estuvo marcada por el compromiso militar, la controversia política y un breve pero intenso episodio como dictador de la República de la Nueva Granada en 1854. A diferencia de otros presidentes colombianos, Melo llegó al poder mediante un golpe de Estado, defendió una visión nacionalista con fuerte apoyo popular y murió fusilado en el exilio, siendo el único mandatario de Colombia cuyos restos descansan fuera del país.
Orígenes y contexto histórico
Nacido el 9 de octubre de 1800 en Chaparral, Tolima, José María Melo se crió en la ciudad de Ibagué, donde desde joven mostró inclinaciones patrióticas. A los 19 años, en 1819, se unió al Ejército Libertador, siendo partícipe en algunas de las más relevantes gestas militares que sellaron la independencia sudamericana del dominio español.
Su participación en las batallas de Bomboná y Pichincha (1822), así como en las cruciales confrontaciones de Junín, Mataró y Ayacucho (1824), consolidaron su prestigio como un militar disciplinado, valiente y comprometido con los ideales de libertad. También formó parte del ejército que combatió en la batalla del Portete de Tarqui en 1829, enfrentando a las fuerzas del Perú en defensa de la Gran Colombia.
La figura de Melo surge en un contexto marcado por la transición de los movimientos de independencia hacia la consolidación de los nuevos estados republicanos. Las pugnas entre liberales y conservadores, las tensiones económicas y la definición del rumbo político e institucional de Colombia moldearon su trayectoria.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, José María Melo acumuló méritos tanto en el campo de batalla como en la gestión política y administrativa. Su formación militar se complementó con estudios en Europa, específicamente en la Academia Militar de Alemania, donde viajó en 1836. Este conocimiento lo integró al regresar a Nueva Granada en 1838, donde incursionó en el ámbito civil como comerciante en Ibagué, además de convertirse en jefe político del cantón.
En 1852 fue designado comandante de Cundinamarca y general del Montepío Militar, lo que lo consolidó como una figura de peso en el ejército y en el panorama político de la época. Fue uno de los pocos militares en alcanzar reconocimiento tanto por su experiencia de combate como por su capacidad organizativa y su cercanía con los sectores populares, especialmente con los artesanos, quienes desempeñarían un rol decisivo en su posterior ascenso al poder.
Entre sus contribuciones más destacadas se encuentra su capacidad para articular una alianza entre militares, artesanos e intelectuales en torno a un proyecto político alternativo al de las élites dominantes. Este proyecto se centraba en la defensa del trabajo nacional, el fortalecimiento de la industria local y la oposición a las políticas económicas que favorecían el libre comercio y la apertura sin restricciones.
Momentos clave
La vida de José María Melo estuvo marcada por una serie de eventos decisivos que definieron su figura histórica. A continuación se presentan algunos de los momentos clave de su trayectoria:
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1819: Se une al Ejército Libertador.
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1822: Participa en las batallas de Bomboná y Pichincha.
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1824: Combate en Junín, Mataró y Ayacucho.
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1829: Presente en la batalla del Portete de Tarqui.
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1836-1838: Viaja a Alemania y regresa a Nueva Granada.
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1852: Asume como comandante de Cundinamarca y general del Montepío Militar.
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1854 (1 de abril): Toma el poder como dictador de la República de la Nueva Granada.
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1854 (8 de diciembre): Es derrocado tras la toma militar de Bogotá.
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1855: Se le enjuicia por el asesinato de un cabo e insubordinación; es expulsado del país.
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1860 (1 de junio): Muere fusilado en Zapaluta, México.
Durante su breve dictadura —del 1 de abril al 8 de diciembre de 1854— Melo encabezó un gobierno que buscaba implementar medidas proteccionistas y responder a las demandas de los sectores trabajadores. Esta dictadura no fue simplemente un golpe autoritario, sino la expresión de una lucha de clases emergente en el país. La alianza que lo llevó al poder cuestionaba el modelo económico liberal defendido por el presidente José María Obando, al que acusaban de ignorar las necesidades de las clases medias y trabajadoras.
No obstante, su mandato fue efímero. Una coalición de militares opuestos a su gobierno organizó la toma de Santafé de Bogotá, terminando con su administración el 8 de diciembre de ese mismo año. Su caída marcó un precedente en la historia política de Colombia: fue la primera vez que se libró una batalla urbana en la capital con el propósito de deponer a un mandatario.
Relevancia actual
La figura de José María Melo y Ortiz sigue despertando debates entre historiadores, académicos y sectores políticos. Su papel como único dictador militar de la historia colombiana que llegó al poder con el respaldo de los sectores populares y no de las élites económicas lo hace una figura singular en el relato nacional.
A diferencia de otros líderes militares que abrazaron el conservadurismo, Melo representó una opción progresista, nacionalista y popular, centrada en el fortalecimiento de la industria artesanal y la defensa de la soberanía económica. Esta perspectiva le ha valido reconocimiento tardío por parte de diversos sectores que ven en él una figura precursora del pensamiento social en Colombia.
Su final trágico en el exilio acentúa su condición de mártir de un proyecto político alternativo. Tras su caída, fue expulsado del país y viajó por varias naciones centroamericanas —Costa Rica, El Salvador, Guatemala— hasta establecerse en México. Allí se unió a las fuerzas que defendían la frontera sur contra las incursiones guatemaltecas, donde fue herido, capturado y fusilado en Zapaluta, hoy La Trinitaria, el 1 de junio de 1860.
El hecho de que sus restos sigan fuera del país es símbolo tanto del rechazo que sufrió en su tiempo como de la complejidad de su legado. Melo no solo es recordado como el primer y único presidente colombiano exiliado y fusilado fuera de su patria, sino también como el único que enfrentó una insurrección urbana organizada en Bogotá.
En la actualidad, su historia representa un punto de reflexión sobre los límites del poder popular, las fracturas ideológicas del siglo XIX y la posibilidad de un nacionalismo inclusivo. Su nombre ha sido reivindicado por movimientos de izquierda y organizaciones sociales que lo consideran una figura emblemática de la resistencia popular.
Así, José María Dionisio Melo y Ortiz permanece como un símbolo de una Colombia posible, una que en su tiempo fue derrotada, pero que sigue inspirando miradas alternativas a la historia oficial.
MCN Biografías, 2025. "José María Dionisio Melo y Ortiz (1800-1860). El general colombiano que desafió el orden político desde la dictadura". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/melo-y-ortiz-jose-maria-dionisio [consulta: 14 de junio de 2025].