Hernández Pacheco y Esteban, Eduardo (1872-1965).
Eminente geólogo y paleontólogo español, nacido en Madrid en 1872 y muerto en Alcuéscar, Cáceres, en 1965. Realizó numerosos trabajos en geografía, arqueología y sobre múltiples disciplinas de la geología; destacan los correspondientes a los mamíferos fósiles del Mioceno castellano, fundamentales para el desarrollo de la paleontología en España.
Después de estudiar el bachillerato en Badajoz, cursó Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid, donde tuvo por maestro a Salvador Calderón y Arana. Cuando había realizado ya los trabajos de campo para la tesis doctoral, el inesperado cierre por traslado del laboratorio del Museo de Historia Natural le puso en una difícil situación, de la que salió gracias a la actitud de José de Macpherson, quien le facilitó el uso de su laboratorio y biblioteca particulares; consiguió así a un tiempo doctorarse en geología y entablar una provechosa relación personal y científica. Se inició en la docencia como profesor auxiliar en la Universidad de Valladolid y catedrático de instituto en Córdoba. En 1907 estuvo comisionado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y, por encargo de la Sociedad Española de Historia Natural, efectuó una expedición a algunas islas del archipiélago canario, de la que informó a través de una monografía. En 1910 obtuvo por oposición la cátedra de Geografía Física. En 1941 dirigió una expedición al Sáhara, que se completó con algunas visitas posteriores. A partir de 1925 colaboró asiduamente con él su hijo Francisco, que siguió una carrera semejante a la del padre.
Los campos de estudio de Hernández Pacheco fueron muy variados, aunque pueden señalarse en ellos algunas preocupaciones constantes por cuestiones básicas con implicaciones teóricas. Así, en los habituales estudios regionales de carácter descriptivo como los que dedicó a la Sierra de Córdoba, a Sierra Morena o a la llanura manchega, intentó explicar la distribución de los fósiles, de los hallazgos estratigráficos, etc. A estos trabajos analíticos añadió otros de intencionalidad integradora, como su síntesis geológica de la Península Ibérica. Los estudios sobre ríos y terrazas fluviales le ocuparon largo tiempo, ya que trató de analizar las posibilidades de aplicación motriz y agrícola de las aguas. Fueron especialmente bien recibidos sus trabajos sobre vestigios de glaciaciones cuaternarias en la región abulense. Cabe citarse, por último, su estudio sobre la región volcánica de Ciudad Real y, en la línea de confluencia con la minería, el estudio de filones estanníferos y minerales radiactivos de Cáceres. Mención aparte merecerían los estudios arqueológicos de que fue autor.
Bibliografía
Fuentes
British Museum. General Catalogue of Printed Books, vol. 12. Nueva York: Readex Micropint Corporation, 1967, p. 35.TORTAJADA, A., C. de Amaniel: Materiales de investigación, vol. II. Madrid, CSIC, 1952, p. 11. El Sáhara español: Madrid, CSIC, 1949.La caverna de Peña de Candamo. Madrid: Junta para Ampliación de Estudios, 1919.
Estudios
FALLOT, Paul: «Les progrés de la géologie en Espagne depuis cent ans», Memorias de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, serie 2.ª núm. XI (1950), 115-155. Enciclopedia Universal Ilustrada, volumen XXVII, p. 1.232; apéndice V, página 1.431; suplemento 1965-1966, pp. 334-335.