Karl Peter Akesson Hasselberg (1850-1894): El escultor sueco que marcó la historia del arte en el siglo XIX
Karl Peter Akesson Hasselberg (1850-1894) fue uno de los escultores más destacados de Suecia en el siglo XIX, reconocido por su contribución al movimiento de la escultura nacional sueca. Este movimiento, que alcanzó su cúspide con la obra de Carl Milles, representó una etapa de gran esplendor para la escultura en el país nórdico. Nacido en Hasselstad el 1 de enero de 1850, Hasselberg comenzó su carrera artística en Estocolmo, pero fue en París donde forjó su nombre como uno de los grandes escultores de la época.
Orígenes y contexto histórico
Karl Peter Akesson Hasselberg nació en un pequeño pueblo sueco, en el seno de una familia que probablemente no tenía una tradición artística destacada. Sin embargo, desde temprana edad mostró una notable habilidad para el arte, lo que lo llevó a trasladarse a Estocolmo para formarse como escultor. Durante su juventud, el arte en Suecia vivía una etapa de consolidación, en la que se comenzaba a gestar lo que se conocería como la escultura nacional sueca.
Este movimiento artístico tuvo como principales representantes a artistas como Hasselberg, Börjeson y Erikson, quienes, de manera conjunta, establecieron las bases de una escultura que buscaba reflejar las tradiciones y la identidad cultural sueca, a la vez que incorporaba influencias del arte europeo contemporáneo. El viaje de Hasselberg a París en 1876 marcaría un antes y un después en su carrera, pues la ciudad francesa era, en esa época, el centro neurálgico del arte europeo, lo que le permitió acceder a una formación más avanzada y a la posibilidad de entrar en contacto con otros artistas de renombre.
Logros y contribuciones
La formación en París y su éxito temprano
Hasselberg llegó a París en 1876, y al año siguiente se matriculó en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de la ciudad, donde tuvo la oportunidad de aprender de los grandes maestros de la escultura. Su formación fue culminada en 1879, pero ya durante esos años su talento había sido reconocido en diversos certámenes artísticos. En 1880, su obra «Reloj de nieve» fue seleccionada para ser exhibida en el Salón de París. La escultura, que representa a un grupo de jóvenes en mármol y tamaño natural, fue aclamada por su delicadeza y su capacidad para transmitir la inocencia.
Un año después, «Reloj de nieve» recibió una mención de honor en el mismo salón, consolidando a Hasselberg como uno de los escultores más prometedores de la época. Esta obra también es relevante porque representa uno de los temas recurrentes en su trabajo: la inocencia y la belleza de la juventud. La escultura se encuentra hoy en el Museo Nacional de Estocolmo, mientras que una réplica se exhibe en el Museo de Arte de Göteborg.
Las influencias artísticas y sus obras más destacadas
A lo largo de su carrera, Hasselberg fue profundamente influenciado por los trabajos de escultores contemporáneos y por las obras clásicas del Renacimiento. Entre sus principales influencias se encuentran los trabajos de Miguel Ángel y Jean-Baptiste Carpeaux, dos figuras clave del arte occidental. La obra de Miguel Ángel, en particular, marcó un hito en la escultura renacentista, y su influencia se percibe claramente en las composiciones dramáticas y emotivas de Hasselberg.
Otro punto de referencia para el escultor sueco fue el conjunto de relieves titulado «Fotografía y Electricidad» de Emile Arthur Soldis, expuestos en el Hôtel de Ville de París en 1882. La obra de Soldis fue clave para la evolución de Hasselberg, que adoptó algunos de sus elementos para crear sus propias composiciones. Asimismo, la tumba de los Medicis de Miguel Ángel en la Sacristía Nueva de San Lorenzo también dejó una profunda huella en el estilo de Hasselberg.
Una de las contribuciones más destacadas de Hasselberg fue la serie de seis grupos alegóricos que realizó en 1884, por encargo de Pontus Fürstenberg. Estos grupos, ejecutados en mármol y de tamaño natural, representaban las fuerzas de la naturaleza. La serie es una clara manifestación del talento de Hasselberg para combinar el realismo con lo simbólico, una característica que definió muchas de sus obras.
Momentos clave en la carrera de Karl Peter Akesson Hasselberg
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1876: Llegada a París y matriculación en la Escuela de Bellas Artes.
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1880: Exposición de su obra «Reloj de nieve» en el Salón de París.
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1881: Recepción de la mención de honor por «Reloj de nieve».
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1884: Realización de los seis grupos alegóricos por encargo de Pontus Fürstenberg.
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1886: Creación de la polémica escultura «Abuelo».
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1890: Ejecución de «La rana», una de sus obras más sensuales.
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1892: Composición de «Waterlily», una escultura que nunca pudo terminar, pero que fue finalizada por su discípulo Christian Eriksson.
Relevancia actual
Aunque la figura de Karl Peter Akesson Hasselberg ha permanecido algo en las sombras durante muchos años, su obra sigue siendo apreciada por su maestría técnica y su capacidad para transmitir la emoción humana a través del mármol. Su influencia se puede rastrear en la obra de escultores posteriores como Carl Milles, quien continuó el legado de Hasselberg y contribuyó al desarrollo de la escultura sueca en el siglo XX.
El trabajo de Hasselberg también es de gran importancia dentro del contexto del Renacimiento clásico y su reaparición en la escultura moderna. Los temas que abordó, como la naturaleza, la sensualidad y la figura humana, siguen siendo relevantes en el arte contemporáneo. Además, su capacidad para crear obras con un alto grado de emotividad y simbolismo ha hecho que sus esculturas sean valoradas tanto en el ámbito académico como en el coleccionismo privado.
La polémica que generó su escultura «Abuelo», una obra que no fue erigida hasta 1895 debido a su naturaleza controvertida, es un ejemplo de cómo la sociedad de la época percibió su trabajo. La escultura representaba a un anciano desnudo sosteniendo a un niño sobre sus rodillas, una imagen que fue considerada indecente por algunos sectores conservadores. Sin embargo, hoy en día la escultura es una de las piezas más significativas de su obra y se exhibe en el Humlegården de Estocolmo, una de las áreas más emblemáticas de la ciudad.
En sus últimos años, Hasselberg continuó experimentando con la sensualidad del mármol, produciendo obras como «La rana» (1890) y «Waterlily» (1892), que muestran una evolución hacia una mayor libertad creativa y una mayor expresividad en el tratamiento de la figura humana. «Waterlily», una escultura que nunca fue terminada por el maestro, se ha convertido en una de las piezas más apreciadas por los coleccionistas y se exhibe en el Museo de Arte de Göteborg, donde se puede observar el estilo único de Hasselberg.
La influencia de artistas como Miguel Ángel y Jean-Baptiste Carpeaux sigue siendo evidente en el trabajo de Hasselberg, quien fusionó los ideales clásicos con una visión más moderna de la escultura, creando obras que aún hoy son relevantes y admiradas en todo el mundo.
MCN Biografías, 2025. "Karl Peter Akesson Hasselberg (1850-1894): El escultor sueco que marcó la historia del arte en el siglo XIX". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hasselberg-karl-peter-akesson [consulta: 20 de junio de 2025].