Carl Milles (1875-1955): El escultor sueco que conquistó el mundo con sus monumentales obras

Carl Milles (1875-1955), nacido como Carl Emil Wilhelm Anderson en Lagga, Suecia, es uno de los escultores más destacados del siglo XX. Su obra se distingue por una profunda influencia de la tradición escultórica Clásica, el Expresionismo Alemán y la escultura norteamericana. Milles fue un artista que trascendió fronteras, llevando su arte monumental a diversas partes del mundo y dejando un legado que aún perdura hoy en día.

Orígenes y contexto histórico

Carl Milles nació en una pequeña localidad sueca cerca de Uppsala el 23 de junio de 1875. Desde temprana edad, mostró inclinación por el arte, lo que lo llevó a trabajar como aprendiz de ebanista en su juventud. Posteriormente, asistió a clases nocturnas en el Instituto Técnico, donde aprendió modelado y talla en madera, lo que fue el punto de partida de su carrera escultórica.

En 1897, Milles se trasladó a París para estudiar escultura bajo la tutela de uno de los más grandes genios de la historia del arte: Auguste Rodin. Esta influencia de Rodin, que marcó su primera etapa como escultor, se puede ver en las primeras obras de Milles, las cuales poseen un estilo profundamente emotivo y expresivo.

Milles también estuvo muy influenciado por las tendencias artísticas de la época, especialmente el Expresionismo Alemán, que también dejó una huella en su trabajo. Tras su estancia en París, regresó a Suecia en 1904, donde continuó desarrollando su carrera. En 1902, ganó un concurso en Uppsala para realizar una escultura del regente sueco Sten Sture, lo que consolidó su posición como uno de los escultores más prometedores de la época.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera, Milles desarrolló una técnica de escultura que se caracterizaba por una visión monumental y un fuerte enfoque en la representación de la figura humana. Sus obras no solo reflejan el paso de los años, sino que también representan una constante búsqueda de la perfección técnica y estética. Aunque comenzó su carrera influenciado por Rodin, rápidamente empezó a desarrollar su propio estilo, alejándose de las influencias clásicas para adentrarse en la creación de obras más modernas y únicas.

En 1917, Milles vivió una crisis artística que cambió el rumbo de su carrera. Decidió destruir todas las obras anteriores que había creado junto con su hijo, iniciando un nuevo ciclo en su producción artística. A partir de ese momento, su estilo adquirió una carga más simbólica y casi religiosa, lo que despertó tanto críticas como elogios. Esta reinvención artística le permitió expandir su visión y experimentar con nuevos temas y formas.

Entre 1920 y 1929, Milles fue profesor en la Academia de Arte de Estocolmo, donde compartió su visión escultórica con las nuevas generaciones de artistas. Durante esta etapa, el escultor desarrolló algunas de sus obras más célebres, muchas de las cuales están ubicadas en lugares emblemáticos de todo el mundo.

Momentos clave en la carrera de Carl Milles

  • Fuente de Europa y el Toro (1926): Esta monumental fuente se encuentra en Halmstad, Suecia, y es una de las obras más representativas de Milles. En ella, el escultor logró una impresionante representación de figuras mitológicas nórdicas, como los goblins y trolls, que se convertirían en arquetipos recurrentes en su obra.

  • Fuente de Orfeo (1934): Ubicada en Estocolmo, esta fuente monumental de bronce cuenta con nueve figuras de bronce, destacándose la figura central de más de tres metros de altura. Considerada una de las mejores obras de Milles, la Fuente de Orfeo es un ejemplo de su habilidad para trabajar con grupos escultóricos monumentales.

  • Fuente de los Tritones (1935): Esta fuente es otra de las grandes creaciones de Milles, que muestra su habilidad para jugar con el agua y las formas escultóricas. La figura de los tritones, que emergen del agua, es uno de los elementos más destacados de esta pieza.

  • Encuentro de las aguas (1940): Situada en Saint Louis, Missouri, esta fuente presenta 19 figuras desnudas que representan el encuentro entre los ríos Mississippi y Missouri. Fue una de las obras más controvertidas de Milles debido a su representación de figuras desnudas, pero también es una de las más celebradas.

  • Hombre y Unicornio (1935): Esta escultura fue colocada en el Rockefeller Center, Nueva York, y representa una de las creaciones más conocidas de Milles en la ciudad. La obra es una muestra de su capacidad para representar figuras simbólicas en espacios urbanos.

Relevancia actual

El legado de Carl Milles sigue vivo tanto en el ámbito artístico como en el cultural. Su estilo único y su visión innovadora continúan siendo objeto de estudio y admiración en el mundo de la escultura contemporánea. Además, las obras de Milles siguen siendo un atractivo turístico en muchas ciudades de Europa y América, donde se pueden apreciar en espacios públicos y museos.

Su trabajo en el Rockefeller Center, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos demuestra la importancia y el impacto que tuvo en la escultura monumental a nivel internacional. A pesar de las críticas y las controversias que algunas de sus obras generaron, como es el caso de Encuentro de las aguas, la técnica y la innovación de Milles han dejado una huella imborrable en la historia del arte moderno.

Legado y última obra

El último trabajo importante de Carl Milles fue la escultura titulada Mano de Dios, realizada para la Academia Cranbrook. Esta obra, que fue instalada tanto en Estocolmo como en la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, simboliza el culminar de una vida dedicada al arte monumental. Milles, tras haber recibido condecoraciones como la Legión de Honor francesa y varios doctorados honoris causa, falleció el 19 de septiembre de 1955 en Estocolmo, dejando atrás un legado artístico de incalculable valor.

A lo largo de su vida, Milles se destacó por su habilidad para transformar el bronce en esculturas vivas y emocionantes, y su influencia continúa viva en la escultura contemporánea. La calidad de sus obras, la innovación en sus diseños y la expresividad de sus figuras siguen siendo admiradas por artistas, historiadores del arte y público en general. La obra de Milles es testamento de una vida dedicada al arte, y su legado sigue siendo una referencia para generaciones de escultores y amantes del arte alrededor del mundo.