Harpe, Jean François de l’ (1739-1803): Poeta y crítico francés cuya obra deslumbró la Academia Francesa
Jean François de l’Harpe, nacido en 1739 y fallecido en 1803, fue un influyente poeta dramático, literato y crítico francés que dejó una huella indeleble en la literatura francesa del siglo XVIII. Su carrera, marcada por una serie de transformaciones ideológicas y literarias, lo llevó a convertirse en una figura clave en la Revolución Francesa y la posterior restauración de la monarquía. A través de sus obras, tanto dramáticas como críticas, y su defensa de la literatura francesa, Harpe consiguió un lugar destacado en la historia de la literatura.
Orígenes y contexto histórico
Jean François de l’Harpe nació en 1739 en una Francia que estaba atravesando una época de grandes transformaciones. Desde su temprana edad, Harpe estuvo bajo la tutela de las hermanas de caridad de la parroquia de San Andrés de las Artes, lo que le permitió recibir una educación que influyó profundamente en su desarrollo intelectual. Posteriormente, fue admitido en el prestigioso colegio de Harcourt, donde sus primeros años fueron marcados por un acto de rebeldía: la publicación de una sátira contra el colegio que le valió un encierro en la prisión de Bicetre. Este incidente no fue más que el primer episodio de una vida llena de tensiones entre su naturaleza rebelde y su amor por la literatura.
A lo largo de su vida, Harpe fue testigo de importantes eventos históricos, como el surgimiento de la Revolución Francesa, lo que también influyó en sus convicciones y su postura política. Aunque inicialmente abrazó las ideas revolucionarias, su visión cambió con el tiempo, y sus últimos años fueron marcados por un giro conservador que lo llevó a adoptar una postura católica ferviente.
Logros y contribuciones
Uno de los mayores logros de Jean François de l’Harpe fue su capacidad para destacar como un crítico literario influyente en su época. Fue admitido en la Academia Francesa en 1776, un reconocimiento que se debió en gran parte a sus escritos críticos que publicaba en el Mercurio de Francia, una de las publicaciones literarias más prestigiosas de su tiempo. A través de estos escritos, Harpe no solo demostró su conocimiento profundo de la literatura, sino que también contribuyó a la valoración y conservación de las obras clásicas de la literatura francesa.
En 1786, diez años después de su ingreso a la Academia, fue nombrado profesor en el Liceo, institución que recién se había inaugurado. Su influencia en el campo educativo fue igualmente importante, ya que desempeñó un papel clave en la formación de las futuras generaciones de escritores y pensadores franceses. Harpe fue también conocido por su dedicación a la obra de autores clásicos, y entre sus principales obras se incluyen tragedias como Heroidas, Warwick, Faramundo, Gustavo Wasa, Los barnecidas y Filoctetes, así como dramas y poemas.
Entre sus obras de mayor relevancia destaca Curso de literatura, considerada su mejor obra, en la que profundizó sobre la teoría literaria y el arte dramático. Además, sus Elogios de figuras como Fenelón (enlace), Racine (enlace), Catinat (enlace) y Voltaire (enlace) mostraron su admiración por las grandes figuras del pensamiento y la literatura, aunque también demuestran su carácter crítico y su perspectiva única sobre la historia literaria.
Momentos clave
A lo largo de su vida, Jean François de l’Harpe vivió varios momentos que marcaron su desarrollo personal y profesional. Uno de los más relevantes fue su encarcelamiento en Bicetre tras su salida del colegio de Harcourt. Este incidente, aunque inicialmente fue una humillación, sirvió como catalizador para su carrera como escritor y crítico literario. Su capacidad para convertir su experiencia en prisión en una reflexión crítica sobre la sociedad francesa de su época le permitió ganar reconocimiento entre sus contemporáneos.
Otro momento significativo de su vida fue su relación con la Revolución Francesa. Aunque inicialmente abrazó las ideas revolucionarias, como muchos intelectuales de la época, la violencia y el caos de la Revolución lo llevaron a rechazar esas ideas. Después del 9 de Termidor, cuando la Revolución empezó a desmoronarse, Harpe se convirtió en un ferviente católico y criticó duramente los ideales revolucionarios que anteriormente había defendido. Este giro ideológico fue una de las características que definieron su vida en los últimos años de su existencia.
Uno de sus últimos trabajos, Correspondencia con el Gran Duque de Rusia (más tarde Pablo I en enlace), le trajo muchas enemistades. En este texto, Harpe atacó con dureza a varios de sus contemporáneos, especialmente a aquellos que, según él, no comprendían la verdadera esencia de la literatura y el pensamiento. Este enfoque riguroso y a veces cruel lo convirtió en una figura polémica, pero también consolidó su lugar como una de las voces más relevantes en la crítica literaria de la época.
Relevancia actual
A pesar de las controversias y las críticas que enfrentó durante su vida, Jean François de l’Harpe sigue siendo una figura relevante en la historia de la literatura francesa. Sus obras dramáticas y sus estudios literarios continúan siendo leídos y estudiados hoy en día por aquellos interesados en la literatura del siglo XVIII y en el impacto de la Revolución Francesa en el pensamiento intelectual europeo.
El legado de Harpe como crítico literario es particularmente importante. A través de su Curso de literatura y sus comentarios sobre las obras de autores clásicos, ayudó a sentar las bases para el desarrollo del análisis literario moderno. Sus estudios sobre Racine (enlace) y Voltaire (enlace) son especialmente valorados por su profundidad y agudeza crítica.
Además, sus contribuciones al teatro francés, especialmente con sus tragedias como Coriolano, Virginia y Melania, reflejan el interés de Harpe por revivir y actualizar las tradiciones clásicas del teatro, influenciado tanto por las obras de autores antiguos como por las nuevas tendencias literarias que surgieron en su tiempo.
A pesar de los cambios ideológicos y las tensiones de su vida, el impacto de Harpe en la literatura francesa sigue siendo significativo. Su capacidad para adaptarse a los cambios históricos y su voluntad de cuestionar las normas sociales y literarias lo han convertido en una figura de estudio indispensable para comprender la evolución de la crítica literaria en Francia.
Principales obras de Jean François de l’Harpe:
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Heroidas (tragedia)
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Warwick (tragedia)
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Faramundo (tragedia)
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Gustavo Wasa (tragedia)
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Los barnecidas (tragedia)
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Filoctetes (tragedia)
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Juana de Nápoles (tragedia)
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Los Bramas (tragedia)
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Coriolano (tragedia)
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Virginia (tragedia)
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Melania (drama)
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Tangu y Felima (poema erótico)
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Elogio de Enrique IV (ensayo)
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Elogio de Fenelón (ensayo)
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Comentario del teatro de Racine y de Voltaire (ensayo)
Jean François de l’Harpe, a lo largo de su vida, no solo dejó una marca indeleble en la literatura francesa, sino que también reflejó las luchas internas de una época de profundas transformaciones. Su obra continúa siendo una parte esencial del patrimonio literario de Francia, una obra que refleja tanto la luz como la sombra de los tiempos turbulentos que vivió.
MCN Biografías, 2025. "Harpe, Jean François de l’ (1739-1803): Poeta y crítico francés cuya obra deslumbró la Academia Francesa". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/harpe-jean-francois-de-l [consulta: 29 de septiembre de 2025].