Grimarest Oller Legobien y Mendoza, Pedro María (1764-1841). El militar español que dejó su huella en la historia de Filipinas
Pedro María Grimarest Oller Legobien y Mendoza (1764-1841) fue una figura destacada de la historia militar de España, cuyo nombre permanece inscrito en los anales de las guerras de independencia y los movimientos absolutistas del siglo XIX. Nacido en Peñíscola, Castellón, su carrera abarcó desde las lides militares de la Guerra de la Independencia Española hasta las intrincadas conspiraciones absolutistas en las que estuvo involucrado. Su vida fue una serie de ascensos vertiginosos y momentos clave que lo llevaron a ocupar cargos significativos tanto en España como en sus territorios coloniales. Su legado, sin embargo, está marcado tanto por su firmeza como por sus desaciertos, y su historia no está exenta de controversias.
Orígenes y contexto histórico
Pedro María Grimarest Oller Legobien y Mendoza nació en el año 1764 en la localidad de Peñíscola, en la provincia de Castellón, un periodo en el que España vivía bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV. Estos reyes, aunque conocidos por sus esfuerzos de modernización y reformas ilustradas, también vieron el resurgir de las tensiones internas, incluyendo la amenaza de las potencias extranjeras y la lucha por mantener la estabilidad política en los territorios coloniales de ultramar.
Grimarest ingresó al ejército a una edad temprana. A los 13 años, en 1777, se unió al regimiento de Infantería de Asturias como cadete, marcando el inicio de una carrera militar que lo llevaría a participar en momentos cruciales de la historia de España y sus colonias. Su formación y ascensos dentro del ejército fueron impulsados por su competencia y su involucramiento en diversas misiones, destacándose especialmente en su primera experiencia internacional en 1785, cuando fue parte del séquito de Francisco Salinas Moñino en una embajada a Marruecos. Esta experiencia fue crucial para su desarrollo y le permitió adquirir una valiosa experiencia diplomática y militar.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, Grimarest destacó no solo como un hábil militar, sino también por su capacidad para ascender en la jerarquía. En 1804, ya ocupaba el puesto de coronel, y su trayectoria durante la Guerra de la Independencia Española le permitió obtener una serie de ascensos significativos. En 1805, un evento determinante en su vida fue su captura por las fuerzas inglesas a bordo del navío Firme durante la Batalla de Trafalgar, lo que lo llevó a ser prisionero. Sin embargo, tras su liberación, su carrera continuó de forma acelerada, siendo ascendido a brigadier en noviembre del mismo año.
Durante la Guerra de la Independencia, participó activamente en varias batallas cruciales como las de Villanueva, Bailén, Tarazona y Santa Cruz de la Zarza, que marcaron el enfrentamiento entre las fuerzas españolas y las invasoras francesas. La habilidad estratégica de Grimarest fue destacada en varias ocasiones, lo que le permitió ganar reputación y aumentar su influencia dentro del ejército español. En 1808, recibió el título de mariscal de campo, y al año siguiente fue nombrado mayor general tanto de Infantería como de Caballería, lo que consolidó su posición de liderazgo.
En 1811, el gobierno lo nombró gobernador militar de Menorca, y en 1812 asumió el mismo cargo en el condado de Niebla, además de ser designado gobernador interino de Sevilla. Sin embargo, su relación con el sistema político liberal de la época fue tensa y, a menudo, conflictiva. En particular, sus posturas conservadoras y su rechazo a las reformas constitucionales llevaron a confrontaciones con las autoridades liberales.
Momentos clave
Uno de los momentos más críticos de la vida de Grimarest fue su participación en los eventos relacionados con el absolutismo durante el reinado de Fernando VII. Tras el regreso del monarca a España, las tensiones entre los liberales y los absolutistas alcanzaron su punto máximo. En 1820, después de ser destituido del cargo de jefe de la ciudadela de Barcelona, Grimarest se trasladó a Sevilla, donde se convirtió en uno de los principales líderes de la conspiración absolutista. Esta conspiración estuvo en contacto con el Infante Don Carlos y recibió fondos desde Madrid, lo que lo implicó en las revueltas contra el gobierno constitucional.
El proceso judicial contra Grimarest en 1821 por su implicación en la conspiración fue uno de los episodios más escandalosos de su carrera. A pesar de ser condenado inicialmente a muerte, la intervención de su abogado y la presión pública consiguieron que el fallo fuera anulado. En mayo de 1822, fue absuelto, aunque su reputación entre los liberales sufrió un duro golpe. Sin embargo, la falta de una resolución clara en su favor provocó que fuera exiliado y enviado a Ceuta, donde permaneció hasta 1817, y más tarde a Ibiza.
En 1823, tras la restauración del absolutismo, regresó a España con las fuerzas contrarrevolucionarias y fue ascendido a teniente general. En los años siguientes, sus posiciones de poder se ampliaron, especialmente en Guipúzcoa, donde fue nombrado gobernador y capitán general. No obstante, su vida continuó envuelta en conspiraciones y en la tensión entre los facciones absolutistas y liberales.
Relevancia actual
Aunque Pedro María Grimarest Oller Legobien y Mendoza fue una figura militar influyente en su tiempo, su legado es complejo y está marcado por una mezcla de valentía, fracaso y controversia. Durante su vida, fue tanto admirado como rechazado, y su carrera estuvo marcada por ascensos vertiginosos y caídas igual de rápidas. Su participación en las guerras de independencia y en las luchas políticas de su época lo convirtió en un actor clave en la historia de España, particularmente durante los años de la guerra contra Napoleón y las posteriores tensiones entre los absolutistas y los liberales.
El legado de Grimarest es un reflejo de la era de inestabilidad política y militar que vivió España en el siglo XIX. A pesar de sus contribuciones a la defensa de la monarquía absoluta, sus métodos, a veces considerados ineficaces, y su participación en conspiraciones lo alejan de ser considerado un héroe clásico en la historia de España. Sin embargo, su figura sigue siendo relevante para el estudio de las luchas internas que definieron la política española en los primeros años del siglo XIX.
Su vida en Filipinas
A pesar de su deteriorada reputación en España, Grimarest fue enviado a Filipinas en 1835, un destino que sería tanto su exilio como su final. A su llegada a Manila en 1836, su salud comenzó a decaer, y murió el 12 de febrero de 1841, cinco años después de su llegada a las islas. Su destino final, lejos de las intrigas políticas que definieron su vida en Europa, lo dejó como una figura más del pasado imperial de España, cuya memoria se fue desvaneciendo con el tiempo.
Bibliografía
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MCN Biografías, 2025. "Grimarest Oller Legobien y Mendoza, Pedro María (1764-1841). El militar español que dejó su huella en la historia de Filipinas". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/grimarest-oller-legobien-y-mendoza-pedro-maria [consulta: 29 de septiembre de 2025].