González, Nury (1960-VVVV).


Artista chilena, nacida en Santiago en 1960, considerada una de las figuras de vanguardia más destacadas de su país a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, es autora de originales obras en las que utiliza como herramienta hilo y aguja en vez del pincel, y los tejidos en lugar del lienzo como soporte.

Nury González inició su formación artística en 1982, en el Instituto de Arte Contemporáneo de Santiago, centro en el que estudió grabado, pintura y serigrafía, y posteriormente los continuó en la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, obteniendo la licenciatura en 1985. Durante una primera época cultivó el grabado y su trabajo se vinculó al grupo de artistas que buscaban en el empleo de nuevas técnicas un lenguaje de expresión artística alternativo a la pintura tradicional; así, aprendió la técnica de la aeropostal de Eugenio Dittborn y recibió la influencia de otros prestigiosos artistas de vanguardia chilenos como Gonzalo Díaz y Arturo Duclós. En los años noventa su obra comenzó a ser exhibida en las galerías de la capital chilena y a ser conocida internacionalmente, participando a lo largo de esta última década en varios certámenes dentro del ámbito latinoamericano: la IV Bienal de Arte de La Habana (1991), la X Muestra Internacional de Grabado de Curitiba (1992), la II Muestra de Artes Visuales Cono Sur de Brasil (1993) y la I Bienal de Artes Visuales organizada por MERCOSUR (1997).

La obra de Nury González encuentra a través de las diversas técnicas de costura, como punto de cruz, bordado, despunte, zurcido, un vehículo de expresión novedoso, pleno de originalidad, que enlaza con las tendencias más vanguardistas pero al mismo tiempo tiende puentes hacia la tradición heredada de las culturas precolombinas. Este último rasgo afecta no sólo a los materiales, con el empleo de telas aimaras y mapuches, sino a las constantes referencias a la iconografía americana, que cultivó especialmente en una primera etapa; en cambio, en otras ocasiones sus dibujos muestran una sintonía con el expresionismo abstracto internacional, y en consecuencia participan de la complejidad del lenguaje conceptual asociado a esta corriente. Algunas de sus piezas combinan los dibujos y los motivos decorativos con texto: es el caso de Nudos nocionales, pieza formada por tres paneles, blanco, negro y rojo, sobre los cuales bordó respectivamente un rezo mapuche dedicado a la tejedora, un texto del crítico chileno Pastor Mellado y un manual para bordar. En otra de sus obras más conocidas, De pies y manos, destaca la mezcla de los diversos lenguajes que configuran su estilo, y que finalmente no es más que el resultado de la suma de diferentes aportes, ya sean artísticos, culturales, geográficos o personales, su propia historia, a través de la historia de su familia.

En reconocimiento a sus méritos, en 1998 fue patrocinada por la Fundación Guggenheim y en el año 2001 recibió la Beca Senior de la Fundación Rockefeller. En esta última fecha presentó en la Galería Artespacio de Santiago una muestra con el título Cuaderno, recopilación de dibujos sobre tela originalmente realizados sobre papel.