Gambetta, León (1838-1882).


Político francés, nacido en Cahors el 2 de abril de 1838. Fue uno de los principales líderes del republicanismo francés durante el régimen imperial de Napoleón III. Presidió el gobierno de defensa nacional después de que la derrota francesa en la Guerra franco-prusiana provocara la caída del emperador en 1871. Contribuyó decisivamente a la fundación y estabilización de la Tercera República, cuya presidencia ocupó durante un breve período entre 1881 y 1882.

Su padre era un inmigrante italiano que regentaba una tienda de ultramarinos en Cahors junto a su mujer, de origen gascón. Gambetta fue un estudiante brillante, cuyas ambiciones le llevaron a abandonar su ciudad natal, pese a la oposición de sus padres, para estudiar derecho en París. Ya en esta época profesaba fervientes ideales republicanos y pronto su elocuencia política atrajo la admiración de una cohorte de condiscípulos. En 1859 fue admitido en el colegio de abogados, pero su profesión le dio escasas oportunidades de destacar hasta que, en 1868, se encargó de la defensa de uno de los acusados del «affaire Baudin», un escándalo político causado por la persecución decretada del régimen imperial contra un grupo de ocho periodistas que había promovido una campaña para edificar un monumento a la memoria de Jean-Baptiste Baudin, diputado republicano asesinado durante el golpe de estado de Napoleón III en 1851. En un vibrante discurso conocido como «alegato de Belleville», Gambetta atacó incisivamente los fundamentos del régimen napoleónico y su origen ilegítimo, y defendió con vehemencia las libertades de prensa, asociación y reunión y la separación entre la Iglesia y el Estado. Este discurso le hizo saltar a la fama repentinamente, convirtiéndole en líder del Partido Republicano y en uno de los portavoces más acreditados de la oposición.

En las elecciones de 1869 obtuvo un escaño en la Asamblea Legislativa. Al año siguiente, se opuso firmemente a la serie de maniobras políticas que, en julio de 1870, condujeron a Francia a la guerra contra la Prusia del canciller Bismarck. Sin embargo, cuando estalló la contienda, defendió la necesidad de poner todos los recursos al servicio de la guerra, a fin de obtener una rápida victoria sobre los alemanes. La guerra fue, en efecto, rápida, pero concluyó con una aplastante derrota de Francia, cuyo principal cuerpo de ejército quedó desbarato en la batalla de Sedán el 1 de septiembre de 1870, en la que el propio Napoleón III fue hecho prisionero. Tres días después, los líderes del republicanismo parisiense proclamaron la República y se apresuraron a formar un gobierno de defensa nacional, del que Gambetta fue nombrado ministro de interior.

El nuevo gobierno estaba dispuesto a continuar la guerra, a pesar de que lo que restaba de su ejército se encontraba cercado por los alemanes en Metz, en situación desesperada. Las tropas de Bismarck avanzaba rápidamente sobre París, mientras el gobierno trataba de organizar la defensa de la ciudad, sin apenas tropas, apoyado por las milicias de ciudadanos que se lanzaron a la calle. Gambetta, nombrado delegado del gobierno, abandonó la ciudad en globo y, sobrevolando las líneas enemigas, llegó a Tours, desde donde intentó movilizar los recursos militares de las provincias para proseguir la lucha. La inminente caída de París forzó al gobierno a tomar medidas de emergencia y Gambetta fue designado ministro de guerra e investido con poderes especiales. Consiguió levantar pequeñas fuerzas provinciales que infligieron algunas derrotas a los prusianos, pero la rendición de Metz -que Gambetta consideró una traición a la República- sentenció la contienda a favor de Bismarck.

Cuando los prusianos amenazaron Tours, Gambetta se trasladó a Burdeos con el gobierno provisional. Desde allí lanzó un llamamiento a la continuación de la guerra. Pero el país estaba agotado y las provincias se resistían a solidarizarse con el republicanismo parisiense. El 18 de enero de 1871 el gobierno de defensa nacional tuvo que admitir la derrota y firmar el armisticio. Pero Bismarck se negó a negociar los acuerdos definitivos de paz con un gobierno sin legitimidad constitucional y exigió la convocatoria de una Asamblea Nacional que pudiera ratificar el tratado de paz, que se sellaría dos meses después en Burdeos. En las elecciones para dicha Asamblea, Gambetta fue elegido diputado por la ciudad alsaciana de Estrasburgo, pero, al ser ésta cedida a los prusianos en el tratado de paz, perdió su escaño y marchó durante una breve temporada a España.

En los comicios celebrados en julio de 1871 para la Asamblea Nacional fue de nuevo elegido, esta vez por el departamento del Sena. La Asamblea, con mayoría bonapartista y monárquica, debía decidir qué tipo de régimen adoptaría el Estado francés. A pesar de que los partidarios de la monarquía eran mayoría, las discusiones acerca de cuál de las dos ramas borbónicas debía heredar el trono impidieron la restauración inmediata. Gambetta aprovechó la confusión creada por este conflicto para proponer una tercera vía, la republicana, y, con gran habilidad, consiguió el apoyo suficiente para la aprobación legítima de la Tercera República. Sin embargo, una intriga parlamentaria impidió su elección para la presidencia en 1879, en favor de Jules Grévy. Gambetta fue nombrado presidente de la Cámara de Diputados, cargo con amplios poderes desde el que trató de promover una régimen de tolerancia, una «República ateniense», como a él le gustaba llamarla.

Su carácter afable y su brillante oratoria le convirtieron en un político muy popular. El periódico que fundó, La République Française, adquirió una enorme influencia sobre la opinión pública, especialmente en la capital, donde sus disertaciones contra la monarquía eran muy comentadas. Sin embargo, Gambetta no carecía de enemigos políticos, incluso dentro de su propio partido, la Unión Republicana. El propio presidente Jules Grévy era su enemigo confeso y se resistió cuanto pudo a encargarle la formación de gobierno, lo que hizo finalmente en noviembre de 1881. Como primer ministro del llamado «gran ministerio», Gambetta puso en marcha un ambicioso programa de reformas y, en el ámbito exterior, desarrolló una política de cooperación con Gran Bretaña. Pero la oposición de la mayoría de los grupos parlamentarios a la formación de un gobierno fuerte produjo su caída el 16 de enero de 1882.

Tras su renuncia a la jefatura del gobierno, se instaló en su casa de Ville-d’Abray, cerca de París, con su compañera, Léonie León, a la que había conocido una década antes. Allí se disparó en el brazo por accidente mientras manipulaba una pistola. La herida se complicó debido a su ya frágil salud y a la aparición de un apendicitis que no fue operada. Gambetta murió el 31 de diciembre de 1882, a los cuarenta y cuatro años. Fue honrado con un funeral de Estado y todavía en la actualidad se le considera uno de los más notables hombres de estado de Francia.

Bibliografía

  • BURY, J.P.T.: Gambetta and the National Defense: A Republican Dictatorship in France. Londres, 1971.

  • BURY, J.P.T.: Gambetta an the Making of the Third Republic. Londres, 1973.

  • BURY, J.P.T.: Gambetta’s Final Years: The Era of Difficulties, 1877-1882. Londres, 1982.