Frankenheimer, John (1930-2002).
Director de cine estadounidense nacido el 19 de febrero de 1930 en Melba (Long Island, Nueva York) y fallecido el 6 de julio de 2002 en Los Ángeles.
Vida
Cursó sus primeros estudios en el Williams College de Williamstown (Massachessetts). Desde muy joven comenzó a trabajar en televisión, donde desempeñó diversas funciones que le fueron dando la experiencia que necesitó para llegar a ser realizador. Cabe señalar en este sentido que a mediados de los años cincuenta irrumpió con fuerza en el ámbito cinematográfico una generación de directores procedentes del ámbito televisivo, como es el caso de Martin Ritt, Sidney Lumet, Robert Mulligan o John Frankenheimer, quienes habían adquirido experiencia trabajando para la pequeña pantalla, un medio despreciado por intelectuales y crítica en el que sin embargo existía un notable caldo de cultivo para la producción de series, adaptaciones teatrales o telefilmes. Muchos de ellos dieron en realidad el salto al cine contratados con el objetivo de repetir a gran escala precedentes éxitos televisivos, como ocurrió en el caso del propio Frankenheimer con su debut en el campo del largometraje, The Young Stranger (1957), adaptación de un programa dramático que cautivó a la audiencia en 1955. La película cinematográfica conservaría buena parte de los elementos televisivos, incluido el protagonista James MacArthur, así como una trama argumental basada en los eternos conflictos generacionales entre padres e hijos.
Los problemas iniciales de adaptación se circunscribieron fundamentalmente al manejo de la cámara y su movilidad: frente a las rígidas concepciones de algunos operadores cinematográficas, esta novedosa generación de directores impuso una flexibilidad, una tendencia a moverse en espacio muy reducidos, así como un tipo de encuadres y de escala de planos admitidos sin embargo de buen grado en la televisión. Ahora bien, algunos de ellos como Frankenheimer tardaron en ser aceptados por la industria del cine.
Los jóvenes salvajes, producida cuatro años después de su debut oficial como director cinematográfico, contribuyó a su asentamiento gracias al cautivador análisis efectuado sobre la delincuencia juvenil en Nueva York, un tema que preocupaba a las personas de mediana edad e interesaba muchos a los adolescentes. Esta película señalaría también el inicio de una larga y fructífera asociación con el actor Burt Lancaster, que le financió su siguiente trabajo: El hombre de Alcatraz (1962), mientras que Su propio infierno, una producción del mismo año, vino a reforzar su conocida maestría en la descripción de problemas que afectaban a la juventud del momento, víctima de una crisis de valores y fascinada por la psicodelia, las drogas o el amor libre.
La actriz Angela Lansbury le propuso analizar con detalle el afán de posesión maternal frente a la lucha de los hijos por liberarse de esta influencia. Surge así El mensajero del miedo (1962), uno de los títulos de mayor fama en la carrera de Frankenheimer que narra en tono de pesadilla satírica la conspiración de un grupo para apoderarse de la Casa Blanca como método de autoafirmación personal. El thriller político, una de las auténticas especialidades de Frankenheimer, se había cruzado en su camino con este film, y en otra línea menos sarcástica y crítica surgiría Siete días de mayo (1964) sobre un intento de golpe militar en los Estados Unidos, o Plan diabólico (1966), visión futurista en torno a una sociedad de consumo donde cualquiera puede comprar su identidad.
Grand Prix (1966), una de sus películas más justamente valoradas, le permitió plasmar su fascinación por el mundo de las carreras automovilísticas y cerró con broche de oro el primer tramo de su carrera como cineasta. A partir de ese momento, desbordado por el éxito de sus largometrajes, optó por desarrollar proyectos personales cercanos a lo melodramático que, como El hombre de Kiev o The Extraordinary Seaman (ambas de 1968), fracasarían estrepitosamente en las taquillas.
La sucesión de fracasos comerciales, continuada en títulos como Yo vigilo el camino y Orgullo de estirpe (ambas de 1970), acabaron situándole en una delicada posición dentro de la industria: el antaño exitoso realizador de películas parecía confuso y lejos de su mejor forma. Debido a ello empezó a aceptar las ofertas procedentes de Francia, donde rodó varios títulos olvidables como Sueños prohibidos (1972) o la fallida secuela de French Connection (1975) ambientada en el puerto de Marsella.
Clasificado como un eficaz realizador de películas de acción y llenas de suspense, su carrera ha ido quedando tristemente circunscrita a dicho territorio, salvo ocasionales excepciones poco logradas como Profecía maldita (1979). Así, los años ochenta y noventa han supuesto una casi especialización en films de estas características, concebidos a la mayor gloria de la estrella de turno, moldeando su antaño demostrado talento para conseguir una simple eficacia narrativa cercana a lo artesanal. En ese sentido La isla del doctor Moreau (1995), otro pequeño desastre comercial con la obesa e inapropiada presencia de Marlon Brando, supuso un punto de inflexión en una tendencia descendente que parece comenzar a recuperarse con Ronin (1998), filmada en su querida Francia con Robert De Niro y Jean Reno, un thriller impactante de vigoroso ritmo.
Filmografía
1957: The Young Stranger.1961: Los jóvenes salvajes.1962: El hombre de Alcatraz; Su propio infierno; El mensajero del miedo.1964: Siete días de mayo.1965: El tren.1966: Plan diabólico; Grand Prix.1967: The extraordinary seamen.1968: El hombre de Kiev.1969: Los temerarios del aire.1970: Yo vigilo el camino; Orgullo de estirpe.1973: Sueños prohibidos; The Iceman Cometh; 99,44% muerto.1974: French Connection, 2ª Parte.1977: Domingo negro.1979: Profecía maldita.1980: Pursuit.1982: El reto del samurai.1985: El pacto de Berlín.1986: 52, vive o muere.1989: Tiro mortal.1990: La cuarta guerra.1991: El año de las armas.1994: Contra el muro.1996: La isla del doctor Moreau.1998: Ronin.
LFC