Francisco I, emperador del Sacro Imperio (1708-1765).


Emperador del Sacro Imperio (1745-1765) y gran duque de Toscana, nacido el 8 de diciembre de 1708 y muerto en Innsbruck el 18 de agosto de 1765. A pesar de su dignidad, el poder en el Imperio lo ejerció su esposa, María Teresa de Habsburgo, a la que Francisco I debió su elección.

Su nombre fue Francisco Esteban de Lorena y fue hijo segundo del duque Leopoldo de Lorena y de Elisa Carlota, hija del duque Felipe de Orleáns. Desde 1723 recibió educación en la corte de Viena, y fue nombrado duque de Chesten. En 1729 heredó de su padre el gobierno de Lorena y Bar. Con el estallido de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-1735), el cardenal francés Fleury ocupó rápidamente la Lorena y en 1735 Francisco Esteban renunció al ducado, que pasaba a Estanislao Leszcynsky, mientras que Federico Augusto de Sajonia ocupaba el trono polaco con el nombre de Augusto III. En compensación por la pérdida de la Lorena, Francisco recibió los derechos sobre el Gran Ducado de Toscana, que pasó a su poder con la extinción de la dinastía de los Médicis (1743).

En 1736 Francisco contrajo matrimonio con María Teresa de Habsburgo, hija del emperador Carlos VI y después colaboró con su suegro en la guerra contra los turcos. Tras la muerte de Carlos VI en 1740 estalló la Guerra de Sucesión de Austria, durante la cual recibió la corona imperial Carlos Alberto de Wittelsbach (Carlos VII), dándose el caso de que era la primera vez desde 1438 que la dignidad imperial no recaía sobre un Habsburgo (1742). A la muerte de este emperador en 1745, María Teresa, que no podía ceñir ella misma la corona debido a la vigencia de la ley sálica, fue capaz de hacer que Francisco fuese elegido emperador, quedando para ella el papel de emperatriz consorte y gran duquesa de Austria. A pesar de la oposición de Francia, Prusia y el Palatinado, Francisco I fue elegido en Frankfort el 4 de octubre de 1745 y durante la coronación, que tuvo lugar en Aquisgrán, María Teresa fue reconocida además como reina de Bohemia y Hungría. La elección de Francisco I incrementó enormemente el prestigio de la casa de Habsburgo, a pesar de que él pertenecía en teoría a la dinastía de Lorena.

En realidad, Francisco I nunca ejerció el poder en las tierras hereditarias de los Habsburgo, que fueron administradas directamente por María Teresa, a pesar de su calidad de consorte. Hombre sencillo y amigable, el emperador se dedicó a la difusión de las artes y las ciencias, debiéndose a él la construcción en Viena de un museo de Historia Natural y un rico gabinete de medallas. Pero sobre todo se ocupó del comercio y la industria austriacos. Logró grandes beneficios mediante la especulación, lo que le hizo poseedor de una enorme fortuna de 157.000.000 de florines. Antepuso los negocios al Estado y llegó a vender forraje y harina al ejército del rey de Prusia, en guerra contra la emperatriz María Teresa. Sus dotes financieras fueron puestas al servicio del Estado tras la Guerra de los Siete Años, cuando Francisco fue encargado por su esposa de la Hacienda pública, labor que desarrolló satisfactoriamente.

Del feliz matrimonio entre Francisco I y María Teresa nacieron dieciséis hijos. El primogénito, José, fue nombrado rey de Romanos en 1763 y el segundogénito, Leopoldo, recibió como herencia el Gran Ducado de Toscana. Otros hijos fueron Fernando, que fue duque de Módena; María Cristina, que detentó el gobierno de los Países Bajos; María Carolina, reina de Nápoles; María Antonieta, reina de Francia; María Amelia, duquesa de Parma. A la muerte de Francisco I, su hijo José II fue elegido emperador, aunque el poder lo siguió ejerciendo María Teresa. Una de las principales aficiones de Francisco fue la alquimia y la búsqueda de la piedra filosofal.

Bibliografía

  • DICKSON, P.G.M. Finance and Government under Maria Theresia, 1740-1780. Oxford, 1987.

  • INGRAO, C. W. The Habsburg Monarchy. Londres, 1995.

JMMT