Lola Flores (1923-1995). La reina de la copla y el cine español

Lola Flores (1923-1995). La reina de la copla y el cine español

Lola Flores, nacida el 2 de febrero de 1923 en Jerez de la Frontera y fallecida el 16 de mayo de 1995 en Madrid, fue una de las figuras más influyentes de la canción y el cine español. Su legado, que abarcó desde la música hasta la interpretación cinematográfica, sigue siendo un referente de la cultura popular española. Conocida por su desbordante talento, su carisma en el escenario y su personalidad única, Lola Flores logró convertirse en un ícono del folclore andaluz y en una de las artistas más queridas por el público de su época. En este artículo, se repasan los aspectos más relevantes de su vida y carrera, que hicieron de ella un símbolo de la cultura española.

Orígenes y contexto histórico

María de los Dolores Flores Ruiz, conocida artísticamente como Lola Flores, nació en el seno de una familia humilde en Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz. Hija de un tabernero, Lola demostró desde muy pequeña su inclinación hacia el cante y el baile. La influencia de figuras emblemáticas del flamenco y la copla, como Pastora Imperio, dejó una huella indeleble en su carrera, motivándola a perseguir su sueño artístico.

A una edad temprana, Lola se trasladó a Sevilla, donde conoció a otras figuras clave en su formación, entre ellas Manolo Caracol, quien la tuvo en su compañía cuando apenas contaba con quince años. El contacto con personalidades tan destacadas del flamenco y la canción popular española consolidó su deseo de convertirse en una gran estrella. Sin embargo, su verdadera oportunidad llegó cuando se mudó a Madrid, donde entró en contacto con otras figuras influyentes como Estrellita Castro y el maestro Manuel López-Quiroga, quienes la alentaron a seguir su carrera artística.

Logros y contribuciones

La carrera de Lola Flores se construyó sobre la combinación de su talento para la música y el cine. Su primera aparición en la gran pantalla fue en la película Martingala (1940), dirigida por Fernando Mignoni. A partir de allí, su carrera despegó de manera espectacular. En los años cuarenta, realizó una serie de giras por diversas provincias españolas, donde fue acogida con entusiasmo por el público. Durante este tiempo, una de sus canciones más emblemáticas, «El lerele», alcanzó un gran éxito, convirtiéndose en uno de los mayores hits de su carrera.

A lo largo de su trayectoria, Lola Flores no solo brilló en el escenario, sino que también comenzó a trabajar en cine, formando una poderosa alianza con Manolo Caracol. Juntos crearon el espectáculo llamado Zambra, un proyecto que consolidó la carrera de Lola y que marcó el inicio de una de sus etapas más fructíferas. Entre sus películas más representativas de esa época se encuentra Embrujo (1946), dirigida por Carlos Serrano de Osma, y La niña de la venta (1951), dirigida por Ramón Torrado. Este último trabajo le permitió alcanzar una mayor popularidad, aunque la relación personal y profesional con Manolo Caracol ya estaba llegando a su fin.

En la década de 1950, Lola Flores firmó un contrato con el productor Cesáreo González, quien no solo la incorporó a su producción de la película La estrella de Sierra Morena (1951), sino que también la llevó de gira por América, especialmente por México, donde alcanzó una enorme popularidad. Fue en este país donde adoptó el sobrenombre de «La Faraona» tras rodar la película La Faraona (1955) dirigida por René Cardona. A partir de ese momento, este apodo quedó ligado a su identidad artística.

Lola Flores continuó combinando su carrera cinematográfica con el canto, grabando discos y actuando en diversos escenarios internacionales. Durante estos años, su repertorio se enriqueció con canciones como «La zarzamora», que consolidaron su estatus de estrella. Su participación en el cine mexicano, en películas como Pena, penita, pena (1953) y Limosna de amores (1955), fortaleció aún más su vínculo con el país y le permitió extender su fama más allá de las fronteras españolas.

Momentos clave

A lo largo de su carrera, Lola Flores vivió momentos de gran éxito, pero también de intensas emociones. Su vida personal estuvo marcada por relaciones sentimentales turbulentas, especialmente con Manolo Caracol, con quien mantuvo una relación amorosa y profesional que, aunque fue de gran éxito en los escenarios, también estuvo llena de altibajos.

Además de sus éxitos en el cine y la música, otro de los momentos clave en su vida fue su matrimonio con Antonio González, conocido como El Pescailla, con quien tuvo tres hijos: Lolita, Rosario, y Antonio, todos ellos también dedicados a la música. Este vínculo familiar fortaleció su carrera, ya que sus hijos siguieron sus pasos en el mundo de la copla y la canción española, consolidando el legado artístico de la familia González-Flores.

En los años 60 y 70, las apariciones de Lola Flores en el cine se fueron espaciando y su carrera en el escenario se volvió el centro de su vida profesional. No obstante, continuó participando en proyectos cinematográficos, como El balcón de la luna (1962), dirigida por Luis Saslavsky, y Una señora estupenda (1967), una película que le valió el reconocimiento del Sindicato Nacional del Espectáculo con un premio por su interpretación.

En los años 80 y 90, Lola Flores continuó mostrando su arte en diversas producciones cinematográficas, como Truhanes (1983) de Miguel Hermoso y Juana la Loca… de vez en cuando (1983), una parodia histórica dirigida por José Ramón Larraz. También participó en la serie de televisión Juncal (1989), donde compartió pantalla con Francisco Rabal. Su último trabajo en el cine fue el mediometraje Sevillanas (1992), dirigido por Carlos Saura, quien retrató su arte y su influencia en la música y el flamenco español.

Relevancia actual

La figura de Lola Flores sigue siendo una referencia ineludible de la cultura española. Su nombre está asociado con la esencia del flamenco y la copla, y su legado perdura en la memoria colectiva de generaciones de españoles. Su estilo único y su presencia en el escenario la convirtieron en una de las artistas más queridas de todos los tiempos, y su influencia sigue viva en la música española contemporánea.

El impacto de Lola Flores trasciende su tiempo, y su figura ha sido objeto de numerosos estudios, documentales y libros. La importancia de su arte sigue siendo celebrada, tanto en España como en América Latina, donde su nombre sigue siendo sinónimo de talento, pasión y autenticidad. Hoy en día, su legado sigue vivo a través de sus discos, sus películas y, sobre todo, de la admiración que genera en el público.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Lola Flores (1923-1995). La reina de la copla y el cine español". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/flores-lola [consulta: 25 de junio de 2025].