Federico Errázuriz Zañartu (1825-1877). El reformador liberal que transformó la política chilena del siglo XIX
Federico Errázuriz Zañartu fue una figura central en la historia política de Chile durante el siglo XIX. Su paso por la presidencia marcó un punto de inflexión en las instituciones democráticas y jurídicas del país, con una serie de reformas que sentaron las bases del sistema moderno chileno. Desde sus inicios como parlamentario hasta su papel como presidente, su vida estuvo profundamente ligada al desarrollo del liberalismo y a la consolidación del orden republicano en Chile.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en Santiago de Chile el 25 de abril de 1825, Federico Errázuriz Zañartu provenía de una familia influyente. Hijo de Francisco Javier Errázuriz Aldunate y Josefa Zañartu Manso de Velasco, recibió una formación académica rigurosa que incluyó estudios en el Seminario Conciliar y en el Instituto Nacional. Posteriormente, se graduó como abogado en la Universidad de Chile el 29 de septiembre de 1846, lo que le permitió integrarse con rapidez en los círculos políticos e intelectuales del país.
Sus primeros pasos en la vida pública fueron paralelos al auge del liberalismo en América Latina. En 1849, participó en la fundación del Club de la Reforma, espacio clave para la discusión y difusión de las ideas progresistas. Ese mismo año fue elegido parlamentario por Caupolicán, iniciando una carrera legislativa que se prolongaría por décadas.
La oposición al régimen autoritario del presidente Manuel Montt lo llevó a involucrarse en el Motín de Ureola. Este levantamiento fracasó y lo obligó a exiliarse en Perú. Sin embargo, su retorno al país fue acompañado de una renovada energía política que se expresó en sus posteriores elecciones como diputado por Lontué y Santiago, así como en su rol como intendente de esta última provincia.
Logros y contribuciones
La cúspide de su carrera llegó en 1871, cuando fue elegido presidente de la República gracias al apoyo de la Fusión Liberal-Conservadora. Durante su mandato, se consolidó como un reformador audaz y decidido, especialmente tras romper con los sectores conservadores y formar la llamada Alianza Liberal, integrada por liberales y radicales.
Entre los principales logros de su administración, destacan importantes reformas constitucionales y legales:
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Derechos civiles y políticos: incorporación constitucional de los derechos de reunión, asociación y libertad de enseñanza.
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Reformas electorales: elección directa de senadores, prohibición de simultanear cargos legislativos con cargos retribuidos por el Ejecutivo, e implementación del voto acumulativo.
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Sufragio Universal: se eliminó la exigencia de renta como requisito electoral, reemplazándola por la capacidad de leer y escribir, lo que permitió una mayor inclusión democrática.
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Fortalecimiento del Poder Legislativo: se redujeron los poderes del Ejecutivo en estados de excepción y se facilitó el control legislativo sobre los actos del gobierno.
Además, en el ámbito jurídico, promovió:
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La Ley del Código Penal.
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La Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales de Justicia, que suprimió el fuero eclesiástico y limitó la intervención de tribunales religiosos en causas civiles.
Estas medidas modernizaron profundamente el aparato legal chileno y contribuyeron a la consolidación del Estado laico.
Momentos clave
El gobierno de Errázuriz Zañartu estuvo marcado por varios momentos fundamentales que definieron su legado político:
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1871 – Asume la presidencia apoyado por la Fusión Liberal-Conservadora.
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1873 – Ruptura con el Partido Conservador por las “cuestiones teológicas” relativas a la educación.
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1874 – Reformas constitucionales que amplían derechos ciudadanos y redefinen el sistema electoral.
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1874 – Propuestas de Ley del Código Penal y Ley de Tribunales de Justicia.
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1875 – Finalización del Palacio de la Exposición y avances significativos en obras públicas.
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18 de septiembre de 1876 – Finaliza su mandato entregando el poder a Aníbal Pinto.
Relevancia actual
El legado de Federico Errázuriz Zañartu sigue siendo relevante en la historia política de Chile. Su apuesta por una democracia más inclusiva y participativa lo sitúa como uno de los grandes modernizadores del Estado chileno. Sus reformas marcaron el tránsito de una república restringida a un sistema más representativo, sentando precedentes fundamentales para el desarrollo institucional del país en el siglo XX.
En el ámbito urbano y cultural, su presidencia también dejó huella. Gracias a la colaboración con figuras como Benjamín Vicuña Mackenna, se transformó el Cerro Santa Lucía en un paseo público, se impulsó el desarrollo del Parque Cousiño y se fortaleció la infraestructura urbana de Santiago.
Las siguientes obras públicas también son parte destacada de su legado:
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Extensión del ferrocarril desde Curicó hasta Chillán, Talcahuano y Angol.
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Construcción del Malecón en Valparaíso.
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Finalización de la Universidad de Chile y del Congreso Nacional.
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Construcción del Palacio de la Exposición en 1875.
A pesar de las dificultades económicas de los últimos años de su mandato, su capacidad de gobierno permitió una transición ordenada y estable al final de su presidencia, consolidando la tradición republicana chilena.
Errázuriz Zañartu representa, por tanto, un modelo de liderazgo centrado en la reforma, el progreso y el fortalecimiento institucional, cuya impronta perdura hasta hoy en los fundamentos del sistema democrático chileno.
MCN Biografías, 2025. "Federico Errázuriz Zañartu (1825-1877). El reformador liberal que transformó la política chilena del siglo XIX". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/errazuriz-zannartu-federico [consulta: 26 de septiembre de 2025].