Pedro Duque Cornejo (1678-1757). El escultor barroco que dejó huella en Sevilla y Córdoba

Pedro Duque Cornejo fue uno de los más destacados escultores del barroco español del siglo XVIII. Su obra, profundamente arraigada en la tradición sevillana, supo mantener viva la estética barroca en una época de transición estilística, consolidando su legado tanto en su ciudad natal como en otros importantes centros artísticos de Andalucía. Formado en un entorno familiar artístico, sus esculturas se caracterizan por el dinamismo, la expresividad y una marcada espiritualidad que reflejan los ideales contrarreformistas.

Orígenes y contexto histórico

Nacido en Sevilla en 1678, Pedro Duque Cornejo creció en una ciudad que era uno de los epicentros del arte barroco español. Su formación tuvo lugar en el seno de una familia vinculada al arte, especialmente gracias a su tío, el reconocido escultor Pedro Roldán, con quien dio sus primeros pasos en el mundo de la escultura. Bajo su tutela, Duque Cornejo absorbió las claves del estilo barroco sevillano, caracterizado por un profundo realismo, la intensidad emocional y el dramatismo escénico.

El siglo XVIII en España fue un periodo de contrastes culturales. Mientras en Europa comenzaban a emerger los valores del neoclasicismo, en Andalucía persistía una intensa devoción religiosa que seguía demandando arte sacro para iglesias, conventos y catedrales. Fue en este contexto que Pedro Duque Cornejo desarrolló una obra fiel a los principios del barroco, pero también abierta a la evolución estética.

Logros y contribuciones

Pedro Duque Cornejo comenzó su carrera artística de forma documentada en el año 1702, aunque su consolidación como escultor de renombre tuvo lugar a lo largo de las décadas siguientes. A partir de 1706, sus encargos se multiplicaron y, entre 1706 y 1709, ya estaba ejecutando importantes trabajos en Sevilla.

Su prestigio creció notablemente y, entre 1729 y 1733, durante la estancia temporal de la corte en Sevilla, fue nombrado escultor de cámara. Este título lo situaba en la cúspide del reconocimiento oficial de su tiempo y le permitió trabajar en encargos de gran visibilidad en la capital andaluza hasta 1734.

Uno de sus logros más destacados fue su colaboración con grandes maestros del barroco granadino como Hurtado Izquierdo, José de Mora y José Risueño, con quienes trabajó en la catedral de Granada y en la Cartuja de la misma ciudad entre 1714 y 1728. Esta colaboración interdisciplinar enriqueció su lenguaje escultórico, integrando elementos del estilo granadino, más centrado en la delicadeza de los rostros y el cuidado de los detalles ornamentales.

A lo largo de su carrera, Pedro Duque Cornejo dejó algunas de sus obras más emblemáticas en iglesias y catedrales andaluzas. Entre ellas destacan:

  • Estatuas en mármol del Salvador

  • San Joaquín y Santa Ana

  • San Juan Bautista

  • San Juan Evangelista

  • Las virtudes teologales

Todas estas piezas reflejan su capacidad para conjugar el movimiento corporal con una intensa expresión de fe y espiritualidad, elementos fundamentales del barroco religioso.

Momentos clave

Para entender la evolución y consolidación de Pedro Duque Cornejo como uno de los principales escultores barrocos de España, conviene destacar los momentos clave de su trayectoria artística:

  • 1702: Inicio documentado de su carrera como escultor.

  • 1706-1709: Realiza encargos en Sevilla, consolidando su estilo inicial.

  • 1714-1719: Comienza su labor en la catedral y Cartuja de Granada, en colaboración con artistas granadinos.

  • 1729-1733: Nombrado escultor de cámara durante la estancia de la corte en Sevilla.

  • 1731: Inicia trabajos en la iglesia de San Luis de los Franceses de Sevilla.

  • Posteriormente a 1731: Decora la capilla de la Virgen de la Antigua en la catedral de Sevilla y ejecuta el sepulcro del arzobispo Salcedo.

  • 1748: Comienza su última gran obra, el coro de la catedral de Córdoba.

  • 1757: Muere en Córdoba, ciudad en la que residió durante los últimos años de su vida.

Este itinerario temporal permite apreciar su evolución artística, desde los encargos tempranos en Sevilla hasta las complejas intervenciones escultóricas en espacios catedralicios.

Relevancia actual

La figura de Pedro Duque Cornejo sigue teniendo una notable importancia histórica y artística en el panorama del arte barroco español. Su legado escultórico ha sido objeto de estudio por parte de historiadores y conservadores, quienes valoran especialmente su papel en la preservación del lenguaje barroco durante un siglo marcado por la transición hacia el academicismo.

El impacto de su obra también se manifiesta en el patrimonio artístico andaluz, donde sus creaciones siguen siendo elementos centrales en numerosas catedrales e iglesias. Tanto en Sevilla como en Córdoba, sus esculturas continúan siendo referentes del arte sacro, y el coro de la catedral cordobesa se considera una de las obras maestras de la talla barroca en España.

Asimismo, su capacidad para integrar lo escultórico en conjuntos arquitectónicos y decorativos lo convierte en un artista total, que no solo modelaba figuras, sino que concebía espacios visuales llenos de fuerza narrativa y simbólica.

Características distintivas de su obra

Pedro Duque Cornejo se distinguió por una serie de características formales y temáticas que marcaron su producción:

  • Dinamismo corporal: Las figuras presentan posturas complejas y gestos expresivos que generan una sensación de movimiento constante.

  • Espiritualidad intensa: Sus esculturas están cargadas de emoción religiosa, adecuadas para suscitar la devoción del espectador.

  • Domino técnico: Su pericia en el trabajo con mármol y madera permitió acabados de gran calidad.

  • Interacción con el espacio arquitectónico: Sus obras se integran armónicamente en altares, coros y capillas, formando conjuntos de alto valor artístico.

Este enfoque integral refuerza la relevancia de su legado y lo sitúa como un artista que supo ir más allá de la simple escultura, convirtiéndose en un verdadero creador de atmósferas espirituales.

Legado bibliográfico

El interés académico por su figura ha quedado reflejado en publicaciones que analizan su vida y obra con profundidad. Entre ellas destacan:

  • HERNÁNDEZ DÍAZ, J.: Pedro Duque Cornejo. Sevilla, 1983.

  • TAYLOR, R.: Pedro Duque Cornejo. Sevilla, 1980.

Estas obras contribuyen al conocimiento y valoración de un escultor que, aunque no siempre tan conocido como otros maestros barrocos, dejó una huella imborrable en el arte religioso de su tiempo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Pedro Duque Cornejo (1678-1757). El escultor barroco que dejó huella en Sevilla y Córdoba". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/duque-cornejo-pedro [consulta: 14 de junio de 2025].