Djeser (ca. 2710-2691 a.C.). El faraón visionario que inauguró la Edad de las Pirámides
El reinado de Djeser, también conocido como Zoser, marcó un antes y un después en la historia del Antiguo Egipto. Su figura no solo inaugura la III dinastía, sino que consolida la transición hacia un modelo de estado centralizado y sofisticado que sentaría las bases del Imperio Antiguo. A pesar de los enigmas que aún rodean su vida y su gobierno, Djeser es recordado como el faraón que elevó la arquitectura egipcia a nuevas alturas, inmortalizándose en piedra a través de la primera pirámide escalonada de la historia.
Orígenes y contexto histórico
Djeser fue el segundo rey de la III dinastía, sucediendo a su hermano Nebka. Hijo de la reina Nymaathap y del rey Khasekhemuy —el último monarca de la II dinastía—, Djeser heredó un reino en plena transformación social, política y religiosa. Su reinado coincidió con la consolidación de la capital en Menfis, símbolo del poder centralizado y del inicio de una nueva era de esplendor.
Aunque en los monumentos de su época aparece con el nombre Horus de Netjerikhet, posteriormente se le identificó como Djeser, el nombre por el que es más conocido hoy. Las listas reales y los textos de autores griegos antiguos, como Manetón, contribuyeron a consolidar esta identificación, aunque con variantes como Djeserit o Djeser-sa. La duración de su reinado también varía según las fuentes: el Papiro de Turín le atribuye diecinueve años, mientras que Manetón habla de veintinueve.
Logros y contribuciones
Uno de los aspectos más destacables del reinado de Djeser fue la reforma religiosa. El rey no solo integró al dios solar Re en el culto oficial, sino que también mandó construir templos dedicados a deidades importantes como Horus y Thot. Esta política religiosa reforzó la figura del faraón como intermediario entre los dioses y los hombres, y amplió el alcance del estado egipcio en términos simbólicos y territoriales.
Pero sin duda, la mayor contribución de Djeser al legado de Egipto fue en el ámbito de la arquitectura. Su tumba, la pirámide escalonada de Saqqara, es el primer edificio monumental enteramente construido en piedra de la historia de la humanidad. Diseñada por su visir, arquitecto y médico personal, Imhotep, la pirámide mide 123 metros de largo por 107 de ancho y alcanza una altura de más de 61 metros. Este complejo funerario representa el primer gran experimento en arquitectura megalítica y sentó las bases para las pirámides posteriores de Guiza.
Dentro de su recinto funerario se encuentra el serdab, una cámara cerrada donde se halló una estatua sedente del rey, actualmente expuesta en el Museo de El Cairo. También se han conservado bajorrelieves en la llamada Tumba meridional, donde aparece Djeser participando en la carrera ceremonial de la Fiesta Sed, un ritual que simbolizaba la renovación del poder real.
Momentos clave del reinado de Djeser
A lo largo de su reinado, Djeser protagonizó numerosos episodios que marcaron la historia temprana de Egipto. A continuación, se presenta un resumen de los momentos más destacados:
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Fundación de Menfis como capital administrativa y religiosa del reino.
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Integración del dios Re en el culto oficial del estado.
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Construcción de templos en honor a Horus y Thot, expandiendo el culto religioso a diferentes regiones.
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Levantamiento de la pirámide escalonada de Saqqara, primera estructura monumental de piedra en el mundo.
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Reforma del sistema funerario, introduciendo nuevos elementos rituales y arquitectónicos.
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Representación en bajorrelieves de la Fiesta Sed, mostrando la función ideológica del rey.
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Delegación de poder en Imhotep, considerado uno de los primeros genios multidisciplinarios de la historia.
Relevancia actual
La figura de Djeser sigue siendo fundamental para comprender los orígenes del Egipto faraónico. Su proyecto arquitectónico en Saqqara no solo fue una hazaña técnica, sino también un símbolo político de estabilidad y autoridad. Este complejo funerario permitió una nueva manera de concebir el más allá, influenciando todo el desarrollo posterior del arte y la religión egipcia.
Además, su reinado representa una etapa de consolidación territorial. Aunque algunos indicios, como la pintura rupestre del Uadi Maghara en el Sinaí, han sido utilizados para justificar la presencia egipcia en esa zona, su interpretación sigue siendo objeto de debate. Igualmente, se discute la autenticidad de ciertos documentos como la famosa Estela del hambre, localizada en la isla de Sehel. Este texto describe a Djeser enfrentando una terrible sequía y recurriendo a la sabiduría de Imhotep, pero muchos egiptólogos consideran que fue una invención posterior, posiblemente de la época de Ptolomeo V Epífanes.
Otro debate abierto es la verdadera ubicación de su tumba. Si bien se ha identificado su complejo funerario en Saqqara, no puede asegurarse que otras estructuras como la mastaba de Beit Khallaf le pertenezcan. Lo que sí está verificado es que parte de su momia, concretamente un pie momificado, se conserva actualmente en el Museo de El Cairo, lo que refuerza su dimensión casi mítica en la historia egipcia.
Djeser fue sucedido por el rey Sekhemkhet, conocido también como Djeser-Teti, quien intentó continuar el legado arquitectónico y político de su predecesor, aunque su proyecto de pirámide quedó inconcluso. Este detalle evidencia que la figura de Djeser marcó un estándar difícil de igualar para sus sucesores.
El legado de Djeser trasciende la cronología de su reinado. Su capacidad para centralizar el poder, revolucionar la arquitectura y redefinir el papel del faraón lo convierten en una figura clave de la historia universal. Hoy en día, su pirámide sigue dominando el horizonte de Saqqara, testimonio eterno de una era que supo combinar tecnología, religión y poder en una visión monumental que aún asombra al mundo.
MCN Biografías, 2025. "Djeser (ca. 2710-2691 a.C.). El faraón visionario que inauguró la Edad de las Pirámides". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/djeser [consulta: 10 de julio de 2025].