De la Torre, Carlos María (1809-?).
Gobernador español de las islas Filipinas, nacido en Sevilla en julio de 1809 y fallecido en fecha y lugar desconocidos, que ejerció su mandato entre 1869 y 1871, introduciendo en el archipiélago numerosas medidas liberales como consecuencia directa de la proclamación en España del régimen de 1869.
Carlos Mª De la Torre participó activamente con el empleo de teniente general en la revolución de 1868 que derrocó a Isabel II e implantó en España un régimen monárquico democrático, siendo enviado a Filipinas por el gobierno provisional del general Serrano. Nada más asumir la gobernación de las islas (junio de 1869), De la Torre mostró su disposición a aplicar con prontitud los derechos y libertades contemplados en la nueva Constitución española, así como un talante más receptivo hacia las demandas de la clase ilustrada filipina, aunque por otra parte se mostró inflexible ante cualquier iniciativa que se acercase al ideal del independentismo. Sus primeras medidas de gobierno se centraron en la erradicación de la corrupción en el seno de la Administración y el estamento eclesiástico; así, con el fin de mejorar la situación del clero secular nativo, dictó varias medidas para restringir los abusos de los regulares españoles, uno de los problemas más graves de la sociedad filipina.
Mayor importancia tuvo si cabe la reforma para la secularización de las instituciones de enseñanza -decretos de noviembre de 1870- , empresa que sin embargo topó con tantas resistencias entre las influyentes órdenes de frailes de las islas que De la Torre no pudo finalmente llevarla a la práctica. Durante su mandato también se creó en Madrid el Consejo de Filipinas, institución asesora formada por antiguos funcionarios de la colonia, y se reformó la composición de la Real Audiencia de Manila -decreto de 25 de octubre de 1870-. De la Torre organizó además la Guardia Civil, integrada por cuatro mil nativos filipinos al mando de oficiales españoles, y planteó la liberalización del monopolio del tabaco, aunque esta última reforma tampoco llegó a realizarse por la oposición de los fuertes intereses económicos implicados.
Pese a su talante liberal, Carlos De la Torre echó marcha atrás en lo que respecta a la concesión de derechos políticos al pueblo filipino, temiendo que se extendiera al archipiélago la agitación que se estaba viviendo en la Península y sobre todo el ejemplo cubano. Así, y en contra de lo proclamado por el gobierno español, este gobernador se justificó en que “sería casi criminal implantar los principios de la revolución […] porque los filipinos ni entienden ni quieren saber nada de libertades políticas”. Con la llegada de la monarquía de Amadeo de Saboya fue relevado del cargo, siendo sustituido por Rafael de Izquierdo (4 de abril de 1871).