Chávez, Coronado (1807-1881).
Político hondureño, presidente constitucional de la República entre el 8 de enero de 1845 y el 1 de enero de 1847, nacido en Comayagua (departamento homónimo) el 8 de noviembre de 1807 y fallecido en la misma ciudad el 22 de junio de 1881.
Bajo la tutela de su madre, María Mercedes Chávez, Coronado comenzó a trabajar como ebanista. Se trasladó a Tegucigalpa en 1830, donde encontró un puesto en la administración pública por su efectiva formación autodidacta. Su ascenso fue vertiginoso, pues fue nombrado ministro general por el presidente Juan Francisco Molina, desempeñando tal cargo entre enero y agosto de 1839. A partir de 1841 empezó su relación con el presidente Francisco Ferrera, con quien fue Chávez ministro de Relaciones exteriores (1843-1844) y Secretario de Estado, presidiendo el consejo de ministros durante la ausencia del general Ferrera, entre octubre y noviembre de 1844. Su buen hacer al frente de las diferentes carteras provocó que la Cámara de Representantes, dominada por los liberales, le proclamara candidato a la presidencia en detrimento de Ferrera, del ala conservadora. Chávez aceptó y fue investido como presidente de la República el 8 de enero de 1845, aunque mantuvo a Ferrera como ministro de la Guerra, a pesar de las protestas de los liberales.
Estas protestas fueron mucho más fehacientes a partir del 26 de mayo de 1845, fecha en la que Honduras declaró la guerra a El Salvador para sostener la causa del general Francisco Malespín. Parte de la oligarquía liberal se sublevó contra esta medida y contra el general Ferrera, dando inicio a una breve pero sangrienta contienda civil que finalizó con la concesión de algunas franquezas a los liberales y con un indulto general.
Durante su mandato se preocupó de tomar diversas medidas beneficiosas para la población hondureña. En el verano de 1846 viajó por todo el sur del país, para conocer de primera mano cuáles eran las necesidades de los más humildes. Para incrementar la seguridad, Chávez instauró un sistema interno de pasaportes o salvoconductos, además de aumentar la vigilancia de las rutas terrestres. Además de la popularidad ganada por estas acciones, su labor de gobierno más importante tuvo como referente el crecimiento económico, estimulando ampliamente el cultivo del café y eximiendo de diversas prestaciones, como el servicio militar, a quienes garantizasen la producción agraria, medidas estas que por primera vez se ponían en marcha en Honduras. Asimismo, con la creación de la Manufactura Nacional de Sombreros, Chávez dio un gran impulso a la industria artesanal del junco y todos sus derivados.
Tampoco Chávez descuidó el mecenazgo cultural, pues instauró diversas asociaciones en Tegucigalpa, en especial la Sociedad Literaria de Honduras, fundada el 10 de marzo de 1846 y que, un año más tarde, se constituiría como Universidad Nacional. Como colofón a toda su ingente tarea al frente del gobierno hondureño, el 19 de marzo de 1846 la Asamblea Legislativa de la República le declaró «Padre de la Patria». A pesar de ello, el hastío producido por la pugna entre liberales y conservadores le hizo entregar el poder el 1 de enero de 1847 al consejo de ministros; finalmente, el 12 de febrero de 1847, la Asamblea Legislativa de la República eligió como su sucesor a Juan Nepomuceno Fernández Lindo y Zelaya.
Ya en su condición de ex-presidente, Chávez fue el representante hondureño en la Conferencia de Países Centroamericanos celebrada en Nacaomé (Honduras), entre junio y octubre de 1847. Los siguientes años, bajo la presidencia de Lindo y Zelaya, no fueron fáciles para los miembros del anterior gobierno, por lo que Chávez, al igual que su amigo Ferrera, eligió la vía del exilio en 1850.
Durante dos años vivió en El Salvador, aunque regresó a Honduras en 1853 para instalarse en su ciudad natal, Comayagua, donde volvió a desempeñar labores de ebanistería y carpintería. No obstante, en 1865 fue requerido por Crescencio Gómez, presidente en funciones sustituyendo a José María Medina, para que se hiciese cargo del ministerio de Hacienda y Guerra, aunque sólo durante un mes. En 1866 Chávez alcanzó un puesto de magistrado en la corte del departamento de Comayagua, labor que desempeñó hasta que en 1874 le obligó a abandonarlo su delicada salud. Regresó y pasó el resto de sus días en Comayagua.