Casas Mendoza, Nicolás (1801-1872).


Veterinario español nacido en Madrid en 1801 y fallecido en la misma ciudad en 1872.

Se trata, sin duda, de la personalidad más influyente del siglo XIX en la veterinaria española. Cursó sus estudios en la Escuela de Veterinaria de Madrid. En 1820 fue nombrado mariscal de artillería. Un año más tarde ocupó la plaza de veterinario rural de la localidad de Valparaíso de Abajo (Cuenca) y, en 1827, tras los intentos de remozar los estudios de veterinaria por parte del duque de Alagón, obtuvo la cátedra de fisiología e higiene. A la muerte de Carlos Risueño pasó a ocupar la dirección de dicha Escuela. La labor de Casas fue una continuación de la que intentó llevar a cabo su maestro Risueño: eliminar la vieja institución del Protoalbeiterato y modificar el plan de estudios hasta acomodarlo a un nivel europeo. Con el decreto de 1847, que aprobó el reglamento de reforma de la enseñanza de la veterinaria, se cumplieron los dos objetivos. La Escuela pasó a depender, definitivamente, del Ministerio de Instrucción Pública y se implantó por primera vez la enseñanza de la zootecnia. Por el mismo decreto se crearon nuevas escuelas en Córdoba y Zaragoza. Según Sanz Egaña, este Decreto constituye el episodio histórico más sobresaliente de la docencia veterinaria en el siglo XIX.

Casas desarrolló una intensa actividad a favor de una veterinaria científica. Como historiador de su profesión, se esforzó en demostrar que la albeitería ya no tenía sentido, y como profesor hizo hincapié en que era necesario renovar los saberes al mismo tiempo que divulgarlos. En este sentido, sus palabras son concluyentes: «… la química, la fisiología y la zootecnia, la economía rural, se ha puesto al servicio del adelanto público. Todo se investiga, todo se somete a prueba, se estudian las formas del esqueleto y las fibras musculares, para deducir la base de la organización de las aptitudes. Se aquilata la vitalidad gastada en cada género de trabajo, para fijar el límite que espera el uso y el abuso de la fuerza animal. Se indaga la manera de utilizar completamente el animal en vida y aprovechar mejor sus despojos, convirtiéndole en rico fundamento de importancia industrial.» La publicación de los Elementos del exterior del caballo (1832), que ampliaría el autor en sucesivas ediciones a los principales animales domésticos, significó el comienzo de la zootecnia en España. En 1853, logró el título de zootecnista y como tal fue elevado al Real Consejo de Agricultura, Industria y Comercio, siendo nombrado, además, vocal de varios consejos consultivos. En la línea de Francisco González, fundó una serie titulada Biblioteca completa del ganadero y agricultor (1843-1853), cuya finalidad era ante todo difundir entre aquéllos los nuevos conocimientos pecuarios. Importante fue también la labor de Casas como publicista. Su nombre figuraba en el cuadro de colaboradores de todas las revistas agropecuarias de la época. Desde 1845 fue director del Boletín de Veterinaria (1807-1859) que había fundado José María Estarrona. Asimismo fue el fundador y casi único redactor del Monitor de la Veterinaria (1859-1868).

En los últimos años de su vida Casas preparaba una propuesta para la reforma definitiva de la enseñanza, de tal manera que todas las escuelas preparasen veterinarios con amplios conocimientos científicos y de igual categoría, equiparando los títulos de las escuelas de Córdoba y Zaragoza con el de Madrid. Tras la revolución de septiembre de 1868 fue cesado como director de la Escuela de Madrid por ser considerado moderado. El decreto de 1871, en el que se unificó la enseñanza de la veterinaria fue, sin embargo, un fruto tardío de su labor. Ese mismo año, en el ocaso de su vida y a modo de colofón, publicó su Tratado de Zootecnia, obra que representó la culminación de una larga e intensa labor profesional difícil de superar por ningún veterinario. Por todo lo expuesto, cabe considerar que Risueño y Casas fueron los verdaderos creadores de la veterinaria moderna en España.

Bibliografía.

Fuentes.

Su primera publicación fue la traducción de J. White Manual del albeitar o compendio de Veterinaria, Madrid, Repullés, 1829.Tratado elemental completo de Veterinaria, Madrid, Ramón Vergés, 1830. En colaboración con Guillermo SampedroElementos del exterior del caballo y jurisprudencia veterinaria, con un capítulo adicional sobre la cría del caballo y cruzamiento de sus razas, Madrid, Pedro Sanz, 1832.Tratado de las enfermedades de los ganados, perros, aves y abejas, Madrid, A. R. Calleja, 1842.Elementos de Anatomía patológica veterinaria, Madrid, Pedro Sanz, 1833.Elementos de Fisiología veterinaria, Madrid, Imprenta de la Calle del Amor de Dios, 1834.Su última obra fue el Tratado completo de Zootecnia o de producción animal, publicado en la «Biblioteca completa del ganadero y agricultor», en 1871.

Estudios.

PALAU CLAVERAS, A. Bibliografía hispánica de veterinaria y equitación. Bilbao, Imprenta Industrial, 1973.SANZ EGAÑA, C. Nicolás Casas de Mendoza., Boletín Bibliográfico Agrícola, 15 (1951), 3.CORDERO DEL CAMPILLO, M. et al., Semblanzas veterinarias, León, Imp. Valderas, 1973, vol. II, p. 35-48.VITAL RUIBERRIZ DE TORRES, P.: Historia de la ciencia veterinaria española: del Antiguo Régimen al Liberalismo, 1792-1847, Tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Veterinaria, 1984.